El engañoso discurso de los pro aborto imagen

El contexto social de Guatemala es complejo, somos una sociedad cargada de violencia, desigualdad, injusticia e inseguridad. Ante tanta barbarie suena obvio pedir medidas desesperadas como el aborto.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

El contexto social de Guatemala es complejo, somos una sociedad cargada de violencia, desigualdad, injusticia e inseguridad. Ante tanta barbarie suena obvio pedir medidas desesperadas como el aborto.

Medidas como esta cargadas de violencia no son la panacea a nuestros problemas. La solución radica en el acceso a la salud física y mental para las mujeres, propiciar empleos y salarios justos, erradicar el machismo, tener una cultura de denuncia y acceso a la justicia entre otras cosas.

Sin embargo, nuestra falta de esperanza y el cansancio y desgaste que ha provocado el sistema fallido en el que vivimos ha hecho pensar a mucho que el aborto legal puede ser una solución.

El aborto no es nada más que la medida desesperada de una sociedad que por años no ha invertido en las mujeres. Reglarles el supuesto privilegio a un aborto sin pensar en cual fue la causa de ese embarazo y erradicarlo es violentarla nuevamente.

Muchas personas pro aborto se centran en el embarazo y en el futuro de esa mujer (muchas veces niñas) con un bebé no deseado entre sus brazos. Una realidad horrenda que no me gustaría que mis hijas vivieran. Pero antes de centrarnos en esa realidad abría que evaluar el contexto de la víctima y pensar en qué hacer para que no vuelva a suceder.

Bajo este contexto dejo una lista de las falacias que rondan el discurso de los pro aborto:

El aborto reducirá la muerte materna por los abortos clandestinos: En realidad no hay estadísticas ni evidencia que nos digan que el repunte de muerte materna es debido a abortos clandestinos. Esto no quiere decir que no los haya, sin embargo los números que están a la vista y que son alarmantes son los de mujeres sin acceso a atención básica prenatal y como consecuencia tenemos los índices tan elevados en muerte materna.

La culpa es de la iglesia: Nuestros problemas sociales como la corrupción, falta de acceso a servicios básicos, pobreza, machismo, desigualdad e injusticia no son culpa de una religión en específico. Las iglesias se oponen al aborto pero no son los culpables de las causas de un embarazo no deseado o violentado.

Aborto seguro: Practicar un aborto es una práctica que, aunque se cumplan todos los estándares de protección e inocuidad, no puede ser totalmente segura. Como no lo es un parto o una cesarea o cualquier intervención médica a la que es sometida una mujer.

Actualmente en Guatemala, las condiciones para atender a las madres en período de gestación es lamentable. Si no hemos podido solventar el problema de la violencia obstétrica y el trato dignos en centros de salud, propiciar un aborto supuestamente seguro no creo que esté dentro de nuestras capacidades.

El embrión no es una vida: Lo contrario no solo lo reconoce la iglesia sino lo reconoce la Constitución Política de la República de Guatemala. El derecho, la ciencia y la religión lo defienden. Los únicos que no están de acuerdo son los que manejan un discurso pro aborto y quieren justificar dicha práctica.

La mujer debe decidir sobre su cuerpo: La frase debería ser cambiada y creo que cualquier ser humano debe decidir sobre su cuerpo, incluyendo el bebé al que se quiere matar.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte