En mi página de Facebook “El rincón de lactancia” subí esta reflexión y se compartió más de mil veces, el post llegó hasta Chile, México, Ecuador y Perú. Me gustaría que alguien pudiera hacer algo por estas madres que se sacan la leche de sus hijos en el baño.
Si ustedes se extraen la leche en el baño, es momento de compartir este blog y hacer conciencia para que dignifiquen sus lactancias. Pueden hacerlo en la mesa del comedor de su oficina.
¡Que no les de pena!
Jefe en el baño no, porque mi leche es el alimento que mi hijo tomará el otro día.
Jefe en el baño no, porque no es el lugar adecuado para almacenar la comida de mi bebé.
Jefe en el baño no, porque le aseguro que jamás se comería un desayuno preparado a la par de un inodoro.
Jefe en el baño no, porque mi leche es alimento y la forma en la que quiero mantener a mi hijo sano.
Jefe en el baño no, porque sacarme leche es un acto de amor.
Jefe en el baño no, porque necesito que dignifiquen mi maternidad.
La última vez que me vi sentada en el inodoro y me extraía la leche imaginaba la carita de mi bebé ansioso por tomar su alimento”
En el post muchas madres contaron su experiencia. “A mi me apoyaron diciéndome que me pondrían un toma corriente en el baño” dijo una de ellas.
El cambio está en nosotras, en mi caso yo opté por sacarme la leche en el comedor de la oficina. Nadie ha hecho ningún comentario negativo, socializar que el alimento de mi hija es importante para mi y mi familia ha sido suficiente.
Normalizar la lactancia está en nosotras las madres, en los jefes y en los compañeros de trabajo.