Bebidas para niños que se venden en Guatemala no son saludables, asegura un estudio imagen

Las bebidas para niños que venden en el mercado guatemalteco no son productos aptos para su desarrollo, indica un estudio reciente. ¿Sabe usted qué toman sus hijos?

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Las bebidas para niños que venden en el mercado guatemalteco no son productos aptos para su desarrollo.

Esta es la conclusión a la que llega un estudio publicado recientemente por el médico e investigador Joaquín Barnoya. El científico analizó las bebidas para niños que se comercializan en el país y los hallazgos fueron contundentes: se encontraron deficiencias nutricionales.

Barnoya cotejó las características y valores nutricionales que estos productos dicen tener y los resultados fueron sorprendentes: según la investigación, se trata de un engaño al consumidor.

Estas bebidas, comercializadas para niños, consistían en jugos de frutas, leche, refrescos carbonatados, energéticos, agua, productos de arroz y soya.

Guatemala aún lucha con una alta prevalencia de desnutrición, pero ya un tercio de los niños tienen sobrepeso u obesidad.

Uno de los errores que se comete es pensar que estos productos ofrecen opciones saludables para los niños, cuando en realidad es lo opuesto. Si los padres estuvieran más informados, podrían ayudar a reducir la epidemia de obesidad y tomar en cuenta que este tipo de artículos, que muchas veces se consumen a diario, son realmente dañinos para el desarrollo de sus hijos.

Imágenes de empaque son engañosas 

El autor principal de esta investigación es el médico guatemalteco Joaquín Barnoya, MD, MPH, profesor asociado en la Universidad de Washington. En su estudio sugiere cambios en las políticas para que solo los componentes basados en la evidencia se puedan colocar en los paquetes.

Según sus hallazgos, más del 75 por ciento de las bebidas dirigidas a los niños contenían imágenes que evocan la salud, incluidas frutas, verduras, plantas o artículos que los niños o los padres identificarían como sanas.

Sin embargo, solo el 11 por ciento de estos productos se clasificaron como “saludables”. El investigador utilizó el perfil modelo de nutrientes del Reino Unido.

“Los paquetes son una estrategia de marketing eficaz que la industria está utilizando para llegar a los consumidores, especialmente a los jóvenes”, dijo el doctor Barnoya a la revista Public Health.

“Por lo tanto, debe ser regulado para evitar términos engañosos y garantizar que cualquier reclamo de salud o respaldo tenga evidencia sólida”, expuso.

Se encontró que en más del 50 por ciento de las cajas se hallaron: dibujos animados, personajes atractivos, así como los colores brillantes que incentivan a los niños a elegir estas bebidas, basadas únicamente en su aspecto, en lugar de su valor nutricional.

Estos pueden confundir a los padres y crear un efecto de “halo de salud”, en el que creen que están comprando artículos saludables para sus hijos, cuando en realidad no lo están.

Lastimosamente, los padres piensan que están tomando decisiones saludables, cuando no es así. Incluso, muchas de las marcas incentivan la compra pagando a influenciadoras madres para que modelen los productos con sus propios hijos.

Este estudio confirma la necesidad de cambios en las políticas y la salud pública para alentar la elección informada y adecuada de los productos que ofrecemos a nuestros hijos.

Impulsar reformas a las regulaciones de mercadeo directo al consumidor tendría un impacto para reducir la disponibilidad de bebidas de baja calidad nutricional para los niños y sus padres. 

Y usted, ¿sabe qué beben sus hijos?

Fuente: Informe 1 Informe 2

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