La procesión de la entrada de los Santos en la Iglesia del Calvario imagen

La feria de San Andrés Semetabaj y la procesión de su patrón, una tradición que matienen viva sus habitantes.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Colaboración especial: Laura Menchú

Es el segundo día de la fiesta patronal en San Andrés Semetabaj, Sololá, cuando al final de la tarde llega al parque Los Trigales, la procesión del santo patrono del pueblo, San Andrés apóstol, vestido con una túnica blanca con pequeños puntos rojos, como representación del güipil ceremonial de las mujeres de la región cuyo significado es  “la semilla y germinación de la vida, la fortaleza energética” relata Domingo Quino Solís, alcalde indígena del pueblo.

El patrón del pueblo va seguido de San Pedro apóstol, vestido con túnica roja. Aunque en cada cofradía se representan tres imágenes, en esta, hace falta la imagen de San Lucas apóstol, que por falta de anda no fue posible sacarlo en la procesión.

La única cofradía encargada del festejo procesional, es la Cofradía de San Andrés apóstol, que tiene bajo su cargo esta responsabilidad desde hace unos 25 años, como herencia familiar del señor Mario Coroxón. La razón por la que solamente una familia ha mantenido viva la cultura de la Cofradía en la fiesta patronal del Municipio de San Andrés es por la influencia de algunos movimientos religiosos contemporáneos, que han cambiado la ideología de la mayoría de los habitantes del municipio.

El portador del estandarte que va adelante del anda del santo patrono, con la imagen de la virgen del Rosario, es el señor Lucas Abel Cumes Coroxon, quien es reconocido como un integrante de las autoridades ancestrales de San Andrés Semetabaj y también pertenece al grupo de origen musical ancestral Tzin Tzin, según comenta Kukulkán Quino.

La comitiva procesional es acompañada al ritmo del son “La Caída del Sol”, la cual estuvo integrada por las reinas indígenas Kotz´ij Tinamit que significa Flor del Pueblo y la niña Alaj Kotz´ij Tinamit, La pequeña Flor del Pueblo, seguida por la reina de los Trigales y la señorita Deportes, así como por la corporación municipal oficial.

El anda y plumería en la que van las imágenes, es cargada de manera voluntaria cuatro personas, en las que se observa la participación de mujeres y hombres. Las plumas que adornan la parte superior de las andas, son de pavo real y se colocan posterior a la ceremonia llamada “el baile de los angelitos” en la que se ofrece una bebida ancestral fermentada. Dicha ceremonia se realizó el pasado 17 de noviembre. En este ritual de fusión cultural, también se ofrece al patrono y a los cofrades un plato de pulique, que es la comida típica, degustado con otra bebida ancestral de atol de masa de maíz con ceniza, sin azúcar y un poquito de sal y picante, cuenta el alcalde indígena Domingo Quino. 

Cada 27 de noviembre, se prepara la colocación de las plumas, en la armadura de plumería, sobre una base de caña de bambú o de carrizo. Las plumas de pavo real, son propias de la Cofradía.  Actualmente y para recordar la tradición, de cuando se prestaban o alquilaban las plumas a otras Cofradías, de Totonicapán o Sololá, se realiza una caminata que parte del cementerio del pueblo hacia la Cofradía.

Finaliza la procesión en la Iglesia del Calvario, en la que permanecerán las imágenes el tiempo que durará la feria patronal. El día 2 de diciembre, retornarán nuevamente al lugar donde se encuentra instalada la Cofradía. 

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