El blog de cine de Alfonso Portillo: Películas que ningún maestro debe dejar de ver (Parte III y final) imagen

En las siguientes películas, los protagonistas centrales siguen siendo los maestros, se transforman en el instrumento de rescate y salvación de los niños, pese a la ignorancia y abandono de los padres

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

“La sociedad paga muy caro el abandono en que deja a sus hijos, 

como todos los padres que no educan a los suyos”.

Concepción Arenal.


Con esta entrega concluimos la serie de películas que todo maestro debe ver. Como afirmamos con anterioridad, nuestro propósito, además de disfrutar del cine, es invitar a la reflexión sobre el tema educativo. Para nuestro país este tema tiene relación con nuestra sobrevivencia. Sé que existen mentes que no conciben la educación como algo fundamental para el progreso y el desarrollo del país, pero la realidad nos muestra algo completamente distinto a esa perspectiva errónea.

El abandono de la educación en nuestros países es una de las causas por las que se han incrementado los índices de pobreza y emigración de nuestros conciudadanos.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), de los casi 7 millones de habitantes de entre 10 y 29 años de edad del país, el 68 por ciento vive en hogares miserables: sin oportunidad de educación ni empleo. Esto significa que las opciones de vida de esta población joven son dos: las maras y la emigración.

Nuestro futuro inmediato no es nada halagüeño. Ya lo decía Honore de Balzac: “El panorama social del entorno del individuo es lo que, en la mayoría de los casos, le obliga a emigrar”. Ese panorama solo puede cambiar por medio de la educación; es indudable que la calidad de nuestros maestros constituye la piedra angular de una Reforma Educativa y que no podemos aspirar a la modernización del país si antes no modernizamos el sistema educativo. Dentro de esta modernización, la transformación de los maestros es imprescindible.

En las siguientes películas, los protagonistas centrales siguen siendo los maestros, se destaca una cuestión esencial: los maestros, bajo ciertas circunstancias, pueden ser más determinantes que los padres; se transforman en el instrumento de rescate y salvación de los niños, pese a la ignorancia, abandono y reticencia de sus progenitores.

El místico Osho escribe en su autobiografía: “Los profesores solo estaban interesados en el salario, en la competición para conseguir puestos más altos. No he visto a nadie que estuviera realmente interesado en los estudiantes y su futuro, y especialmente en su crecimiento espiritual”. Y no es que estemos en contra del bienestar económico y social de lo maestros, pero anteponer sus intereses a los intereses de los estudiantes es, como suele decirse, poner la carreta por delante de los bueyes.

Veamos lo que nos dicen las siguientes cintas.

1.- Conducta. Director: Ernesto Daranas. Con Alina Rodríguez. Cuba, 2012.




 Película cubana sin muchas pretensiones más que las de mostrar las causas por las cuales se considera a algunos estudiantes como “problemáticos”. Y es precisamente aquí en donde radica la grandeza de la cinta. Tendríamos que comentar muchos aspectos de ella, pero nos concentraremos en los que se consideran su esencia. En primer lugar, la actuación de los protagonistas centrales: la vieja maestra Carmela y su alumno Chala. Ambos muestran un oficio de gran nivel. Al ver la personalidad de Carmela no pude dejar de recordar con nostalgia mi niñez y a muchas de mis maestras y maestros. Se me vinieron a la mente muchas maestras como Carmela: sencillas, honestas, entregadas, con mística, experiencia y mucho amor por sus alumnos.

Chala es un niño de 11 años, hijo de una mujer alcohólica. Este entorno se refleja en una conducta rebelde y agresiva. Sin embargo, nace una relación de cariño entre alumno y maestra. Chala ve en Carmela a la madre que no tiene y la maestra ve en Chala un potencial humano y confía en la posibilidad de su desarrollo.

Cuando como consecuencia de una mala actitud Chala tiene que ser enviado a una Escuela de Conducta, su maestra se opone y entabla una lucha para evitarlo. Lo importante a destacar aquí es que esta será la última batalla de la vieja maestra por defender a su pupilo y demostrar que debemos confiar en el ser humano. Toda persona tiene la oportunidad de transformarse si se le otorgan los medios y la confianza necesarios. Cuando el director de la Escuela de Conducta trata de justificar ante la maestra el traslado de Chala, esta le contesta lapidariamente: “Te conozco, y tú no fuiste mejor que Chala”. Otra expresión demoledora se da cuando Carmela y los supervisores discuten el traslado del chico. La discusión termina cuando la maestra dice: “Ustedes están pensando en cómo quedan ustedes, y yo en cómo queda el muchacho”.

La película es altamente recomendable en todo sentido. Excelente dirección que se nota en todo el film y en la ambientación, los personajes, el guion, la actuación y el ritmo narrativo.

2.- El Coro. Título original: Boychoir. Director: Francois Girard. Con Dustin Hoffman. Estados Unidos, 2014.




Stet es un niño de 11 años cuya madre es drogadicta. Esta muere accidentalmente y la situación de Stet se agrava pues su padre, quien lo engendró fuera de matrimonio, no encuentra la forma de deshacerse de él. Como consecuencia, la actitud del niño se torna problemática: introvertido, violento, desconfiado y con malas relaciones personales.

Sin embargo, Stet posee una voz privilegiada. Por recomendación de su maestra es internado en una escuela cuyo coro es reconocido y prestigioso. Inmediatamente la rebeldía del alumno y la fría personalidad del director del coro entran en conflicto. El maestro reconoce el talento de Stet, pero también su aparente poca voluntad y disposición. En la medida en que el maestro del coro va conociendo no solo las potencialidades sino las interioridades de la vida del alumno, vemos el surgimiento de la actitud de un verdadero maestro: reconocer el talento, valorarlo como ser humano, estimular su crecimiento y otorgarle confianza en sí mismo.

Lo más rescatable de la película, en mi opinión, es el hecho de que todo ser humano es capaz de desarrollarse, incluso a partir de circunstancias adversas de la vida, contando, desde luego, con ayuda de verdaderos maestros y con condiciones favorables. Caen de lo más oportunas las palabras de Emmanuel Kant: “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”.

3.- Billy Elliot. En español: Quiero bailar. Director: Stephen Daldry. Con Jamie Bell. Gran Bretaña-Francia, 2000.




Es la historia de Billy Elliot, un niño también de 11 años cuya vocación es el baile. Recuerdo que cuando estudié economía nos enseñaron que las clases sociales se reproducen a sí mismas. El capitalista engendra capitalistas, los obreros producen obreros, los campesinos heredan campesinos y así indefectiblemente.

Billy es el hijo menor de una familia de obreros mineros y por lo tanto su destino está predeterminado: será obrero minero. Por su parte, el padre cree que Billy será un buen boxeador profesional. Opina que la inclinación de su hijo por el baile es cosa de afeminados. Siente pena y hasta cierta vergüenza por él.

Pero Billy tiene otros planes: no se dará por vencido hasta no lograr ser un gran bailarín. Está convencido de que su futuro lo construirá él mismo. Por su lado, la maestra de baile no tiene dudas de sus grandes cualidades y juega un papel determinante en convencer al padre para que el hijo viaje a Londres y se someta a pruebas en la Academia Real de Danza.

Es una cinta que nos habla de convicción, voluntad, tenacidad, confianza en uno mismo, claridad de propósitos y un corazón perseverante. Una de las imágenes que recuerdo siempre y suelo contar es la que se da en la prueba de la Academia de Londres: Billy ha concluido su examen de baile ante un riguroso jurado. Se encamina hacia la puerta del salón y antes de cerrarla oye que una miembro del jurado le habla por su nombre. Billy deja entreabierta la puerta, se voltea y escucha la pregunta: ¿Qué sientes cuando bailas? Billy responde con naturalidad y sencillez: “Siento que no soy yo, que mi cuerpo flota, que vuelo como un pájaro”. Los miembros del jurado no dicen nada, solo cruzan miradas de asombro. Acaban de escuchar a alguien que obedece a su corazón.

4.- Capitán Abu Raed. Director: Amin Matalqa. Con Nadin Sawalha. Jordania, 2007.




Un viejo trabajador de limpieza del aeropuerto de la ciudad de Aman Abu Raed, viudo y pobre, vive sus últimos años en soledad aunque bien acompañado: sus libros, que según alardea llegan a 2 mil ejemplares. Un día se le ocurre ponerse una gorra de piloto que ha encontrado en un bote de basura del aeropuerto. Los niños del barrio, al verlo, lo creen capitán y aunque él lo niega nadie los puede convencer de lo contrario. Asumiendo la calidad de capitán, con las lecturas de su vida empieza a contar historias, anécdotas de viajes y aventuras cual si fuera realmente capitán de vuelo. Su sencillez, bondad, calidez, sabiduría, disposición a servir y su preocupación por los demás lo van convirtiendo en el padre, el maestro y consejero de todos los que llegan a conocerlo: desde los niños y compañeros de trabajo hasta una verdadera capitana de avión. Todos encuentran en el Capitán Abu el consejo oportuno, la frase sabia y una solidaridad inquebrantable. Sin ser consejero ni maestro, Abu reúne las condiciones necesarias para ser un auténtico educador. Enseña con su vida y su sabiduría. Es el hombre que arriesga su vida para salvar la de otros. Fascinante cinta que no me canso de ver: simpleza y belleza cinematográficas reunidas para crear una poesía de imágenes y diálogos.

5.- Estrellas en la Tierra. Director: Aamir Khan. Con Darsheel Safary. India, 2007.




Ishaan es un niño de 8 años que padece dislexia. Nadie se interesa por determinar las razones de su bajo rendimiento escolar. Al contrario, es marginado tanto por los maestros como por sus compañeros. Para colmo, su padre vive poniéndole de ejemplo a su hermano mayor: buen estudiante y deportista.

Los padres de Ishaan deciden internarlo. Esto lo acompleja aún más y lo introduce en un proceso de depresión. La historia de Ishaan cambia cuando a la escuela se incorpora un nuevo maestro de arte. El profesor Shankar Nikumbh es un hombre con una sensibilidad especial y pone atención en el supuesto retraso del niño. Se interesa a tal punto que visita a sus padres y pide a estos que le muestren los dibujos de Ishaan. Inmediatamente se percata del enorme talento que se encierra en el niño e identifica su dislexia. Para estimular la autoestima del niño el profesor menciona los casos de personajes famosos que padecieron dislexia. Al terminar la clase y a solas con el alumno confiesa que el mismo la padeció.

Los avances que muestra el estudiante son resultado del trabajo del maestro. Mejora en todo sentido y se siente estimulado para desarrollar sus dotes artísticos. Otra maravillosa producción de la India, dirigida por el talentoso Aamir Khan quien nos envía un mensaje acerca de la atención que debe poner un verdadero maestro a los rasgos de sus alumnos; no solo dar clases, dejar tareas y hacer exámenes. El verdadero maestro pone interés en la vida de sus educandos. Busca la razón que origina sus actitudes, fracasos y dificultades. El peruano Aníbal Ponce escribió hace mucho tiempo que “la cuestión social solo existe para quien la vive y para quien la estudia”.

6.- Madadayo. En español: El cumpleaños. Director: Akira Kurosawa. Con Tatsuo Matsumara. Japón, 1993.




Última producción del maravilloso director japonés, considerado por muchos como el Shakespeare del cine. El trabajo de Kurosawa destaca por su belleza y profundidad. Sus producciones tocan fundamentalmente la condición humana.

En mi opinión, esta cinta es un poema a la amistad entre el maestro y sus alumnos. El profesor Hyakken Uchida se jubila con la intención de dedicarse a escribir. Son los años de la II Guerra Mundial. Como consecuencia de un ataque aéreo, la casa del maestro es completamente destruida. Al enterarse, sus exalumnos acuden en su auxilio y construyen una nueva. La admiración, el amor y la amistad hacia su maestro no han disminuido con el transcurso del tiempo. Los sentimientos se trasladaron de las aulas a la vida misma. La relación se asemeja a la de padres e hijos. Cada cumpleaños del maestro es celebrado como el acontecimiento más importante del año. Los diálogos, consejos y bromas del profesor están signados por el amor, la admiración y la amistad. Madadayo significa “todavía no” y esta expresión es la que sirve reiteradamente de broma entre alumnos y maestro. Los alumnos suelen preguntarle mientras beben cerveza: “¿Estás listo para irte al otro mundo?”. El maestro responde siempre lo mismo: “todavía no”. Grandiosa película que muestra que los verdaderos maestros lo son para siempre.

7.- Confucio. Director: Hu Mei. Con Chow Yun Fat. China, 2010.




El filosofo alemán Karl Jaspers escribió el libro Los hombres decisivos, en el que afirma que los cuatro grandes pensadores en la historia de la humanidad son: Sócrates, Buda, Confucio y Jesús. Esta cinta extraordinaria intenta narrar la vida de Confucio, uno de los hombres decisivos en la historia del pensamiento. Digo “intenta” porque condensar toda una vida en dos o tres horas es una tarea imposible. Confucio nace en el Estado de Lu en el año 551 a. C., en el seno de una familia de nobles empobrecidos. Confucio no solo es uno de los más brillantes pensadores de la historia, sino que también se lo considera uno de los grandes maestros universales. Esta película hace precisamente énfasis en la relación entre el maestro y sus discípulos.

Confucio fue consejero, funcionario publico, filósofo y fungió como Ministro del Interior. Las intrigas, conspiraciones y pugnas en el ejercicio del poder lo obligan a abandonar su pueblo natal y se convierte en un exiliado que nadie quiere recibir. En sus años errantes, Confucio fue seguido por un buen número de sus alumnos, quienes jamás lo abandonaron. Muchos de ellos fallecieron en ese peregrinaje humillante.

La película está plagada de diálogos y sentencias maravillosas. La recomiendo no solo a los maestros sino a todo aquel que se interese por el destino de la humanidad. El pensamiento de Confucio es tan contundente que ni el poder de Mao pudo desvanecer su gran influencia en la cultura china. Aprovecho para sugerir a quien tenga interés en leer sobre la filosofía de Confucio y no disponga de mucho tiempo, adquirir el libro Felicidad, de la politóloga Yu Dan.

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Alguna vez fue Presidente pero eso no importa aquí, en esta columna solo escribirá de cine y literatura.

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