Rodrigo Ibargüen, una vida de adrenalina que culminó en un accidente aéreo imagen

Competencia automovilística terminó en un aparatoso accidente aéreo que cobró la vida de dos tripulantes en Escuintla.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

La primera fecha del Campeonato Nacional de Automovilismo se esperaba que fuera una fiesta familiar, que reuniría a pilotos y aficionados de la adrenalina y la velocidad. El Autódromo Pedro Cofiño, ubicado en Escuintla, era la sede de un evento dominical que pretendía emocionar a toda su audiencia con diferentes shows, entre ellos un avión acrobático.

En la cabina del poderoso T-28B Trojan, de diseño estadounidense, se encontraban los pilotos aviadores Rodrigo Ibargüen y Pablo Guillén, quienes buscaban dar inicio a un día de carreras con un show que contemplaba varias técnicas con una asombrosa aeronave.




La fiesta automovilística empezaba con Ibargüen y Guillén surcando los cielos, mientras los automotores se preparaban para iniciar los diferentes circuitos. Partiendo del Aeropuerto Internacional La Aurora, Ibargüen comenzó con las acrobacias sobrevolando el autódromo de un extremo al otro antes de ganar altitud. Sin embargo, tras el paso del T-28B a poca distancia del suelo y a solo metros de chocar directamente con los espectadores que permanecían en las tribunas, terminó colisionando a toda velocidad con la copa de algunos árboles que se encontraban junto a un lado de las instalaciones.

Antonio De León, espectador de las carreras en el autódromo, afirmó: “Hicieron varias acrobacias y luego el avión llegó a muy baja altitud; casi llegó al ras de la pista, pero no logró subir”.

“El avión pasó tan cerca de los graderíos superiores que, incluso, algunos no evitaron agacharse hasta llegar al suelo. Cuando notamos que la aeronave chocó, la gente se consternó inmediatamente. Se podía ver la cara de tristeza, asombro y pena en los rostros de muchos con facilidad”, agregó De León.

Tras lo sucedido, las ambulancias que se encontraban en el autódromo salieron en su auxilio de inmediato. Las carreras se cancelaron y varias personas comenzaron a abandonar el lugar para ver el incidente. “Muchas personas decidieron ir a buscar al piloto y a su acompañante al otro lado de la autopista, que pasa frente a las instalaciones del autódromo. Enviaron un helicóptero a buscar el avión y allí descubrieron que se había estrellado contra un muro de contención dentro de una finca aledaña”, narró De León, sobre la reacción de los cuerpos de ayuda.

Las partes del T-28 se encontraban esparcidas por varios metros junto a la carretera. Entre pedazos de la cabina, Ibargüen y Guillén fueron rescatados para llevarlos al primero a un hospital capitalino en donde murió a las dos de la tarde y al segundo a un hospital en Escuintla, en donde falleció al llegar.




Pronto, las redes sociales se llenaron de videos de varios espectadores que captaron el accidente con sus teléfonos. Luego, el Aeroclub de Guatemala confirmó, por medio de una publicación, la muerte de Ibargüen y Guillén.







El linaje de aviador

Ibargüen vivía casi un linaje en el cielo. Gracias a la pasión por la aviación que sentía su padre como piloto aviador, decidió seguir sus mismos pasos y se dedicó a ello. Según Néstor Larrazábal, de Motor en TV: “Rodrigo era un amante de la velocidad. Su padre fue una gran inspiración para él como piloto, por lo que amaba la adrenalina. Cuando se mudó a Estados Unidos vivía en la élite de la velocidad de Norteamérica, pero fue hasta el último accidente de su padre en avión que decidió regresar”.




El paso de Ibargüen como piloto comercial para American Airlines, Eastern Airlines y Pan American Airlines, además de su labor como instructor de vuelo, lo llevaron a acumular más de 2 mil 500 horas en el aire. Sin embargo, en su etapa como piloto de acrobacias no todo resultó tan fácil, debido a varios accidentes que le ocurrieron.

El recorrido accidentado de Ibargüen

A pesar de contar con varios shows en su palmarés, Ibargüen también era conocido por haber sufrido varios percances en diferentes vuelos, algunos terminando con la caída de su avión y saliendo con vida y algunos rasguños. Sin embargo, seguía con su pasión y siempre regresaba para volar de nuevo.

Según Conrado Monroy, vocero de la Dirección General de Aeronáutica Civil, Ibargüen sufrió otros dos accidentes en la zona 13 capitalina, en 2015 y 2017.

En 2015, tras sufrir desperfectos mecánicos en el aparato, Ibargüen se estrelló en la 6a. avenida y 2a. calle de la zona 13, cuyos restos del avión terminaron en algunas casas. Salió casi ileso en aquella ocasión. Luego, en 2017, en condiciones casi similares a su anterior accidente, su T-28B cayó a tan solo minutos luego del despegue en casas aledañas al Aeropuerto Internacional La Aurora, sufriendo quemaduras de segundo grado y varios golpes en la cabeza.

Ahora, en su tercer accidente, Ibargüen no logró sobrevivir tras la aparatosa caída del avión en Escuintla, el cual ha dejado en luto a la aeronáutica guatemalteca.

Todas las noticias, directamente a tu correo

Recibe todas las noticias destacadas de Relato.gt, una vez por semana, 0 spam.

¿Tienes un Relato por contar y quieres que nosotros lo hagamos por tí?

Haz click aquí
Comparte
Comparte