Por: @seniorwatashi
Después de las 11 de la noche era el mejor momento para empezar las descargas. El reto era que nadie en la casa se despertara por ese horrible sonido del módem llamando al servidor para conectarte a Internet.
En el canal de IRC se rumoraba que este nuevo programa: Napster, nos haría a todos la vida más fácil, contaría con una cola visual y podrías escribir el nombre de una canción y descargarla, una gran ventaja comparado con el método anterior de bajar listas de archivos de los bots y solicitarlos uno por uno.
Esa noche, durante 45 minutos pasé descargando mi primera canción. Te tocaba esperar a que algún usuario con el archivo se conectara y cuando muchos estaban presentes la velocidad aumentaba muchísimo. Ver la barra de progreso me despertaba ansiedad, y esa parte entre el 95 y 100 por ciento me estaba volviendo loco. Al final del proceso tenía un archivo: enigma_return_to_inocence.mp3, me apuré a darle doble click y me apareció la odiosa pantallita:
Sé que pasaron como 4 o 5 horas para poder descargar el programa que lo abría, no estoy seguro si fue Winamp o Real Player, pero al final logré abrir el archivo. Fue amor a primer descarga.
Esa semana bajé cuanto pude, probé cuanto sonido no conocía (te veo a ti intelligent dance music y tu extraño sonido) y cuanto casete o CD me había sido imposible comprar en la Plaza Vivar. Mi sueño era trabajar en una tienda de discos y ahora por primera vez ya no era necesario. A final de mes llegó la cuenta del teléfono, tenía 16 o 17 años, vivía con mi mamá y ella no estaba nada feliz.
Aprendí a hacer mis propios .mp3 en el primer mes. Mi amigo Julio me prestaba sus discos, eso si, uno a uno para que no se los perdiera. El siguiente mes ya no tenía disco duro. El plan era conseguir una quemadora para grabarlos ahí y liberar espacio, vamos, tener plata para otro disco era de ricos.
Escuché, grabé y amé con la mejor música del mundo sin gastarme un len, en un país donde eso no es delito. Todo un pirata sin dejar de ser un Script kiddie.
Es 2017 el .mp3 ha muerto anunciaron sus creadores al suspender la licencia de uso. “Hay codecs más eficientes y de características más avanzadas, como la familia .aac la cual ayudamos a desarrollar”, afirmaron, y cuanta cosa maravillosa ellos y Apple, han dicho de este nuevo formato.
Para mí el .mp3 murió en el 2012 cuando perdí mi disco duro en una de esas lluvias que todo lo arruinan y decidí empezar a pagar por la música que me gusta. El .mp3 me cambió a mí, a mis cuates, a mi mundo, me dio de que hablar, como bailar y herramientas para enamorar. Van a pasar años antes que dejen de existir las ventas de .mp3 en El Amate y dejen de venir de china los equipos de sonido con USB / CD para poder escucharlos. El rey está muerto y a mí ya no me importa quién es el nuevo rey.
Fuentes:
• https://www.iis.fraunhofer.de/en/ff/amm/prod/audiocodec/audiocodecs/mp3.html