Basura, familia y patriotismo imagen

Monsanto se pregunta qué es el patriotismo, el papel que juega la familia en la formación de ciudadanos responsables y si, en esta formación, cuenta el manejo familiar de la basura.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Hay cosas que verdaderamente me confunden. Y me desorientan porque no siempre está claro el origen de los problemas que aquejan el núcleo familiar guatemalteco y, en el rebote, lo que esta médula afecta al resto de las comunidades en las que fluye como parte de la sociedad. Sin afán de ser malinchista, ¿realmente lo que entendemos como una familia funcional chapina es en realidad eso y no todo lo contrario? Pareciera que la contemporaneidad se enfocara en autoengañarse y, en ese alboroto continuo que provoca el no reconocer los problemas de fondo, proyectar una realidad distorsionada a base de mentiras.

Daniel Schafer, una de las figuras más influyentes del arte local de finales de siglo XX, siempre les preguntaba a las personas de improviso ¿y usted quién es? Y la mayoría empezaba a balbucear sin poder articular una respuesta coherente. Algunos eran gerentes de grandes compañías, otros, hijos de fulano o mengana, unos solo tenían mucho pisto o un buen apellido, y otros, eran políticos en el ejercicio del poder. Luego de dejarlos hacerse bolas, les contestaba que uno era la educación que uno tenía. Y luego, en algunas ocasiones muy puntuales agregaba: “¿Si en realidad estaban seguros de ser alguien?” Por supuesto que la mayoría se ofendía sin entender el sentido de la pregunta y lo detestaban para siempre. Pero algunos pocos, los más inteligentes, se preocupaban y se ocupaban un poco más en ser.

El pasado 15 de septiembre experimentamos una fiesta patria en todo el sentido de la palabra. Jóvenes desfilando al compás de bandas de guerra (o altavoces, en vehículos de palangana), se magullaron los pies marchando, a diferentes ritmos, sobre todos los tipos de superficies. En la Antigua, por ejemplo, aplanaron las calles sobre las duras, disparejas y antañonas piedras características de la ciudad colonial. Lo lindo del evento fue que muchos ciudadanos compartieron experiencias y haciendo actividades, al mismo tiempo, con un sentimiento patriótico sin precedentes. Sin embargo, cuando cada uno se fue para sus casas, las ciudades de la república en donde hubo desfiles quedaron alfombradas de basura, mucha de ella, de lenta degradación. Todos contentos, pero la complicidad grupal en la contaminación del ambiente fue comunitaria, y lo más triste, a todos les peló. Lo mismo en Semana Santa, año nuevo, etcétera. Entonces, es que se encuentra un verdadero sentimiento unitario y se puede deducir sin lugar a dudas; hay una esencia marrana común cuando los chapines están de fiesta. 

El país entero padece un problema educativo, cuyo núcleo pareciera surgir en los cimientos del hogar. Cuando el Congreso decretó la Ley de supresión de plásticos de un “solo uso”, la pregunta que surgió en las redes giró en torno a si los condones iban a desaparecer de las estanterías o si se tendrían que utilizar más de una vez. Aunque están hechos de otro material no degradable, el látex, estos se quedarán en las estanterías, debido a que son esenciales en muchos sentidos. Y respecto a las bolsas y otros productos de plástico habrá que preguntarse ¿cuánto afectará a la economía nacional su desaparición? Y cómo cambiará las proyecciones impositivas la bienintencionada ley.

 Aunque la medida parece inteligente a primera vista, el problema no lo representan el material y su desaparición, sino quién lo mal utiliza.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte