La formación profesional al servicio de la investigación criminal: El blog del crimen imagen

Siendo parte de la sociedad guatemalteca uno se pregunta cómo con todo este cúmulo de conocimiento adquirido la criminalidad aumente y víctimas inocentes sean asesinadas.

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La formación profesional de las fuerzas de seguridad a todo nivel ha sido un proceso que se ha realizado durante los últimos 30 años. La capacitación continua en diversos temas ha estado en la agenda de las instituciones y cooperación nacional e internacional, quienes con los mejores objetivos pretenden preparar de mejor manera a las fuerzas de seguridad para el combate de la violencia y el delito.

Los aspirantes a agentes policiales reciben cursos básicos durante su estadía en la academia, posteriormente otros especializados en manejo de crisis, temas preventivos, cibercrimen, investigación criminal sobre secuestro, extorsión, trata de personas, violencia contra la mujer y contra la niñez, para citar los múltiples temas en los que se han ido especializando.

La inversión financiera por parte del estado guatemalteco en los 30 años mencionados asciende a más de Q500 millones, además del apoyo técnico financiero de gobiernos de los Estados Unidos de América, Alemania, Corea, Chile, Taiwán y Colombia, que han brindado acompañamiento y asesoramiento equivalente a más de Q1 millardo –tomando en cuenta la inflación en forma ascendente.

¿Por qué se menciona lo anterior? Precisamente porque siendo parte de la sociedad guatemalteca uno se pregunta cómo con todo este cúmulo de conocimiento adquirido, el apoyo institucional que se ha brindado, los planes de profesionalización extendidos en una base anual… la criminalidad aumente, víctimas inocentes sean asesinadas y sectores vulnerables de la sociedad sean afectados día a día.

Esfuerzos enfocados

Todo curso recibido lleva un plan de enseñanza-aprendizaje, esperando como logro posterior el poder ser aplicado en contextos criminales que demanden una pronta respuesta. En nuestra realidad, la población demanda que la información recopilada sea manejada de manera estratégica, la elaboración de mapeos con enfoque investigativo, la planeación estratégica de persecución de delitos que conlleven a desarticular estructuras, tanto a los autores materiales como intelectuales de hechos criminales.

Ejemplos de aplicación de conocimiento adquirido podrían ser: asesinato de pilotos de buses, enfocando esfuerzos hacia rutas específicas, horarios, aparición de nuevos grupos criminales, tendencia hacia la extorsión, secuestro, intimidación de pilotos y sus familias, seguimiento de denuncias (si han sido interpuestas, obviamente) y sobre todo los patrones de los ejecutores que, como dicta la experiencia, podrían provenir de centros carcelarios y/o grupos familiares de índole criminal.

Los homicidios en áreas recurrentes: el reporte de estos hechos son elaborados con mucho detalle en la mayoría de los casos, por lo tanto, el manejo de información de primera mano en las colonias, barrios, centros educativos, tiendas y sobre todo el tipo de arma, impunidad de realizarlos en horas denominadas de baja incidencia.

Esta información se lee obvia; no lo es, ya que la conjunción de factores es lo que propicia una línea de intervención que muchas veces está ante nuestros ojos, lo que falta es integración de factores en tiempo y espacio.

Los crímenes en contra de grupos vulnerables 

La acción conjunta de grupos de investigación criminal sería lo preciso para vincular una denuncia de desaparición, una alerta Alba Kenneth, una ausencia en centro escolar, una intimidación por parte de “pequeños grupos criminales de barrio” hacia los pobladores, una denuncia de violencia intrafamiliar. Es una tarea nada fácil de llevar a cabo, solamente se mencionan estos factores ya que al analizarse y graficarse de manera dirigida daría líneas de investigación válidas.

El conocimiento es dinámico y cambiante: no hay mejor forma de saber su utilidad que el aplicarlo en el terreno y en contextos diversos. Los índices de criminalidad no son meramente números y reflejo de incremento o decremento de los delitos, reflejan la complejidad e interrelación de unos con otros, aparecimiento en áreas donde se desconocía o no se había registrado, la transición de una denominada “área media” hacia una “área roja”, hablando en índices criminales, y la mutación de delitos por otros, que resulta difícil su investigación y seguimiento.

La sociedad reclama seguridad y tranquilidad, las fuerzas de seguridad mayor equipamiento y capacitación y los familiares de la víctimas justicia, investigación, juicio y sentencia. La combinación de elementos teóricos, la aplicabilidad en contextos varios, la puesta en marcha de un plan estratégico de lucha frontal en contra de autores materiales e intelectuales de delitos diversos, hace que la inversión realizada en la profesionalización de entes investigativos valga el esfuerzo, reflejándose en recursos materiales adecuados y un recurso humano capaz, profesional y sobre todo con voluntad de servicio.

BLOG DEL CRIMEN: POR FEDERICO REYES




Doctor en reconstrucción facial por la universidad de Glasgow, Escocia. Catedrático del curso de análisis criminal y pensamiento lateral en Unversity College London, Inglaterra. Asesor para MP, INACIF, PNC y Naciones Unidas

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