El hambre primaria imagen

¿Quieres aprender a comer de manera intuitiva? Estos consejos de mi nutricionista me ayudaron mucho cuando comencé.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Cada vez que alguien menciona la palabra dieta siempre se me encoge la panza en un pequeño espasmo. Pienso en todas las veces que me ha tocado pasar hambre, desde aquellas en que no tenía pisto en la universidad ni para una bolsita de mango, hasta las pocas veces que estuve en un régimen alimenticio que me prohibía comer más de no sé cuántas calorías u onzas.

Pero por lo regular casi siempre le di rienda suelta a mi hambre, en especial cuando llevaba más de seis horas de no comer nada. El problema era que me daba las grandes hartadas y terminaba con la comida en la garganta. En muy pocas ocasiones me sentaba a comer despacio dejando que la comida se enfriara lentamente.




Luego comencé este proceso con Grayt y el respeto al hambre y sus señales. Esta es mi columna número 30 aquí en Relato. Ha sido un proceso largo, lento pero que me ha enseñado mucho. Por eso hoy quiero compartirles un texto que me ayudó mucho cuando empecé a comer de manera intuitiva.

Este fue hecho por Ana Lucía, mi “nutri”, y me ha servido para descubrir cómo mi cuerpo me pide cierta clase de alimentos (no siempre ni todo el tiempo) y de paso evitar darme las grandes hartadas que me dejan incómodo el resto del día. Para comenzar, debemos identificar nuestra hambre primaria, y Grayt me da seis pasos para poner en práctica:

1. Empieza por escuchar la más mínima sensación que indique que estás experimentando hambre fisiológica, como el gruñido del estómago, un leve dolor de cabeza, falta de concentración, irritación o falta de energía, entre otros.

2. Tan pronto reconozcas la señal biológica de hambre, proporciónate el tiempo y el permiso para comer. Si ignoras esta primera señal básica de hambre, será bastante difícil identificar qué es lo que realmente te apetece comer. También será difícil reconocer las primeras sensaciones de saciedad.

3. Si durante un largo período de tiempo no experimentas señales de hambre, puedes intentar programar una ingesta cada 3 o 4 horas. Eventualmente, tu cuerpo se acostumbrará a ser alimentado regularmente y empezará a manifestar sensaciones regulares de hambre.

4. Ten en cuenta que si estás enfermo o estresado, las señales de hambre pueden estar mitigadas. Es importante alimentar el cuerpo también en esos días, aunque no se perciban claramente las sensaciones de hambre.

5. Asegúrate de tomarte el tiempo suficiente para hacer la compra, la selección y la preparación de alimentos.

6. Si es necesario, prepárate un refrigerio y tenlo listo para cuando experimentes hambre. De esta forma, muestras respeto por tus señales internas y satisfaces tus necesidades biológicas.

Por último, el texto nos deja una serie de tips para que el momento en que decidamos comer, sea agradable y placentero. De veras, inténtenlo cuando pueda, como hoy o mañana que quizá puedan descansar el ajetreo diario.

a) Empieza a comer con un nivel moderado de hambre.
b) Tómate el tiempo necesario para apreciar la comida.
c) Crea un ambiente agradable a la vista y limita el ruido.
d) Come sentado en una mesa.
e) Saborea los alimentos.
f) Intenta comer lenta y pausadamente.
g) Procura incluir alimentos variados en tu comida.
h) Evita la tensión y el estrés mientras comes.

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