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Tres dirigentes indígenas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) fueron expulsados de Guatemala. La comitiva habría venido a nuestro país para participar en la asamblea Waqib Kej Convergencia en Guatemala, en la cual definirían estrategias de resistencia conjuntas y la situación de los pueblos originarios.

De acuerdo con el gobierno de Guatemala, Jaime Vargas, presidente de CONAIE, Luisa Lozano Quizhpe y Apawki Illapa Castro Vaca fueron retirados del país por no contar con documentos legales que amparasen su permanencia. Además, se dijo que los tres líderes indígenas habrían venido para “soliviantar los ánimos en el país y hacer trabajo político”.

Al momento de ser abordado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, el pasado 15 de febrero, Vargas aseguró que su documentación estaba en el hotel donde se hospedaba. Sin embargo, luego del confuso incidente se estableció que no contaba con los documentos para permanecer el país. A decir de Carlos Sandoval, vocero de la presidencia, Vargas y sus acompañantes “no tenían documentación legal para estar en Guatemala”.

Luego de ser expulsado, Vargas se pronunció sobre lo sucedido por medio de un video. En el mismo asegura que fue una intimidación por parte de la PNC de Guatemala.

“No somos cualquier ciudadano ecuatoriano, somos autoridad, presidente de la CONAIE, que es como el segundo mandatario del país”, Jaime Vargas.

Medios internacionales como El Tiempo de Ecuador, lugar de residencia de Vargas, califican como una vergüenza para la nación sudamericana lo dicho por el presidente de CONAIE. Con la frase sobre ser segundo mandatario de Ecuador, Vargas intentó evitar su detención por medio de mentiras sobre el estatus del cargo que ostenta.

“Parece que Vargas, quien ganó protagonismo en el país (Ecuador) tras la paralización del pasado octubre, ha perdido la noción de su papel en nuestro país y en el exterior intenta convencer a terceros que ostenta un cargo de gran relevancia dentro de la administración pública”, El Tiempo, Ecuador.

Hoy, el medio ecuatoriano hace un llamado al gobierno de ese país para que Vargas y la propia CONAIE expliquen por qué usan el nombre de Ecuador a título personal y a la vez comparan la función de Vargas con la del vicepresidente de Ecuador. “Generó problemas que afectan la imagen de una nación en el plano internacional”, asegura el medio.

Otra importación del Cono Sur

Desde hace más de diez años el nombre de Jubenal Quispe, un peruano que llegó para apoyar la lucha de los pueblos originarios y se identifica con el mote de Ollantay Itzamná, ha sido vinculado con actos que riñen con la ley. En concreto el robo de energía eléctrica.

Organización, concientización, movilización y forja del poder local para la liberación de los pueblos son el lema de este forastero. Y fue su afinidad con el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), la cual el año pasado lo sacó del anonimato. Publicaciones en las cuales Quispe, en nombre de la resistencia insta a las comunidades rurales de Guatemala a unirse al movimiento del robo de energía.

En el portal Rebelión, en 2014, Quispe publicó un comunicado titulado Mientras no se nacionalice, no pagamos la energía eléctrica. En el documento el peruano hace un llamado a las comunidades para no pagar el servicio y manifestar para que se nacionalice el suministro de energía eléctrica.

“La privatización de la distribución de la energía eléctrica, y el subsiguiente encarecimiento exacerbado del kilovatio hora de electricidad, sin mejoras en el servicio, terminó liquidando la paciencia casi estoica de indígenas mayas (a quienes la energía eléctrica los empobreció aún más”). Ollantay Itzamná.

Quispe nació en Perú, pero asegura que antes de ser ciudadano de esa nación fue quechua. Sostiene también que su proceso de latinización comenzó a los 9 o 10 años y que luego de esto tuvo que reconstruirse a sí mismo. Hoy, las acciones que promueve Quispe han degenerado en un incremento en el costo de la energía eléctrica para los guatemaltecos. De acuerdo con la Central American Business Intelligence (CABI) el robo de energía tiene un costo de Q370 millones anuales y en los próximos años pasará una factura de Q10 mil 930 millones, en el que cada uno de los 18 millones de guatemaltecos deberá pagar Q607 anuales para cubrir las acciones de Quispe y CODECA.

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