Hace algunos años una amiga me contaba su experiencia:
La llamaron para ofrecerle una bebé, estaba a punto de nacer y la mamá deseaba darla en adopción. Ella se llenó de ilusión y las imágenes de cómo sería como mamá pasaron rápidamente en su cabeza.
Quienes gestionaban la “adopción” le sugirieron que se internara en un sanatorio privado para fingir una cesárea y allí le entregarían a la niña. Ella desconocía totalmente la situación de las adopciones en Guatemala pero esa petición le causó desconfianza.
Luego de varias averiguaciones se dio cuenta que estaba ante una adopción ilegal, rechazó la propuesta inmediatamente.
Como asesora en lactancia también me han llegado casos donde me preguntan si es posible asesorar a una madre que recibirá un bebé en adopción para que pueda recibir lactancia materna de su madre adoptiva. Existen casos documentados en el mundo donde sí es posible, sin embargo esto es en otros países donde los marcos legales son otros. Inmediatamente, cuando me llegan este tipo de casos las remito a las instituciones pertinentes para este tipo de casos.
Las adopciones en Guatemala se regularon a raíz de que había un comercio ilegal de niños. En 2007 surge la ley de adopciones que ampara la creación del Consejo Nacional de Adopciones que es, actualmente, el ente rector.
Obtener un niño por vías no legalizadas conlleva muchos riesgos. Según Rudy Zepeda, portavoz del CNA, lo primero que hay que saber cuando estamos ante una adopción ilegal es saber que esa madre que quiere entregar un niño en adopción tiene conflicto con su maternidad y que no tiene a ningún intermediario profesional que la oriente a que tome una decisión consiente sobre el futuro de su hijo.
El CNA cuenta con el Programa Madres en Conflicto con su Maternidad donde apoyan a estas mujeres para que puedan tomar una decisión informada. De 2008 a la fecha se han atendido a más de 1250 madres, más del 60% después de recibir la orientación decidieron conservar a sus hijos.
Es importante saber que el Consejo Nacional de Adopciones es la única institución legalmente autorizada en Guatemala para realizar procesos de adopción, cualquier proceso paralelo al CNA es totalmente ilegal y se cometería el delito de trata de personas.
“La adopción no es conseguir, agarrar, que me den un niño, en el peor de los casos, querer comprar un niño” comenta Zepeda.
De acuerdo con la psicóloga Lily Gossman, es importante garantizarle al niño que va a llegar a un lugar seguro.
Cada familia se somete a un proceso de evaluación psicológico y social para saber cómo están mentalmente, así mismo se toma en cuenta la petición de los padres que desean adoptar. “Las familias ponen el perfil, la edad, el sexo y en una junta de emparentamiento se hace una reunión donde seleccionan por cada niño tres perfiles de familia”, explica Gossman.
Es muy importante conocer el marco legal de las adopciones en Guatemala y comprender por qué existe un sistema para poder hacerlo de la mejor manera. “Se busca proteger y beneficiar a ambos: familia y niños” comenta.
En una reunión entre amigos salía a colación este tema. Alguien sugirió que es mejor que los niños no deseados estén con una familia que los ame aunque sea una adopción ilegal. “Es peor que esté sufriendo o en la calle” argumentaba.
Sin embargo, este tipo de situaciones hacen que el niño y la familia estén en vulnerabilidad porque la madre biológica podrá solicitar en cualquier momento que le devuelvan a su hijo.
Algo tan simple como una prueba de ADN hará que se los quiten y que ellos se sometan a un proceso legal por trata de personas.