La absurda prohibición de cerrar bares para Semana Santa en Antigua imagen

Crear normativas restrictivas y de esta forma vulnerar derechos de terceros me parece un atropello para el sentido común.

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Soy cucurucho y católico practicante. Desde luego, disfruto de la gastronomía de la época y ocasionalmente visito la Antigua Guatemala el Viernes Santo, puesto que participo en las procesiones de la capital. Estoy a favor de preservar las tradiciones y considero que la ciudad colonial es el escenario de una de las mejores versiones de la Semana Santa no solo en Guatemala, sino en el mundo.

No obstante, crear normativas restrictivas y de esta forma vulnerar derechos de terceros me parece un atropello para el sentido común. La medida impulsada por el Concejo Municipal de Antigua Guatemala, que pretende prohibir la apertura de bares y discotecas en Antigua Guatemala durante el Jueves y Viernes Santo, es arbitraria y absurda no solo porque limita el libre comercio, sino porque convierte a la tradición en una especie de fundamentalismo religioso intolerante y discrecional.

Además, el acuerdo municipal prohibirá la venta de productos y gastronomía no tradicionales, por lo que la disposición pretende decidir qué tipo de alimentos consumirán los turistas y desde luego imposibilitará o complicará el consumo de bebidas alcohólicas. 

La Antigua Guatemala es una ciudad eminentemente turística y al visitante le gusta ver procesiones, pero también disfruta de las fiestas y las bebidas alcohólicas. ¿Por qué? ¿Son acaso una expresión demoníaca? ¿Es inapropiado beberse una cerveza bajo el calor sofocante de un Jueves Santo a mediodía?

La justificación de la disposición es que algunas personas se exceden en el consumo de estas bebidas. ¿Lo hacen con el hígado de las autoridades ediles? En todo caso, se tendría que sancionar los escándalos en vía pública para los que, producto del exceso de ingesta de alcohol, hagan algo al margen de la ley. Punto y aparte de esto, no veo ninguna complicación con complejidad con la venta libre de estas bebidas. 

¿Por qué impedirle al visitante disfrutar de una experiencia que combine piedad popular y un poco de fiesta nocturna? ¿Por qué el Concejo Municipal de la Antigua Guatemala se toma la libertad de impedir que los visitantes beban y coman lo que les plazca?

La medida es ridícula, fundamentalista y dictatorial y solo logrará desincentivar el turismo a la hermosa ciudad colonial durante la época de máxima demanda. ¿Se imagina usted tomar vacaciones e ir a una ciudad donde se le prohíba beberse una cerveza? ¿Iría usted a ese lugar o preferiría buscar otro destino? 

¿Está de acuerdo con esta absurda prohibición?

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