¿Estaría Jesús de acuerdo con el decreto 5272? Yo creo que no imagen

Jesús fue un tipo escandaloso. Siempre andaba haciendo cosas que enojaban a las autoridades religiosas, porque mostraba más inclinación por la compasión que por la ley.

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Jesús fue un tipo escandaloso. Siempre andaba haciendo cosas que enojaban a las autoridades religiosas, como sanar enfermos en el día de descanso (era prohibido hacer cualquier cosa ese día) o juntarse con los cobradores de impuestos (léase políticos corruptos), prostitutas y otros parias de la sociedad. Jesucristo siempre mostró más inclinación por la compasión que por la ley.

Cuando lo acusaban de juntarse con corruptos, prostitutas, borrachos y demás, Él contestaba que había venido no por los justos, sino por los que saben que son pecadores; por los enfermos y no por los sanos; por los “malos” y no por los “buenos”. Jesús, en lugar de apartarse de ellos, cenaba con ellos, platicaba con ellos, los buscaba, los escuchaba. Su ministerio era para los perdidos, para los enfermos, para los pecadores y no para los religiosos que se sentían muy orgullosos de cumplir toda la ley.

El decreto 5272 hace lo contrario, nos segrega. Esta ley abre la puerta para un tipo de segregación como la que antecedió al holocausto o de la segregación racial en Estados Unidos, donde ciertas personas no se podían mezclar con otras y que tristemente fue apoyado por iglesias cristianas hasta con violencia si lo creían necesario.

De acuerdo con los estatutos de la ley, el futuro se ve muy segregado. Por ejemplo, todos tendríamos el derecho de poner un rótulo afuera de nuestros negocios y prohibir la entrada a las personas que no se identifican como heterosexuales. Como cristianos, ¿no deberíamos defender la postura de Jesús, que en lugar de alejarse de quienes se consideraban pecadores, se acercaba? ¿No deberíamos abrir las puertas de nuestras iglesias, en lugar de encerrarnos ideológicamente detrás de leyes discriminatorias y sin compasión?

El decreto de ley habla acerca de defender a la familia con valores cristianos, con perspectiva cristiana, pero lo hace sin enfocarse en la compasión y el amor que el mismo Jesús predicaba con su vida. A veces se nos olvida que aunque no pequemos igual que los demás, nosotros también pecamos. Y muchas veces, lo hacemos causando dolor y división, en lugar de mostrar luz y unidad al mundo.

El Estado laico también es importante para los cristianos

El Estado laico es importante para los cristianos, igual que para todos los demás. Ahora, estos diputados que se representan como cristianos imponen su religión irrumpiendo la libertad de los demás. Jesús mismo no impuso nada sobre nadie. Someter los valores cristianos es una nueva colonización tan absurda y violenta como la de hace 500 años. Viviremos como cristianos en libertad, no obligados. Los valores cristianos no se imponen, se inspiran. No segregan, unen. No juzgan, sino que perdonan. Si no vivimos como cristianos en libertad absoluta, nuestro cristianismo es de mentira. Este decreto de ley nos estaría forzando a una vida cristiana que por definición sería falsa, porque sería solamente con obras y no con fe.

Además, ahora vemos diputados cristianos empujando “leyes cristianas”, pero en menos de un año podríamos tener diputados budistas empujando leyes budistas, obligándote a enseñarle a tus hijos sobre reencarnación o leyes musulmanas, obligándote a usar velo o una vestimenta específica o a orarle a otros dioses. Proteger la laicidad del Estado también protege el cristianismo, porque así como permite la libertad de otros, permite nuestra libertad.

Educación sexual también es importante para los cristianos

Este es uno de los temas más duros de la propuesta. Si bien, podemos pensar que estamos protegiendo a nuestros hijos de la ideología de género, en realidad estamos ocasionando una avalancha de ignorancia sobre nuestro país. Esta ley establecería que únicamente los padres pueden elegir qué tipo de educación sexual se le da a sus hijos, y con la diversidad de pensamiento que existe en cualquier centro educativo (incluso, en los centros que se identifican como cristianos), lo más probable es que los colegios y escuelas ya no enseñen nada acerca de relaciones sexuales saludables, control de natalidad, una cultura de no violencia sexual, creando un caldo de cultivo que solamente generará más embarazos no deseados, violencia sexual y/o enfermedades. En una clase de 30 niños, la maestra no puede enseñar 30 diferentes clases, lo que ocasionaría un silencio irremediable en uno de los temas más importantes para la humanidad.

Si bien es cierto que algunas familias tienen completa capacidad de enseñarles sobre sexualidad a sus hijos, este no es el caso de todas las familias de toda Guatemala. En algunas familias, incluso, los ancianos no tienen conocimiento de educación sexual, ni los adultos y mucho menos los niños. Es aquí donde vemos que este decreto ha sido redactado desde la perspectiva de dos hombres ladinos, capitalinos de clase media y alta, y se queda muy lejos de representar a la mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas; que no poseen ningún tipo de educación y que esta ley impactaría más a la ignorancia que se ha fraguado durante tantas décadas en nuestro país.

El aborto penalizado también afecta a los cristianos

El decreto también penaliza el aborto culposo, que sugiere que toda mujer embarazada que tenga una pérdida es sujeta a un análisis de parte de un médico para establecer su inocencia. Este tipo de ley tiende a asumir que somos culpables antes de que seamos inocentes. Si una mujer que ha perdido a su bebé es injustamente o erróneamente catalogada por su médico, puede ir presa. Con esta ley, asumiríamos que las mujeres son moralmente malas hasta ser declaradas buenas por un médico, que igualmente puede ser moralmente malo. Quiero decir, los médicos también se confunden, también cometen errores y también pecan.

A pesar de que estoy en contra del aborto porque las estadísticas confirman que no es la solución que promete ser, no estoy dispuesta a tener este tipo de ley donde las mujeres y sus hijos saldríamos más perjudicadas que beneficiadas.

¿Quién tira la primera piedra?

Este decreto es la piedra que se le tira a la mujer adúltera aquella vez que Jesús decidió mostrarle compasión, porque en lugar de abrir las puertas para el diálogo, la luz y el amor, estamos abriendo cárceles, segregando y llevando oscuridad cuando nosotros mismos no somos dignos de tirar ninguna piedra.

Durante mucho tiempo, en diferentes partes del mundo, hemos aprendido que la homosexualidad y el aborto convierten a las otras personas en nuestros enemigos y que debemos defendernos de ellos y de ellas. Pero no es así. Dios tiene espacio en el Reino para todos, ya sea con aquel pecado o con este. Nadie puede alcanzar la meta establecida por Dios, y para eso está Jesús, que nos acepta a todos, nos recibe a todos, nos busca a todos.

Más nos valdría dejar de señalar con el dedo y permitir que en completa y absoluta libertad nos acerquemos a Cristo, más parecidos a Su compasión y más alejados a la ley de los fariseos, que después de todo crucificaron a Jesús por no seguir la ley de un día de descanso.

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