Lo bueno y lo malo de los meal prep imagen

Luego de una semana, creo que los meal prep son la solución a la falta de tiempo para cocinar.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Ya llevamos una semana probando suerte con los meal prep. Mi esposa y yo a veces estamos tan atareados con el trabajo y nuestro hijo que no nos da tiempo de preparar el almuerzo con calma, y comemos cualquier cosa. Y por cualquier cosa me refiero a algo muy improvisado. Pueden verlo en mi columna pasada. Aunque creo que esto será una solución a nuestra inestabilidad culinaria, hay cosas buenas y malas qué mencionar.

El lado amable

Miren, qué agradable en serio saber que el almuerzo ya estaba listo. Regresé a mi etapa de cuando era mantenido en la casa de mis papás. La mesa puesta, la comida caliente, recién cocinada. Solo era de llegar, sentarse, servirse, comer, agradecer, recoger los platos y a buscar oficio. Lo importante del meal prep es que ya está todo hecho, y no resta más que calentar el plato, y a lo sumo comprar tortillas o pan, porque eso de comer los del día de antes sí no me gusta.

También me facilitó mucho el hecho de estarme moviendo. Podía ir con mi lonchera y el meal prep a donde fuera toda vez hubiera un microondas. Y al mediodía tenía la certeza de que podría comer un plato completo cuando llegaran mis señales de hambre en vez de estar aguantando y sufriendo.




No lo medí, pero sí sentimos que hubo un ahorro en cuanto lo que usamos para cocinar. Por ejemplo, ensuciamos menos platos, usamos la estufa una sola vez, no hubo sobras y de paso nos acabamos la compra del mercado de un sopapo. No quedó nada en la refri para que se pudriera.

El lado menos amable

Creo que lo más obvio es la repetición. Al menos esta semana fue pollo, pollo, pollo y pollo. Acompañado de tomate, maíz, queso mozarella, cebolla, chile pimiento y frijoles negros sobre arroz. El primer día babeando esperé a que el plato girara en el micro. El segundo día ya fue sin prestarle atención. El tercer día ya estaba aburrido. Y el cuarto agradecí que se acabara.

Otro tema fue el de los trastes. No teníamos los tupperwares suficientes para almacenar la comida, o frascos de vidrio. A penas cabía la comida. Aunque los que conseguí estaban baratos, a Q24 el paquete de tres en Dollar City. Pero me hace conseguir más, y de diferentes tamaños.




Y en cuanto a los ingredientes, se complicó el asunto. A pura prueba y error tuvimos que ver si alguno se arruinaba o no. Por suerte no pasó, pero esa limitante está como una sombra cada vez que alistamos los menús con mi esposa. Y aunque podría andar llevando mi aguacate a todos lados, lo que no quiero es tener que estar cortando y picando en la mesa.

Conclusión

Funcionan pero aburren. Los meal prep son ideales y requieren experimentar mucho. Algunos de mis lectores y amigos me recomendaron varias cosas que no se me ocurrieron. Primero tener varias salsas listas. Por ejemplo, toda la semana con pollo, pero con salas distintas. Otra idea era variar las carnes y acompañamientos. En una semana tener el siguiente menú: lunes carne y fideos, martes pollo y arroz, miércoles carne y verduras horneadas, jueves pollo con fruta. En todo caso vamos a seguir probando hasta que perfeccionemos el asunto. Y aunque nos quite tiempo para ver un episodio de todas las series de Netflix que hay esta temporada, nos ayuda a relajarnos el estar cocinando una noche entera, platicando. Les recuerdo que cualquier otra recomendación o idea me la pueden hacer por mis redes en FB e Instagram (@Gordito_sin_dietas).

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