Una llamada de US$100 millones y la salida de Juan Carlos I de España imagen

Hoy, el actuar del rey emérito ha puesto en apuros a la corona española y nuevamente los sentimientos antimonárquicos resurgen en la península ibérica.

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Devolvió la monarquía y su reinado de 39 años es el más largo de España desde 1746 y el sexto en la historia de ese país. Hoy, una investigación por lavado de dinero y un presunto romance, lo han obligado a abandonar su tierra para salvar a la corona.

Corría el verano de 2018 cuando la policía suiza comenzó una investigación en una entidad financiera, donde encontró dos fundaciones. Una de Álvaro Orleans, primo lejano de Juan Carlos I de Borbón y la otra con sede en Panamá a nombre de Corina Larsen, de nombre Lucum, cuyo primer beneficiario era el ahora rey emérito y luego su hijo Felipe VI. En esta última, la investigación determinó que, en 2008, se habrían ingresado US$100 millones que llegaron desde el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí como un regalo y que, de acuerdo con medios españoles, el rey emérito habría destinado para que la familia real pudiese vivir en caso de una crisis.

Con el correr de los años, el entonces rey, dispuso de algunos fondos de la cuenta en Suiza hasta que finalmente en 2012 retiró casi 65 millones de euros y los trasladó a Lucum. Según las investigaciones Lucum Foundation es una estructura Off-shore que facilitó, al ahora rey emérito, esconder el regalo de los saudíes de la hacienda española. Y que en 2011 pasó de manos de Larsen al propio rey. “Un acuerdo privado dejó constancia que el titular de la fundación es Juan Carlos I”, relata el informe.

En 2015, una grabación telefónica reveló la relación entre el entonces rey y la primera propietaria de Lucum, Corinna Larsen. En ella se escucha como Larsen aseguró haber tenido una relación romántica con Juan Carlos I y que estaría al tanto de la existencia de fondos del monarca en el extranjero. Además de asegurar que los fondos provenían de la intermediación del rey con los saudíes para que le fuera otorgado un contrato ferroviario a una empresa española. Fue entonces que las autoridades suizas comenzaron las investigaciones en torno a la llamada.

Desde que en 2014 Juan Carlos I dejara de ser rey, la legislación española contempla que este puede ser sujeto de investigación, pero sus acciones sucedieron cuando aún era jefe de Estado de España. Hoy, el Tribunal Supremo del país investiga sus acciones en esta trama de miles de millones de dólares. Y el punto de partida de la investigación es el Tren Meca a Medina, una línea ferroviaria de 450 kilómetros en el desierto que entró a funcionar en 2019 y tuvo un costo de US$7 mil 800 millones y conecta a las dos ciudades más importantes del reino saudí. Hoy, las autoridades españolas y suizas quieren saber qué papel tuvo el entonces rey en esta negociación, pues sospechan que se pagaron comisiones irregulares en el negocio.

“Esta investigación se centra, precisamente, en establecer o descartar la relevancia criminal de los hechos que ocurrieron después de junio de 2014”, fiscalía española.

Hoy, el actuar del rey emérito ha puesto en apuros a la corona española y nuevamente los sentimientos antimonárquicos resurgen en la península ibérica. Y como un intento de salvar la corona de su hijo, Juan Carlos I, el hombre que regresó la monarquía a España salió por la puerta trasera y su destino aún es incierto. 

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