No hagas una dieta, mejor elige un estilo de vida saludable imagen

Hay una forma práctica y sencilla para alcanzar una alimentación saludable. No se trata de una dieta en sí, es más un estilo de vida.

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Si enero es el mes en el que muchas personas deciden empezar el año con el pie derecho, particularmente bajar de peso; en febrero algunos pierden la motivación y rápidamente regresan a los viejos caminos de la mala alimentación.

Dietas de moda que eliminan totalmente un grupo de nutrientes, pocas calorías, ayuno intermitente son solo algunas de las “técnicas” que la gente utiliza en un desesperado intento de alcanzar su “peso ideal”. Sin embargo, pasan dos cosas: 1. A veces ese peso perfecto no es el más adecuado para la realidad actual del individuo y 2. Esas “técnicas” no son sostenibles a largo plazo. A lo que me refiero con este último punto es al hecho de que una dieta, léase la cantidad de alimento que se le proporciona al cuerpo durante un día, debe ser suficiente, variada y equilibrada. En el momento que comprometemos una de estas características es poco probable que el organismo se beneficie, por el contrario, lo podemos enfermar. 

La dieta más efectiva

Hay muchos argumentos de cuál es la mejor dieta para un individuo. Pero hay una forma práctica y sencilla para alcanzar una alimentación saludable. No se trata de una dieta en sí, es más un estilo de vida. Hacer cambios en los alimentos que ingerimos puede facilitar la pérdida de peso y tener un impacto significativo y duradero en la salud.

Es un error común fijarse únicamente a la hora de escoger, comprar o consumir un alimento en las calorías que aporta, pero no de dónde vienen las mismas. La clave para bajar o controlar el peso no es solo restringiendo o cuidando las calorías que ingerimos, si no escogiendo la mejor calidad de alimentos que consumimos. La mayoría de expertos en salud comparten el pensamiento de que las dietas que se enfatizan en los ingredientes frescos, naturales y que minimizan los productos procesados son la mejor elección para el bienestar general. Esto incluye promover la pérdida de peso y mejorar la salud.

Lo más práctico, accesible y sostenible 

El alto consumo de fibra en la dieta, junto con la exclusión de alimentos procesados, es una combinación ganadora para eliminar el exceso de peso. A continuación les comparto una lista de compras que cumplen con estas dos características y además son altos en nutrientes necesarios para una salud óptima:

  • Frutas: moras, frutas cítricas, peras, manzanas, piña, banano, etc. (Todo natural, nada enlatado).
  • Vegetales: col rizada, espinaca, tomate, brócoli, zanahoria, apio, etc.
  • Verduras con almidón: papa, camote, güicoy sazón, etc.
  • Granos enteros: arroz integral, quinoa, pasta de arroz integral.
  • Leguminosas: frijol, garbanzo, lenteja.
  • Grasas saludables: aguacate, aceite de oliva, semillas horneadas o tostadas sin sal (almendras, semillas de marañón, manías, macadamias, pistachos).
  • Lácteos: leche y quesos descremados (requesón, ricotta, panela).
  • Hierbas aromáticas: romero, albahaca, cilantro, perejil, tomillo, etc.
  • Condimentos: mostaza amarilla, jugo de limón, vinagre.
  • Proteína animal: huevo, carne de res magra (5 por ciento grasa), pollo, pescado, huevos.

Alimentos a evitar o minimizar: dejar afuera de tu alimentación diaria lo siguiente, tendrá un impacto casi inmediato en tu salud. 

Comida rápida, alimentos procesados (todo lo que viene en lata, sobre o empacado), gaseosas, jugos de fruta (natural o artificial), embutidos, granos refinados (arroz blanco, pasta, pan blanco), harinas blancas (y alimentos elaborados con ella), cereales de desayuno, quesos grasosos (son los que se derriten al calentarse).

Recomendaciones generales

La alimentación saludable es un conjunto de recomendaciones para lograr una nutrición sana, segura, que no represente riesgo para la salud de la persona. Estos consejos son elaborados con información general que te ayudará a seleccionar y diseñar de mejor manera tu nuevo estilo de vida, están destinados para individuos saludables que no presentan algún problema de salud, embarazo y otra condición. Si tienes una dieta especial o te surgen dudas de si la necesitas, debido a una enfermedad o cualquier necesidad dietética más detallada, debes consultar con una nutricionista para que te realice una dieta individualizada y personalizada para tu condición.

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