En Guatemala, existen accidentes todos los días, desde imprudentes que se cruzan la calle tendiendo la pasarela a 2 metros, hasta los que se creen Valentino Rossi manejando una pasolita 125 y sin retrovisores. Un 33% de los vehículos involucrados en accidentes de tránsito son motocicletas, según Tránsito de Guatemala.
No seamos de esa gente que le gusta exponerse al peligro, y peor si son de los que manejan moto.
Ahora cuento esto con risa y con un poco de exageración, para qué mentirles; pero ese momento se siente eterno.
Primera caída
“La primera vez que me tiraron me suspendieron una semana por parte del IGSS”.
Recuerdo bien ese día. Eran aproximadamente las 8:30 de la mañana y ya iba tarde al trabajo.
Esperé detrás de un carro en el carril izquierdo. Ya sé que van a decir “¿por qué no te cruzaste al otro carril y seguiste?” bueno, les diré que los vehículos iban a la velocidad de la luz y me daba miedo cruzarme y, según yo, era para evitar accidentes. No contaba con lo que iba a suceder.
Todo pasó en cuestión de mili-segundos pero en cámara lenta…
Sentí un golpe enorme por detrás y abrí tanto los ojos como un búho, no tenía idea de lo que estaba pasando. Del golpe, solté los manubrios; me elevé por el aire (sentí que estaba levitando) y me despegué de la moto. Comencé mi descenso lentamente hacia el lado derecho mientras mi moto lo hacía al lado izquierdo. Caí con la pierna y brazo izquierdo y quedé acostada sin poder moverme en el suelo, tiesa de pies a cabeza empecé a analizar todo lo que había pasado en esos 3 segundos de mi vida.
“Niña ¿está bien?”, dijo un señor que amablemente me levantó y orilló mi moto a la banqueta, me di cuenta que estaba raspada y tenía el freno torcido. Fui al IGSS y me suspendieron 8 días debido al golpe de la pierna, fue una grave contusión muscular.
Segunda caída
Era un sábado a las 4 de la tarde y estaba saliendo de la universidad. Me di cuenta que estaba lloviendo, no era fuerte pero era de esas lloviznas que no se quitan por horas y ya quería irme a mi casa a descansar.
Como toda patoja necia, me aventuré al tráfico que me esperaba…
Había una excesiva cantidad de vehículos en la calle y a la fecha, no comprendo como es que en la lluvia se duplican los carros, parecen hormigas saliendo de su hormiguero.
Iba a una tranquila velocidad entre los autos tratando de esquivar los hoyos tapados por el agua (tampoco soy loca para manejar, no piensen mal), es una tarea ardua.
Me metí al carril izquierdo porque tenía que meterme a una cuadra y aquí es donde comenzó todo…
Esta vez no abrí los ojos, los cerré. Sentí nuevamente que me elevaba por el aire pero jamás solté los manubrios y llevé la moto conmigo; recordé la primera vez que me caí y esta vez no fue muy diferente.
Caí de trompa, literal. No me dio tiempo de meter las manos porque traía la moto conmigo. Caí de frente hacia el pavimento y la moto remató contra mi espalda; tenía mi brazo torcido hacia atrás.
Pasaron como 5 segundos (no es mentira) y no veía a nadie que me ayudara. Estaba tratando de levantarme pero la moto estaba sobre mí.
Llegaron dos hombres y me ayudaron. “¿No se lastimó?” dijo uno de ellos a lo que le pregunté “¿la moto está bien?”. Riéndose me respondió: “Preocúpese por usted primero y después de la moto”.
Me chequeé las manos y las partes adoloridas; tenía raspones, moretes y el pantalón roto de la rodilla. “Estoy bien, gracias” les dije. Subí a la moto y me fui.
Cuidado muchá
Yo, que he volado a la droga con mi moto, puedo darles algunos pocos consejos para evitar que se metan un gran cuentazo.
1. Usen casco
Este punto es muy importante. Pueden evitar graves contusiones cerebrales, operaciones muy delicadas o incluso la muerte.
2. No corran
En serio, no lo hagan aunque vayan tarde a su trabajo o donde sea, ustedes no son Valentino Rossi, no intenten llevárselas de engasados.
3. Cedan el casco al copiloto
O compren un casco extra para que ninguno vaya con la shola expuesta.
4. Manejen despacio con la lluvia
Recuerden que el asfalto se pone muy resbaloso y eso ocasiona accidentes horribles, manejen con cuidado y no sean locos.
5. Cuidado con los carros y buses
Hay gente grosera que nos tiran los carros las camionetas, peor cuando los brochas le gritan al piloto “¡metela!” pero uno ni ha logrado pasar.
Yo no sé si alguien me lo estaba deseando o es una maldición de compra, pero mis consejos son los siguientes: manejen con cuidado con o sin lluvia, usen casco y que su copiloto también lo haga. No me he vuelto a caer y espero no vuelva a sucederme.
Los que ya se han caído de la moto, seguro sabrán lo que esto se siente y los que no, pues, espero que jamás les pase.