La rabia se mezcla con la tristeza para crear un monstruo enjaulado que no sabe qué hacer o hacia donde ir. Diputados queriendo legalizar crímenes, como siempre. Presidentes viviendo de lujos, mintiendo, “aprovechando” su situación para tener privilegios dignos de cualquier nepotismo de primera clase con listón azul para sentirse extra especial. Desastres gubernamentales que nos impiden reaccionar a los desastres naturales. ¿Es mejor sacarlo todo protestando o es mejor quedarse callado?: el debate infinito.
Tras aquel “cállese y trabaje” están todos los que preguntan si después de trabajar ya se puede protestar. ¿Si después de hacer todo bien y ser el samaritano de honor ya podemos exigir algo? ¿O nunca vamos a poder exigir nada y contentarnos con migajas? El caso de tirar la primera piedra aplica solo para temas de moralidad y ética pero no de legislación. La ley sigue siendo siempre la ley.
¿Es mejor quedarse en silencio?
Usualmente las protestas traen a la luz temas negativos, nefastos, incómodos. Hablar de esos temas nos puede llevar al rencor, al odio, a los insultos y muchas veces (a propósito o no) a la calumnia. De repente acusamos a alguien de ladrón y resulta que no robó el dinero para los lentes, que se lo regalaron. No sé, ejemplos como esos.
Quedarnos callados y hacer lo que nos toca trae paz a nosotros mismos y a los demás. Quedarnos callados crea de alguna manera, un ambiente de paz obligatoria donde nos aseguramos en que nosotros hacemos todo bien y dejamos al vecino (o al gobierno) con su libertad de hacer todo como prefiera.
¿Es mejor protestar?
Ahora, mi punto. Está bien el argumento de la paz pero ¿no deberíamos sacar a la luz las injusticias? ¿No deberíamos estar indignados porque a pesar de casi 200 años de existencia Guatemala aún no tiene capacidad de respuesta para las crisis? ¿Doscientos años después y aún tenemos un sistema de gobierno que aprovecha las calamidades de desastres para empujar una agenda política que permite que los crímenes vayan impunes? ¿Doscientos años de silencio en los temas que importan?
Me parece que ante la duda, quedarse callado siempre es mejor. Pero quedarse callado no significa dejar de pensar. De analizar en nuestras cabezas qué pasa y como podríamos estar haciéndolo mejor. Construir una manera en la que podamos reclamar las injusticias cometidas por siglos en nuestro país sin el discurso esclavista de “no digas nada, solo trabaja”.
Es momento de dejar de pensar que los que alegan son los que menos hacen porque no necesariamente es cierto.
Trabajamos callados sin alegar y seguimos sin medicina en los hospitales. Rescatamos sin alegar y los bomberos siguen sin equipo necesario para cumplir su labor. Aportamos sin alegar y los diputados se lo cenan con sus amigos en un restaurante al que no nos damos el lujo de ir porque simplemente no podemos. ¿Quién va a hablar de las injusticias si todos estamos callados? ¿Como logramos que los malhechores de Guatemala tengan consecuencias si todos estamos viendo para el otro lado? ¿Cómo hacemos para rendir cuentas?
Todo es pregunta seria.
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