Enero de 2018 promete ser inolvidable para los guatemaltecos, transcurre apenas el primer mes del año y ya sabemos que alguien por fin #letoca. Además confirmamos que Alejandro Sinibaldi representa a la política más perversa, corrupta y sucia. El ex ministro de Comunicaciones y aprendiz de político se esconde tal cual rata de alcantarilla, rehúye de la justicia que golpea desde hace tiempo su puerta.
Mientras que Manuel Baldizón se juega su última carta y le ruega, tal cual monja que desea redimir sus pecados, a Estados Unidos le brinde asilo político. Enero también nos trajo la agradable sorpresa de una postal digna de enmarcar: la de la entrada triunfal de Arístides Crespo a la torre de tribunales. El legislador es uno de esos políticos camaleónicos, mal reciclados, que durante años se pasearon por los corredores del Organismo de la vergüenza.
Crespo es de esos políticos inescrupulosos, transas y negociantes. Pero esta vez dejará de recubrirse con el manto de la impunidad que lo escondió durante años. Y es que el otrora presidente del Legislativo participó en la creación de plazas fantasmas y benefició a 17 de personas con salarios de hasta Q15 mil, sin que estos asistieran a labores, según las investigaciones del Ministerio Público –MP– y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala –CICIG–.
Devolución del crédito fiscal
Además MP y la CICIG vinculó, en este mismo enero, al ex candidato vicepresidencial de la Unidad de la Esperanza –UNE-; Mario Leal Castillo y a otras personas sindicadas de dirigir una red que agilizaba, mediante cobro de coimas, la devolución del crédito fiscal de empresas privadas. En esta investigación también figura el ex candidato a diputado por el partido CASA Inngmar Iten.
La justicia promete tocar a todos y cada uno de los corruptos que durante años han mamado de la teta del Estado, que se han enriquecido y transado con los recursos del erario nacional, el cual se nutre del sudor de los guatemaltecos decentes, que somos la mayoría.
El ministro de la Defensa Williams Mansilla también fue detenido por su involucramiento en el traslado del famoso #bonomilitar al presidente Jimmy Morales, quien ahora enfrenta con descaro otro bochorno. Esta vez por haber utilizado a la Secretaría Asuntos Administrativos y de Seguridad –SAAS– para pagar lujos innecesarios, que en todo caso pudo costear con el salario que le regalamos los guatemaltecos.
A Morales se le endureció mucho el cuero en los últimos dos años, ha pasado de recibir bonos militares inventados adhoc a patrocinar caprichos frívolos con fondos públicos. Ya no se inmuta, ya no le da pena y emite declaraciones cínicas sin enrojecer su rostro.
Se vino enero y nos sacude a los guatemaltecos, llego el primer mes de año, con vientos gélidos pero también con aires de esperanza, con la promesa de que la justicia puede tocar la puerta de los que un día fueron intocables.