Era 4 de julio en Zacapa y la tarde daba para pasar un buen momento con los seres queridos.Melissa Palacios Chacón, una guatemalteca de 21 años y estudiante universitaria, buscaba pasar el último día del fin de semana junto a sus amistades en una pequeña reunión de cumpleaños. Salió de casa sin saber que nunca regresaría.
Anabella Chacón, madre de Melissa, tuvo una última noticia antes de la tragedia. Su hija contaba que se trataba del almuerzo de su amiga Cecilia, quien le envió a alguien para que la recogiera y la llevara a la fiesta.
Poco después, en un audio de Whatsapp, Melissa informaba que había pinchado una llanta en Río Hondo, Zacapa. “Aquí me vine con una amiga a Río Hondo y pinchamos vos. Entonces, yo te aviso, aunque vos siempre avísale a ella” destacaba en su último mensaje.
Sin embargo, Melissa nunca llegó a la fiesta y sus familiares comenzaron a preocuparse tras horas sin saber de ella. Se avisó a las autoridades y una alerta Isabel-Claudina fue colocada para poder obtener información de su paradero.
El lunes 5 de julio se dio a conocer la peor noticia de todas. Melissa fue encontrada sin vida por lugareños que buscaban leña en un terreno boscoso cercano a la aldea La Palma en Río Hondo, Zacapa. Según los Bomberos Municipales Departamentales, la joven estudiante tenía fuertes golpes en su rostro. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) determinó que su muerte fue causada por traumas en el cráneo y no habían indicios de una agresión sexual.
Los forenses notaron algo llamativo en las manos de Melissa. Una rama y una piedra en cada mano sostenía Melissa antes de morir, por lo que los investigadores asumen que Palacios intentó defenderse de su agresor.
Las autoridades iniciaron con las investigaciones para dar con la persona que acompañaba a Melissa al momento de su muerte. El Ministerio Público (MP) perfiló a dos sospechosos. Se trataba de María Fernanda Bonilla Archila y José Luis Marroquín Ovalle de 20 y 27 años. Bonilla es piloto aviador y compartió estudios junto a Palacios. Por otro lado, Marroquín habría sido identificado como empleado de Bonilla.
Se llevaron a cabo varios allanamientos en Río Hondo para dar con Bonilla y Marroquín. Sin embargo, no había rastro de ellos y se declararon prófugos. Fue hasta el 25 de agosto que fueron localizados en San Lucas Sacatepéquez. Bonilla explicó que no la habían encontrado en Zacapa porque ella estaba realizando distintos vuelos.
La teoría del MP señala que Bonilla y Marroquín habrían engañado a Melissa para que dejara su residencia. En vez de ir a la fiesta, ambos llevaron a Palacios a un camino de terracería y la agredieron.
Juez modifica los delitos
Tras permanecer en prisión preventiva, Bonilla y Marroquín fueron llevados a audiencia por el caso de Melissa Palacios, ambos señalados por el MP de asesinato. El juez de Primera Instancia Penal y Narcoactividad José Maximino Morales González estaría a cargo de la sesión.
Mientras, la madre y diversos allegados a Melissa esperaban por los resultados de la audiencia. Para sorpresa de todos, el juez decidió modificar los delitos. Bonilla ahora es procesada por homicidio cometido en estado de emoción violenta y Marroquín por encubrimiento propio debido a que no denunció el hecho delictivo. Según el juez, no hay indicios suficientes para considerar el caso como un asesinato.
La decisión del juez Morales permitiría que los sindicados puedan salir de prisión bajo medidas sustitutivas. Por otro lado, las condenas bajo el nuevo delito determinado en la audiencia serían entre dos y ocho años, a diferencia de los 25 a 50 años de cárcel que establece la condena por asesinato. Los abogados de los acusados también solicitaron retirar de la prisión preventiva a Bonilla y Marroquín. Sin embargo, la sesión concluyó antes de obtener respuesta.
La locura se desató afuera de los juzgados. Una discusión entre los dos implicados y la madre de Melissa requirió de la intervención de elementos policiacos.
Los cambios del delito hechos por el juez no pasaron por alto. Anabella y otras tres mujeres decidieron protestar las modificaciones en la audiencia y se encadenaron a la entrada del juzgado de paz de Zacapa. La manifestación fue atacada por la policía y un grupo de antimotines intentó moverlas del lugar. Sin embargo, Anabella Chacón resultó agredida por los cuerpos de seguridad y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) denunció un mal manejo del diálogo.