Copa Confederaciones: La Roja de Chile frente a la Alemania campeona del mundo imagen

La juventud alemana contra la experiencia sudamericana levantarán emociones nuevamente. Chile busca hacer historia y conseguir tres títulos en tres años mientras que Alemania solo quiere lustrar su ma

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Este domingo Chile y Alemania disputan la final de la Copa Confederaciones. La juventud alemana contra la experiencia sudamericana levantarán emociones nuevamente. Chile busca hacer historia y conseguir tres títulos en tres años mientras que Alemania solo quiere lustrar su maquinaria arrolladora de destrucción y levantar la copa.

La Roja inspiró en su pase a la final luego de vencer en penales al Portugal campeón europeo de Cristiano Ronaldo. Chile que viene de conquistar dos Copas Américas, la de cada cuatro años y la del centenario, dio la talla y superó a una Portugal que hasta en los penales no se había visto tan asustada o apática. Sigo sin decidirme. De Cristiano mejor no hablemos, no todavía.

Este Chile y su generación fantástica de jugadores gana por tres cosas. Cuando le falta fútbol, gana por coraje, cuando le falta coraje es exquisita en el campo y cuando falla todo, Bravo blinda la portería. Era un deleite ver a un Cladio Bravo confiado, vidente, líder y fantástico. Puso a temblar a Portugal en los penales y nadie como él para enseñarles que si van a meterle gol debe ser un tiro con odio y pegado a los ángulos de la portería. Sólo así. Los lusos… bueno si los empezamos a justificar, da un poco de cólera su apatía. Si bien es cierto que 5 titulares no llegaron a la semifinal ¿qué hacemos con Alemania que no trajo a sus principales figuras a este torneo?




Ahora hablemos de Cristiano con dos goles frente a Rusia y Nueva Zelanda nos tenemos que conformar porque el hombre esta cansado. No lo culpo. Liga y Champions y después irse Rusia para estar con la selección de Portugal, en donde desempeña labores de asistencia, no es algo que valga la pena ser testigo. Los penales y Cristiano es algo así como: “si llega la que me gusta me pongo mi mejor camisa”. Es decir “Pateo de último y si Portugal patea segundo”. Incomprensible pero así es el ego del campeón. Antes lo defendía, ahora me purga. Cuando empiece La Liga en agosto se me pasará.

Portugal juega por el tercer lugar el domingo cuando enfrente a México, un partido que nadie quiere o tiene ganas de ver, no digamos jugar. Aunque el duelo que empataron estuvo emocionante, el del próximo domingo será de trámite. A México le sienta mejor el tercer puesto han jugado bien y se ve que tienen un gran equipo. En cuanto a Portugal será un bochorno. Jugará sin Cristiano que voló para estar con su familia porque su mujer tuvo gemelos; después no hay mucho que ver. Así de emocionantes son esos partidos por el tercer lugar. Espero que gane México.

El Gran Equipo Alemán

Joachin Löw confeccionó un equipo que le es fiel, le escucha y le obedece. La selección teutona, un equipo de verdad, guardó sus mejores piezas, las más finas, y probó con otras porque un recambio generacional se avecina y Löw sabe que es necesario tener una maquinaria en condiciones óptimas.

Aunque el floclor mexicano justifique la pérdida ante los grandes equipos como un sacrificio azteca bañado en oro digno de cantar por los trovadores y que lo escriban los cronistas de la modernidad, no se pueden lavar la cara con una goleada que lleva a la ruina. Es que no. Los jugadores del “Tri” parecía niños de 14 años mientras que Alemania unos fornidos de 20. La cámara tenía que acercarse más al terreno de juego para no hacer más diminutos a los mexicanos. Chicharito apareció solo para medir a Stegen y a la portería. El gol del “tri” tenía que ser de picardía y vaya gol de Marco Fabían; fue un golazo. 

Leon Goretzka jugador del Schalke 04 y con apenas 22 años ya se ve que es un alma vieja en el campo y con sus dos goles destruyó el ánimo mexicano, que hasta antes del partido: México es un serio contendiente decía, tildado por los medios “aztecas, foxeros y espinilleros”, va a llegar a la final decían. Como sea se le incendió la casa al DT Juan Carlos Osorio que tendrá que calmar las aguas e intentar ganar la Copa Oro. Se ve difícil el panorama de México cuya autoestima se le resbala a un año del mundial.

 




La final del domingo será un duelo de los mejores equipos. Chile y Alemania han sido consistentes, enteros y serenos. En el duelo directo los alemanes empataron por un error chileno que impidió que los sudamericanos celebraran. La Roja tiene para ganar, le falta poco para convertirse en el grande que ya es y meterle miedo a los equipos europeos. Solo se la tienen que creer. No deben desesperarse, solo insistir; tarde o temprano caerá el gol. Mientras que Alemania tiene dos armas letales e invisibles que son sus grandes espadas: La paciencia y el tiempo. Deben de tener el balón y que los Chilenos no se la quiten para hacer sus jugadas venenosas y romper filas.

La Copa Confederaciones es un buen ensayo y son chispazos del próximo mundial. Hoy, es lo que hay. Lo que sí demuestra es que la fiesta del mundial aunque sea cada cuatro años es algo que se extraña y se disfruta.

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