La aparición de la nueva cepa del COVID-19, Ómicron, ha provocado pánico entre algunas naciones del mundo. Nuevas medidas se han tenido que emitir debido a su rápida propagación y la poca información existente respecto a la resistencia de las vacunas contra la mutación.
Actualmente hay 75 países que han reportado casos. En Estados Unidos, 36 estados ya lograron detectar la variante. Sin embargo, los que han presentado los porcentajes más altos de contagio han sido Nueva Hampshire, Rhode Island, Michigan, Minnesota y Vermont.
Desde que las autoridades norteamericanas dieron aviso sobre la propagación de la cepa, nuevas medidas se han anunciado dentro de la población y el gobierno. Incluso, entidades como la NBA o la NFL han tenido que suspender partidos o controlar los brotes entre sus plantillas. Universidades, colegios y centros educativos se han visto forzados a volver a las clases a distancia.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció el pasado 10 de diciembre que la población tendría que volver al uso obligatorio de la mascarilla en cualquier lugar público bajo techo. Las únicas circunstancias con excepciones es si un sitio se reserva la entrada a personas vacunadas contra el coronavirus. Solo durante la última semana, hasta 68 mil pruebas de COVID-19 han resultado positivas. Otros estados como Oregon, Illinois, Nuevo México, Hawaii y Nevada también se sumaron a las restricciones.
Reino Unido sufre rápida propagación de ómicron
Inglaterra ha dado un paso atrás en la lucha contra el COVID-19. Según el primer ministro, Boris Johnson, se han registrado hasta 78 mil casos solo durante este miércoles 15 de diciembre.
Por ello, se ha ordenado una tercera dosis de vacunas para todos los británicos mayores de 18 años. Sin embargo, la saturación de los servicios ya ha comenzado. Cientos de personas no han logrado reservar una vacuna debido a los fallos en el sistema de registro del gobierno inglés.
Ante la ola de contagios, otros países han decidido blindarse para evitar la propagación del virus. Francia anunció este jueves que sus fronteras están cerradas para turistas provenientes del Reino Unido. La restricción también aplica para personas vacunadas y solo podrán ingresar al país aquellos británicos que cuenten con una justificación laboral, médica o familiar, además de hacerse un test de COVID-19 antes de realizar el viaje.
Para los franceses que deseen regresar a su territorio deberán de pasar también una prueba de coronavirus. Además, deberán mantener una cuarentena de 48 horas en sus residencias.