Zacatón y Negrita, los perros inseparables de los agentes de la PMT
En el invierno de 2011, cuando se derribó el puente en ciudad Satélite, apareció Zacatón, un perro que todos los días llegaba a ver a los policías de la PMT de Mixco, dirigir el tráfico que se acumulaba en el lugar.
Al parecer, Zacatón no tenía dueño, y se quedaba horas y horas sentado a la par de los agentes desde la mañana hasta caer la tarde.
Hurgaba entre sus pertenencias y comía lo que le dieran.
Zacatón se hizo parte del grupo de los hombres de amarillo fluorescente. Y un día se subió a la unidad móvil y nunca se volvió a bajar.
Nadie sabe del pasado de Zacatón y cuando el Comisario de PMT, Pablo Morales, se refiere a él, dice que es un perro noble e inteligente, que sabe identificar a los agentes desde lejos por el uniforme, e incluso se echa a la par de ellos cuando están a media calle o en la banqueta controlando el tráfico.
La edad de Zacatón es un misterio, pero los veterinarios calculan que ya es un adulto mayor.
Mientras que la Negrita, una joven perra, apareció en la estación central de PMT.
Posiblemente llegó por hambre, ya que se posó frente a la puerta y con una mirada de tristeza pedía comida. Nunca más nadie pudo retirarla de allí.
Los agentes le dieron de comer y ella iba y venía, pero una mañana llegó quejándose. Alguien le habían quebrado la pata.
Los agentes de PMT hicieron una colecta y lograron pagar Q300 a un veterinario que la curó, pero lastimosamente no quedó del todo bien por eso cuando se le ve pareciera que tiene únicamente tres patas.
Aún así ella se sube al asiento del copiloto (donde le gusta ir) como una experta.
Pero ella, junto a Zacatón se van con los agentes a los puntos de regulación, generalmente en la Calzada San Juan y la Calzada Mateo Flores, ahí los vas a observar viendo circular el tráfico. Muchas veces, se escapan en la noche y conocen el camino para la academia, allí duermen, pero al siguiente día que llega la unidad ladran y ladran para que los dejen subir y llegan a la sede para comer y tomar agua.
Y si a las cinco de la mañana los agentes no se van a su lugar de regulación los perros se desesperan se van solos y allí los esperan.
Zacatón y la Negrita ya tienen vida conyugal.
Los vecinos del sector los conocen e incluso colaboran con su alimentación.
