«You’re standing a long time on the shore
You try to chase away your thoughts
You want to feel the land you’re looking for
You want to move, but you lost the call
You want to pray, but you forgot the words
You lost the land you’re looking for
But the first steps are in your heart
Some answers come from tears and from the dark
And all the signs are in the heart
Sometimes you must close your eyes
To see Who you are»
(Estás parado mucho tiempo en la orilla/ Tratas de ahuyentar sus pensamientos/ Quieres sentir la tierra que estás buscando/ Quieres moverte, pero perdiste la llamada/ Quieres rezar, pero olvidaste las palabras/ Perdiste la tierra que estás buscando/ Pero los primeros pasos están en tu corazón/ Algunas respuestas provienen de las lágrimas y de la oscuridad/ Y todos los signos están en el corazón/ A veces debes cerrar los ojos/ Para ver quién eres)
Algo que le debo a mi yo interior, es una temporada entera en soledad. De preferencia en una locación muy lejos de éste lugar. Algo árido y con mucho horizonte. Vasto. Y que no tenga final. Sentarme frente a una fogata dentro de un círculo protector de piedras sagradas. Con un ticket de ida y vuelta en mis manos, hacia lo más profundo de mi corazón y consciencia. Despejar mi cabeza, apretar muy fuerte mis ojos al cerralos. Y en el momento de abrirlos, ver a todos mis demonios meditando sobre qué es lo que tienen por decirme. Que revelen las cosas en las que he fracasado como ser humano. Yo no tengo intención de callarlos. Los escucharé porque sé que más de algo tengo que aprender de ellos, frente a esa hoguera.
Admiro a los músicos que tienen la capacidad de seguir expresando los sentimientos más honestos del ser humano. O pocos son a los que en realidad les interesa, más allá de la pose. Adam Darski (más conocido como Nergal), vocalista de la banda de black/death metal Behemoth, es uno de ellos. Si bien es obvio que eso y otras cosas de corte aún más oscuro, es el tema recurrente con Behemoth.
Por lanzar al mercado tienen, en su proyecto alterno de dark blues y folk americana, el disco Me And That Man, junto con el músico John Porter. Retoma parte de esos mismos temas, pero esta vez, de la mano de la clara influencia de Johnny Cash, Mark Lanegan y Nick Cave. Que seguro para muchos puristas, en especial de ese género del metal, será como una especie de traición a toda una tradición de ese tipo de música. Pero nada más lamentable y deprimente, que alguien que se cierra a la experimentación y evolución de un artista. Todo por la comodidad de quedarse en lugares comunes.
Con Me And That Man, Darski se acerca al lado de las sombras del hombre de una manera más melancólica. Pone en evidencia nuestras carencias, las hace más cercanas y casi más palpables. Como lo solía hacer Johnny Cash, con sus hermosas baladas en donde nos contaba relatos terribles, adoctrinándonos a que esta existencia duele y que de dulce, poco es lo que tienen que ofrecernos. Es justo el tipo de músicos que me gusta escuchar. Porque me identifico más y me retan al mismo tiempo. Mis tropiezos y los golpes me son más cercanos. Y estos los puedo acompañar de canciones como My Church Is Black o Aint Much Loving.
Nadie se sienta a contemplar el abismo solo porque sí, o tal vez me equivoco. Quién sabe. Pero lo cierto es que las canciones de este primer disco como proyecto titulado Songs of Love and death, Darski y Porter nos dejan un sabor agridulce. Nos hacen sentir que todos al final de cuentas, somos algo muy parecido a ángeles caídos: rechazados y lastimados, lamiendo nuestras heridas en rincones muy oscuros. Mientras susurramos «We ain’t coming for forgiveness / We’re not paying for our sins / We betrayed you / our sweet Jesus / We have choosen hell on earth.» (No vamos a pedir perdón / No estamos pagando por nuestros pecados / Te hemos traicionado / nuestro dulce Jesús / Hemos escogido el infierno en la tierra).
Las llamas frente a mi han iluminado más allá de mi rostro. Han alumbrado el camino a mis conflictos humanos y espirituales. Apenas estoy comprendiendo que las respuestas que busco, vienen de otro lugar al que solo puedo ir a oscuras, con los ojos cerrados y a tientas… en un intento de plegaria fallida. Y el dolor y la desolación de la que habla Me And That Man en cada acorde es en realidad, lo que necesito sanar antes de salir del círculo; si es posible. Al momento de volver a abrir los ojos, veré al mundo sin vergüenza de mis cicatrices y que el resto de las personas puedan ver a través de esas grietas todo el fuego que llevo dentro.
Para Escuchar: My Church Is Black, Aint Much Loving, Cross My Heart And Hope To Die, Steppenwolf.
BLOG LOS PACTOS SECRETOS, POR ÁLVARO SÁNCHEZ
“Álvaro es un melómano del underground mundial. Si antes invocaba al diablo e invitaba a bailar frente a un tribunal inquisidor, ahora escribirá metáforas distintas, pero con la misma intensidad, él vendió su alma por la música”.