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Ayer, antes de iniciar el partido Liverpool – Roma en las semis de Champions League, una turba de aficionados de la Roma dejó en estado crítico a un hombre de 53 años. Dos hombres de veintitantos años tienen cargos de intento de homicidio. Los videos de la turba enloquecida son impactantes. Para muestra, un botón:



Soy aficionada del futbol desde antes que muchos supieran donde tienen las piernas y desde ese tiempo he encontrado gente que odia a países enteros a causa del futbol. Y desde ese tiempo también, me ha parecido una verdadera y colosal muestra de ignorancia y gasto de bilis innecesario:

Ejemplo número 1: México.

México es un país increíble, su gente se gana el primer lugar en la categoría de mejor anfitrión cualquier día de la semana. Son considerados con los turistas, amables y muy fiesteros. En arquitectura, en naturaleza, en historia, en tradiciones, México es fantástico. Aún así, conozco decenas de personas que odian México basados en que su conocimiento acerca de nuestro vecino se limita al equipo de futbol y a los comentaristas deportivos (y quizá a Paty Chapoy). No les gusta perder en Concacaf por lo que han decidido que todos los mexicanos merecen su odio y violencia.

Ejemplo 2: Real Madrid y Barcelona

Tenemos una debilidad especial para obsesionarnos con los equipos. En Guatemala hay más movimento por el Real Madrid y el Barcelona que por cualquier equipo -o causa- local. Y vean que no dije la Liga Española, que esa no la ve nadie si no están jugando el Barca o el Madrid. Amigos dispuestos a darse a golpes, hay quienes insultan a su “rival” en las calles de cualquier rincón de Guatemala, la ironía de un chiste entre colonizador e independencia.

Al final, esta vez no hablamos de identidad sino de violencia. Insultos, malos chistes, golpes, turbas violentas… todo por defender a un equipo de futbol que aunque gane o pierda partidos, siempre gana dinero. En cambio, después de la violencia con la que defendemos a nuestros equipos, después de rompernos la cara, de violentar a los otros en la calle con insultos o golpes ¿qué ganamos nosotros?

¿Será que las estrellas de ese equipo al que defendemos vendrán a darnos la medalla de honor por ser tan admirables fans? ¿Será que no sabemos qué significa ser fanáticos sin ser violentos?

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