El efecto Galatea como factor de éxito imagen

Galatea tiene que ver con el poder de nuestras propias creencias con respecto a nuestras capacidades, algunos le llaman motivación.

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Por Jorge Alvarado. 

La percepción que tenemos de nosotros mismos define nuestros logros o nuestras derrotas. Hay una máxima para el estudio de la imagen pública que dice: “Una cosa es cómo te ves, otra muy distinta cómo te ven y otra totalmente diferente cómo te gustaría que te vieran”. Los juegos mentales pueden ser un factor de triunfo o fracaso, pues la distancia entre uno y el otro se encuentra en la toma de decisiones, de llegar o no hasta el último suspiro de aliento en todo aquello que te propones. Prepararnos para el éxito pasa por tener la fortaleza mental de la automotivación a un ritmo consistente y sostenido.

Como parte de la mitología antigua no es más que una estatua de marfil esculpida por un antiguo rey de Chipre, sin duda la representación perfecta de la mujer. Precisamente, a esa mujer a la que aspiraba tener algún día, sin embargo terminó enamorándose de su escultura llamándola Galatea. Al traducir esta leyenda antigua a la actualidad, Galatea tiene que ver con el poder de nuestras propias creencias con respecto a nuestras capacidades, algunos le llaman motivación, pero es preferible ponerle el adjetivo de liderazgo intrapersonal.

Bien lo decía el poeta Virgilio: “Pueden porque creen que pueden” y no dice creen porque saben que pueden, son dos cosas diametralmente diferentes. 

Estamos hablando de liderarnos a nosotros mismos con la convicción, determinación, inspiración, compromiso y audacia para alcanzar nuestros objetivos. Galatea es el máximo símbolo de la perfección que ilustra de la misma forma nuestra fe en nosotros mismos y mientras más creamos en nosotros mayores serán las posibilidades de lograrlo. Sublime estado de seducción personal y es que si tú no logras seducirte a ti mismo tampoco lo podrás hacer con los demás. Debes estar seguro hasta el cansancio de que eres capaz de lograr tus metas. Bien lo decía el refrán que lo importante no es creerte invencible, sino jamás darte por vencido.

Galatea tiene que ver con tus propias habilidades, pero sobre todo es la máxima defensa del autoestima humana, cuando empiezas a creer en ti mismo definitivamente todo es más fácil porque has empezado a allanar el camino a la victoria perfilándote para triunfar; sin embargo, de la misma forma sin tus propias creencias estarás condenado al fracaso y al sabor amargo de la derrota. No se trata de generar una visión narcisista, ni mucho menos de promover la egolatría ni la soberbia, todo lo contrario se trata de tu interior de construirte fuerte por dentro y prepararte para las cosas grandes.

El surgimiento del efecto Galatea no es más ni menos que el dominio y control de nuestro ser en dos vías “la autopercepción” se trata de cómo los esquemas mentales que tenemos sobre nosotros mismos determinan el grado de éxito o del fracaso, y el otro es “confianza” que necesitamos para visualizar aquel lugar a donde queremos llegar sin titubear, algo que ampliará el margen de posibilidades de lograrlo.

La percepción que tenemos de nosotros mismos, al igual que unos lentes, solo se reflejará hacia los demás si es tan fuerte como para iluminar sus ojos, pues es verdad eso de que no puedes ser un instrumento de cambio, sino experimentas ese cambio por ti mismo. Sin duda alguna, el efecto Galatea es una forma de liderazgo transformador, es poner tu mirada en aspectos tan importantes como tus creencias y la confianza en ti mismo, es el inicio de grandes cosas para tu vida.

¡Te conviertes en lo que crees de ti mismo!

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