No todo fue alegría en el informe de trabajo de la CICIG imagen

La Comisión entregó ayer su informe final de labores entre gritos de protesta, enojos de opositores y víctimas y reclamos de politización de la justicia y uso de testigos crimínales.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala entregó su informe final de labores y los casos que presentaron mientras estaba vigente en el país. Al acto fueron invitados los amigos de la Comisión, embajadores, analistas y otras personalidades. Sin embargo, por ser un evento abierto al público también contó con la inesperada asistencia  de un grupo que siempre atacó a CICIG y les acusó de utilizar testigos falsos, personas no idóneas en los juicios y  prácticas de terror con sus víctimas y testigos.

Entre la algarabía del evento que pretendía mostrar el legado de CICIG,  se presentaron las víctimas de persecución, los encarcelados injustamente y sometidos a un duro proceso. Asimismo, estos señalaron los errores cometidos por la Comisión.

Algunos gritaron “ASESINOS”

Las familias de las víctimas que dejó el paso de la Comisión asistieron para recordar a quienes enjuiciaron, torturaron y que jamás olvidarán.

En el acto protocolario de la Comisión muchos portaban calcomanías con el mensaje: “Yo amo CICIG”, que para quienes vieron a sus familiares encerrados injustamente, les recordó el dolor, la tristeza y el enojo, por no haber compartido más tiempo con ellos. 

Foto: Osman Velásquez

El grupo gritaba con todas las fuerzas de su corazón y recordaba la vida de Jesús Oliva y Estuardo Valdés Paiz.

En el salón muchos les vociferaron que eran vendidos, que no les importó el sufrimiento de un hermano, padre o amigo que soportó las injusticias de otros. 

La CICIG pronto se irá del país y lo que les queda de consuelo a varias familias es la valentía que muchos de sus seres queridos enfrentaron aún estando encarcelados. 

Los asistentes del evento se mostraron sorprendidos por la incursión del grupo que portaba pancartas de reclamo, camisetas negras con el nombre de Estuardo Valdez Paiz, quien estuvo en la prision más de 4 años sin juicio y luego fue absuelto y falleció. Al mismo tiempo, un grupo gritaba “Iván Velásquez Cobarde, no tuviste los cojones de venir”.

Y así entre gritos, insultos, lagrimas y recriminaciones cierra Cicig un capítulo en a historia de una década en Guatemala.

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