¿Cómo mostrarle a otras personas que estás contento sin utilizar palabras ni gestos? Expresarlo ha sido más fácil desde que la famosa “carita feliz” fue dibujada por primera vez en 1963. En 54 años la humanidad ha cambiado mucho, pero la smiley face se mantiene intacta. Ha pasado de los botones que se ponían en la ropa a los emojis que se envían por Whatsapp.
Pero es probable que pocos se imaginaran que un símbolo de felicidad mundial haya tenido que ser “inventado”. ¿Cómo algo tan sencillo y tan común tuvo que diseñarse? El éxito de la carita feliz se debe, precisamente a eso: un símbolo tan fácil de recrear con un mensaje positivo de unión y felicidad está destinado a vivir por décadas.
Harvey Ball: detrás del ícono
La mente maestra detrás del círculo amarillo con dos puntos negros y una línea ondulada jamás imaginó el rotundo éxito de su símbolo y por esa razón nunca lo registró. De no ser por el trabajo de su familia, el nombre del inventor habría quedado en el olvido, mientras su creación serviría como el emblema de la felicidad mundial.
Su nombre es Harvey Ball y el mundo lo recuerda como el creador de la icónica “Smiley Face”. El invento nació en 1963 en el estudio de la compañía de publicidad recién fundada de Ball, llamada “Harvey Ball Advertising”. El militar, retirado de una carrera exitosa en el ejercito, había visto mucha destrucción, violencia y odio a lo largo de su vida ya que luchó en Asia y el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial con el ejercito estadounidense. Estas experiencias, sus estudios en arte en el Worcester Art Museum School y sus años dedicados a la pintura lo llevaron a crear no solo un signo, sino el logotipo oficial de la felicidad mundial.
El éxito de la carita feliz se debe, precisamente a eso: un símbolo tan fácil de recrear con un mensaje positivo de unión y felicidad está destinado a vivir por décadas.
Los efectos de una “carita feliz”
¿Sabías que el primer viernes de cada mes se celebra el Día Mundial de la Sonrisa? La World Smile Foundation (WSF) fue creada en 1999 en honor a Ball y la Smiley Face. Todos los años, específicamente el primer viernes de octubre, se organiza el World Smile Day en el que se recaudan fondos para diversas fundaciones que ayudan a niños.
Después de crear uno de los iconos de felicidad, Ball fue testigo del abismal crecimiento de su invento. A pesar de que este fue registrado por los hermanos Spain (Murray y Bernard – que se aprovecharon de que el símbolo no había sido registrado por Ball), este vio los frutos de todo un movimiento detrás del ícono que dibujó en papel y lápiz. Más allá de las ganancias económicas, Harvey Ball le había dado al mundo una herramienta muy poderosa para esparcir optimismo.
Cada vez que alguien envía ese emoji por Whatsapp o dibuja esa “carita feliz”, le recuerda al mundo que fue un soldado estadounidense que amaba pintar quien la retrató por primera vez. Ball usó su talento para dejar un mensaje positivo permanente en el mundo. A diferencia de otras figuras que se han rodeado de fama y millones a consta de inventos de dudosa intención, el creador de la Smiley Face murió en 2001 rodeado de su familia y con una sonrisa; esa sonrisa que deja la vida cuando se han hecho las cosas bien.