La feria de Jocotenango es la de la ciudad, en donde cientos de personas se dan cita para pasar momentos alegres, pero a veces te puede suceder un mal momento.
Para nadie es un secreto que cuando hay muchas personas en un lugar, los maleantes aprovechan para robar y hasta tocar, pues en la feria no es la excepción.
En años electorales, los partidos políticos también aprovechan para realizar campaña política en los alrededores, en el año que más campaña vi, fue en el 2011, cuando Alejandro Sinibaldi estaba compitiendo por la Alcaldía municipal. Él llevó bailarinas, tarimas, un camión, premios y hasta un grupo de baile de moda de aquella época.
Cuando se pensó que los partidos políticos respetarían la feria fue en 2015, cuando se destaparon los casos de corrupción más famosos de la historia, cuando la población ya estaba cansada de la clase política, pero tampoco en ese año respetaron. Recuerdo que fui con un grupo de amigos y allí estaban el WINAQ, Encuentro por Guatemala, UNE, FCN, Convergencia y Fuerza de los que me acuerdo.
La feria en año electoral es de candidatos políticos que quieren votos, que después ignoran.
Pero están esos que aprovechan la feria para cometer actos delictivos.
Conocemos casos que estando en la feria aprovecharon para sacarle el celular o para robar dinero de la bolsa. En aquel tumulto que se hace para entrar en donde está el “resbaladero gigante”, pasar por allí es casi imposible, pero lo intentamos y ahí nos sacan nuestras cosas.
Los ladrones van y vienen, hay quienes cuentan que al estar en un comedor de la feria, dejaron su billetera en la mesa a la vista y, solo pasó un niño como de 12 años, la agarró y salió corriendo del lugar.
Esas cosas están entre las malas de la feria. Pero pase lo que pase nos sigue gustando ir a comer unos churros, jugar lotería, tiro al blanco y la rueda de Chicago.
Este 15 de agosto es el mero día de la feria y, sin duda, muchos de nosotros estaremos por allí ese día.