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La semana pasada, Molly, una perra french de un año y medio, salió a acompañar a la mamá de Sol a repartir pan en una colonia de Villa Nueva. Los vecinos cuentan que es un lugar seguro, por lo que acostumbran a llevar a sus perros sin correa.

Molly siempre cuidaba y acompañaba a mi mamá, pero esa vez en un descuido, se fue y nunca regresó”, contó Sol. Esa misma noche, la familia salió a buscarla a las calles, pero no la encontraron. 

La perra no tenía historial de maltrato, pero cuando la hermana de Sol la adoptó, se encargó de recuperarla de la desnutrición en la que estaba. “Se la ganaron porque no era una perrita maltratada, le ofrecieron concentrado y ella cayó”, contó Sol.










Además, recientemente Molly había dado a luz a nueve perros que la familia regaló a conocidos. “Por eso estaba cansada y débil, pero nosotros siempre la llevamos con el veterinario”, mencionó.

El sábado, Sol encontró a Molly en una publicación en Facebook de la página de la asociación proanimalista Guate unida por los animales.

En la publicación, le cambiaron el nombre a “Katy, una frenchita de tres años”. De acuerdo a la asociación, los “maltratadores” la dejaron afuera, por lo que fue rescatada y luego de grooming, se puso en adopción.







Sol reconoció de inmediato a su mascota, a pesar de que le cortaron el pelo. “Inmediatamente la reclamamos por mensaje y no nos la quisieron dar porque dicen que estaba maltratada”, contó.

El post estaba acompañado de fotografías de la perra, pero Sol asegura que estas fueron tomadas fuera de su colonia, ya que nadie puede entrar ahí sin autorización. Además, incluía un video en el cual se miraban unas pulgas, cosa que el veterinario de Sol había considerado “normal para la época”.

“La asociación nos acusó de vender a los perritos afuera de un supermercado y que explotamos el útero de Molly como negocio”, contó Sol. Luego, la asociación cambió su versión a que la perra se mantenía encerrada en la casa y que por ello, la rescataron. “Ahí me di cuenta que estaban mintiendo”, expresó.




























Algunos vecinos reconocieron a las personas que llegaron, incluso mencionan que no es la primera vez que sucede. La asociación también intentó llevarse a otro perro, pero su dueño se dio cuenta y tuvo que pagar Q500 por el “rescate” de su propia mascota.

Los vecinos aseguran que el día que Molly desapareció, se llevaron a otros perros, pero solamente de raza. “Hay varios afiches en los postes, en los cuales los dueños buscan a estos animales”, mencionó.




Sol pidió pruebas contundentes del maltrato que Molly sufría a la asociación, pero no las obtuvieron. La joven denunció el hecho en redes sociales y muchos usuarios exigieron en la publicación de la asociación que devolvieran a la perra.

La joven incluso compartió con la asociación el teléfono de la veterinaria en donde llevan a sus mascotas y está dispuesta a brindar los contactos de las personas a quienes les regalaron las crías.

“Nos bloquearon de la página y borraron los comentarios de las personas que reclamaron a la perrita. Incluso, nos amenazaron con llegar a la casa a quitarnos a otros gatos que tenemos y perros, porque son de raza”, contó.
















Malos comentarios y atención

En la sección de recomendaciones y opiniones, la página cuenta con bastantes comentarios negativos, en los que se evidencia que los administradores de la página contestan de forma “abusiva” a los mensajes de personas que desean colaborar o adoptar.

En muchos comentarios, usuarios denuncian que la asociación ha difamado a personas inocentes en distintas ocasiones y acusan que miembros de la misma se han robado a más perros en otras colonias de Villa Nueva como Enriqueta y El Frutal.













La venta de animales de compañía en sitios públicos como las vías públicas, mercados u otros establecimientos no autorizados es una infracción grave que, de acuerdo a la Ley de Bienestar y Protección Animal, se sanciona con una multa equivalente a cuatro salarios mínimos mensuales.

Abandonar o dejar a su suerte a cualquier especie animal, en cualquier estado físico, de salud y edad también es una infracción muy grave que se sanciona con una multa equivalente a ocho salarios mínimos mensuales.

Es por ello que quienes tienen una mascota deben asegurarse de su bienestar. Es muy recomendable también, que se utilicen correas cuando el perro salga a la calle para evitar accidentes y casos como estos.













Relato contactó a la asociación para conocer su postura sobre el caso vía Facebook, ya que no cuentan con una dirección ni número de teléfono. Entre respuestas cortantes, aclararon que Katy (Molly) se encontraba abandonada y explotada.

Además, aseguran tener pruebas suficientes de que la familia de Sol vendía a los perritos, sin embargo, no se obtuvieron. Hasta el momento de la publicación, se desconoce si la asociación denunció el caso de Molly, pero sí se sabe que no piensan devolverla.

La familia tiene pensando denunciar el robo, pero antes desean hacer el caso viral para intentar por última vez, recuperar a su mascota. 

Fotos: Sol García, Guate unida por los animales, Facebook.

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