Me duele tu llanto Óscar, tu hambre y tu realidad. Me siento culpable de tus lágrimas, desde la comodidad de mi casa no puedo juzgar tu pecado, mas bien me lastima la impotencia de no poder hacer nada para calmar tu dolor.
Eres la realidad de muchos niños, quizá la del hijo de la persona que me ayuda en casa o también la del niño que lustra los zapatos en la esquina del trabajo o la del pequeño que veo salir todos los días de su casa de lámina dentro de la colonia en la que vivo.
Tus lágrimas Óscar, son el reflejo de nuestra maldita sociedad. De esa sociedad que vota por corruptos, que roba, que miente y que engaña.
Hoy quiero buscar el culpable de tu llanto. Y quiero empezar por mí: Te pido perdón porque muchas veces he votado inconscientemente, porque a veces me ha ganado el egoísmo y me ha faltado solidaridad con los que no tienen las mismas oportunidades que yo.
La culpa también es de aquellos que llevaron a diputados corruptos a comerse el dinero del pueblo al Congreso, la culpa es de aquellas personas que no remuneran dignamente a sus empleadas en casa, la culpa es de los que se roban nuestros impuestos.
También tienen culpa esos dos empresarios que quieren viralizar la llegada de