El calvario en el bus chapín imagen

Abordar camionetas implica una experiencia religiosa y no lo digo por la comodidad de sus asientos o del trayecto, es porque debo rezar para que no suceda nada en el recorrido.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Abordar camionetas a diario implica una experiencia religiosa y no lo digo por la comodidad de sus asientos o lo confortable que pueda ser el trayecto, es porque debo rezarle a todos los santos para evitar que suceda algo malo. Los asaltos, accidentes, o manoseadas; aparte de alguna que otra acrobacia que uno realiza al subir y bajar están a la orden del día.

En el interior de los buses se entra en una especie de ambiente social donde se da todo tipo de situación. Está el que va absorto en sus pensamientos, el mirón o chute, el intelectual que finge estudiar a última hora y el mañoso que estará al pendiente por si surge una oportunidad. Pero qué bueno que, últimamente los que tienen complejo de pulpos, ya han sido atrapados infraganti y puestos al orden de las autoridades, sino también nosotras mismas los ponemos firmes.

En otros casos, se aprovechan los viajes largos para darse un pestañazo, aunque siempre hay que estar atentos, no vaya a ser que en un descuido los dueños de lo ajeno aprovechen. Y es que en estos sagrados tiempos la mayoría vigila por si hay movimientos de última hora, como si fuera un campo de batalla imaginario, atrás de la trinchera del chofer.

Entre vuelta y vuelta

Ya sea Transmetro, Transurbano o las tradicionales camionetas, allí vamos juntos, cual juego de lego con todas sus piezas que deben calzar perfectamente, para que haya cupo o como una fila de dominó que en cualquier frenazo caemos al unísono. Igual, hay que vigilar por todos lados, ojos atrás para evitar que en el paseo de sardinas alguien deslice sus manos para robar.

Al irnos a las paradas del Transmetro son largas y desesperantes filas para abordar los famosos “gusanos verdes”. Son más eficientes en tiempo, sin embargo resultan con las mismas complicaciones que los otros. Un día esperé una hora y en ninguno lograba irme porque apenas se podía ingresar. Si bien, tiene sus ventajas en Guatemala no se dan abasto por la sobrepoblación, ya necesitamos más opciones. 

Y qué decir de las ventas diarias, en un mercado laboral que se acrecentó con el tiempo y que refleja las escasas oportunidades. Lo admirable es la creatividad y variedad de los vendedores para ofrecer toda clase de mercancía. Hay dulces, lapiceros, relojes, billeteras, ganchos, juguetes o productos medicinales. Un día conté hasta 16 vendedores cuando tuve que transbordar tres camionetas.

Viajar en el transporte colectivo de este país es un peligro latente, pero tiene sus particularidades, porque no creo que en Argentina, Chile, menos Londres o España se escuche: “Córranse”, “por qué no avisa su parada” o “pásense en el otro bus”, al igual que la aparición inigualable de los famosos ayudantes. Estos igual que los pilotos corren peligro a diario por las extorsiones, lamentablemente se juegan la vida. Los pandilleros cobran sus “cuotas” semanales, mensuales, Bono 14 y Aguinaldo.  




Pero el susto de mi vida me lo dieron cuando acompañaba a mi mamá, hace ya 20 años, cuando esta crisis empezaba. Subimos la ruta 4, eran las 7 de la noche, y recuerdo se paró frente a la iglesia Santa Cecilia, el bus ya iba lleno. En la oscuridad del lugar y como sombras vi cómo se aproximaban tres hombres, contoneándose cual pavos reales, la mala vibra se podía sentir a miles de kilómetros, en ese momento le digo a mi madre que los tipos asaltarían. No me equivoqué, diciendo eso, nos fuimos rápido para atrás cuando lanzaron insultos al piloto y se escucharon dos disparos, todos nos bajamos para salvar nuestra vida. Cuando volteamos a ver ya no estaba la unidad, quién sabe qué paso. Y pensar esto aún se da y con más intensidad y con historias espeluznantes. 

Años atrás, era diferente, más tranquilo y divertido. Aún recuerdo los autobuses de antes con sus pintorescas decoraciones de los señores conductores, con frases como “la mujer de los 2″, “tu mujer nos traiciona”, el ardor de todos” y el clásico “solo nenas”. Además de incluir peluches y calcomanías de personajes famosos (Garfield, Snoopy, Piolín -este último era el preferido de muchos-).

Sería conveniente implementar transporte eficiente y muchas unidades, ya que son demasiados los peligros que nos enfrentamos los ciudadanos de a pie. Mientras, sigue siendo un atentado y como jugar la ruleta rusa abordarlos, cuando no existe otra opción para trasladarse. 

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte