Los patojos ya no juegan en las calles imagen

1.6 millones de adolescentes guatemaltecos están conectados a FB ¿Han sustituido las pelotas, guantes y bates por el frío chat o por las nuevas tecnologías?

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El antes

Era una tarde de octubre, el viento soplaba con celeridad, las hojas amarillentas de los árboles crujían con los pasos de aquellos pubertos que vestían ropa deportiva. Portaban guantes y bates de beisbol, algunas pelotas de segunda, compradas a inmediaciones del diamante de beisbol Enrique Trapo Torrebiarte, y una energía envidiable.

Unos caminaban, otros iban en sus bicicletas, pero todos tenían un mismo rumbo: el campo baldío de la 12 avenida y 10ª calle de la zona 2, conocido campito de los scout, rebautizado jocosamente por unos adolescentes como Scout Stadium.

Varias piedras simulaban almohadillas y un pequeño cerco emulaba la barda de los 400 pies. “Playball fanáticos”, decía un muchacho moreno de complexión atlética, mientras que un aprendiz de picher se preparaba a hacer su lanzamiento inicial. La misma escena se repetía cada tarde de vacaciones, por espacio de un mes aproximadamente, cuando la temporada beisbolera era sustituida por las guerras de canchinflines.

Sucedió en Guatemala, en un barrio céntrico de clase media, de eso hace apenas poco más de tres lustros, aunque pareciera que ha transcurrido una eternidad. La escena podría confundirse con un capítulo de la serie “Los años Maravillosos” o con la memorable película “Nuestra Pandilla”, (The Sandlot).

Algunas lunas han transcurrido desde aquella últimas vez cuando Tao, el Moro, Lunatrack, el Zorrillo, el Colocho, el Momo, Goofey, Abelardo, el out uniformado (David creo que se llamaba) y otra decena de patojos nos pusimos un guante de beis en la mano izquierda y jugamos a ser Samy Sosa, Chiper Jones, Barry Bonds y Mark McGwire por última vez.

Ser adolescente en los tiempos de FB (el ahora)

“Estoy aburrida ¿Alguien acá para chatear?”, escribió una de las primas de mi esposa en su muro de Facebook las vacaciones pasadas. Ambas crecieron en la cabecera departamental de Jalapa, la diferencia: solo quince años y una revolución tecnológica que permite a 1.6 millones de adolescentes guatemaltecos tener acceso a una cuenta de Facebook –FB-.

El dato, cortesía de iLifebelt, da cuenta que cerca del 25 por ciento del total de usuarios de FB (unos 6.6 millones) son adolescentes comprendidos entre los 15 y 18 años.

El periodo vacacional de mi esposa fue mucho más entretenido que estar detrás de una fría pantalla a la espera de que alguien más, quizás el vecino, interactuara por  FB, en vez de ir y conversar de frente. Ella solía ir a los ríos, jugar a deslizarse entre el lodo y cortar frutas de los árboles.

Algunas veces he recorrido las calles de la colonia en búsqueda de la patojada, de las carcajadas y de los batazos. He encontrado aquel campo y las calles vacías. Parece ser que los patojos ya no juegan en las calles ¿Estarán en el FB? ¿Sustituyeron los juegos tradicionales por las nuevas tecnologías? No tengo una respuesta para esas preguntas, solo puedo hablarles de cómo yo viví una infancia llena de juegos callejeros con patojos de mi edad y vos ¿Cómo pasas o pasaste tus vacaciones?

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