Múltiples son las interpretaciones que encontramos sobre el texto del Popol Wuj por la trascendencia que tiene al ser una de las principales narraciones del mundo Maya prehispánico. Sin embargo, una aproximación que ha sido poco explorada es la relativa a la gran madre-diosa y sus indicios en cuanto a la existencia de un matriarcado que se erigía en una sociedad recién organizada en torno a la producción agrícola. En todo caso, este matriarcado construyó un régimen legal donde el poder femenino hacía posibles las relaciones entre los miembros de la comunidad.
Estos accesos a la cultura parten de los estudios que integran diferentes ciencias sociales, como la Arqueología, la Mitología, la Historia y los estudios del Derecho. Uno de los principales artífices fue Juan Jacobo Bachofen en diversas obras, de las cuales la más reconocida es El Matriarcado, una investigación sobre la ginecocracia en el mundo antiguo según su naturaleza religiosa y jurídica. Su punto de partida es el reconocimiento de la simbología a lo largo de diversas culturas y civilizaciones donde el poder de lo femenino antecede al derecho de las sociedades patriarcales y que constituye el trasfondo de las diferentes religiones.
Si asumimos una lectura del símbolo de lo maternal en el Popol Wuj podemos identificar al menos tres esferas: la divina, la cósmica y la humana. Cada dominio se interrelaciona con los otros. Según el Popol Wuj, las divinidades, como en otras religiones, ya estaban presentes antes de la creación de seres humanos.
Ellas se encontraron y “discutieron, reflexionaron, y finalmente estuvieron de acuerdo en la unión de sus palabras y sus pensamientos”. De esta manera llegaron a tener claro que el alba rompería con la oscuridad y la humanidad debía aparecer. Entonces planearon la creación, y el crecimiento de los árboles y de los bosques, y el nacimiento de la vida y de la humanidad. En el texto, las divinidades son arregladas en parejas, lo que representa distintas fuerzas capaces de crear, nutrir, sostener, destruir y renovar la vida. Las diosas y dioses generan los campos y las fuerzas como la concepción y procreación, la provisión y el alimento de los seres humanos. Son responsables por el alba y el crepúsculo de vida. La función primordial es una que puede ser considerada como maternal y que está presente en las deidades mayas. En contraste con otros diseños culturales y simbólicos, la figura de las divinidades femeninas está relacionada con la luz del día y con el alba.
Particular mención puede hacerse de la función de la figura de la abuela Xmucane, cuyo papel es doble. Primero, la abuela desempeñó un papel muy importante en el intento final y exitoso de crear la vida humana. Ella molió el maíz amarillo y blanco, y preparó las nueve bebidas de las cuales viene la fuerza, la carne y el vigor de los seres humanos. Segundo, la abuela era la figura de autoridad, estrechamente relacionada con la madre tierra proveedora de la alimentación y la fertilidad de los campos. Regulaba ni más ni menos que las fuerzas de la vida.
Además, la figura de la abuela es una constante que no solo aparece en las narrativas de la creación, también lo hace en los otros relatos dados en el reino humano y de los héroes mayas en sus peleas contra los señores del ultramundo. En este sentido, la abuela es quien está consciente del destino de los héroes mayas, los gemelos (Hunahpu y Xbalanque), quienes vencieron a los señores de la muerte. Ella interpretaba si ellos estaban muertos o vivos por medio de la milpa. La abuela fue también capaz de reconocer las diferentes estaciones de la vida, cuando esta estaba consumida o cuando renacía. Además, la figura de la abuela era la expresión divina entre los humanos. En este sentido, ella era una expresión humana en el mundo de los dioses y las diosas, y una expresión divina entre el mundo de los humanos. Una autoridad entre las autoridades. (Continuará)
BLOG DANZA CÓSMICA: POR BIENVENIDO ARGUETA
Doctor en Educación y Estudios Culturales por la Universidad de Ohio, EEUU. Licenciado en Filosofía por la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), miembro de Instituto de Investigaciones Educativas de la USAC, profesor de área de Políticas Públicas de la Universidad Rafael Landívar y ex Ministro de Educación.