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Nota por Erivan Campos y Juan José Muralles

Vecinos de Nimajuyú I piden que el agua se regule “parejo” y llevaron el caso a las últimas consecuencias. EMPAGUA ha acatado lo indicado por el ente máximo de justicia en el país, la Corte de Constitucionalidad, pero al parecer, nada es suficiente y no se soluciona el problema.

El proyecto inició originalmente por el Banco Nacional de la Vivienda (BANVI) en los años ochenta. En 1986 comenzó la segunda etapa de edificios. El complejo de 22 módulos de 3,456 apartamentos de tecnología antisísmica era la sensación entre los guatemaltecos. 

Era el último grito de la tecnología y la moda para vivir. Hoy, a más de 30 años de existencia, los vecinos más antiguos han visto cómo la ciudad ha crecido a diario y con él las construcciones y lotificaciones. Todo esto se refleja en la escasez del vital líquido. Han luchado durante años por tener agua 24/7.

Actualmente, un grupo de vecinos de Nimajuyú I siguen en la lucha para tener una regulación justa del agua ante la Municipalidad de Guatemala, ya que, a principios de este año, en enero, aseguran que presentaban cortes de agua durante la madrugada. 

“Probablemente vecinos que llegaban de noche o que se levantaban a tomar agua se daban cuenta que no había agua”, comenta Zulma Tobar, vecina.

División por módulos y división entre vecinos

En febrero, los residentes de la parte alta empezaron a tener cortes de agua más amplios. Mientras, la parte baja la mantenía las 24 horas. “Nos tienen divididos como parte alta y baja de Nimajuyú. La Municipalidad considera alta a los módulos del 1 al 12, 22 y 21, mientras la parte baja son del 14 al 20”, indica Tobar.

Al inicio de la pandemia el problema se habría incrementado, lo cual dejó a los vecinos sin el vital líquido. “La situación empeoró después del 13 de marzo”. “Aproximadamente hasta el 24 de marzo los de la parte baja tuvimos agua las 24 horas, pero para los de la parte alta solo había durante la noche”, dice Tobar.

“La parte alta tenía un servicio de agua a partir de las 10:00 o 11:00 p.m., cuando se despertaban ya no había”. 

Tras las continuas irregularidades durante abril, los vecinos manifestaron en contra de la Alcaldía Auxiliar de la zona 21. “Nosotros de la parte baja accedimos a que nos cortaran el agua a las 6:00 p.m., pero esto no ayudó para que los de la parte alta la tuvieran. Esto fue frecuente hasta agosto”, enfatiza Zulma.

Sin tener una solución definitiva, los residentes decidieron buscar ayuda legal. 

Lucha legal, amparos y manifestaciones

En mayo se interpuso un amparo provincial en la Corte de Constitucionalidad a favor de los vecinos, promovida por el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, contra la Empresa Municipal de Agua de Guatemala (EMPAGUA). 

“Nosotros ya habíamos tenido contacto con el Procurador por la falta de agua potable”. 

En julio, la Corte de Constitucionalidad dio un fallo favorable para los inquilinos.

La respuesta de las autoridades fue que “ambas partes no podían tener el servicio simultáneamente”. Según ellos, por la época lluviosa no iban a tener agua. “Principió la temporada y el servicio no mejoraba, inclusive con el amparo provisional”, señala Tobar.

En agosto se dio la ejecución del amparo y con ello la Alcaldía Auxiliar de zona 21 decidió utilizar horarios para la distribución del agua. “Los horarios no cambiaron al igual que el servicio”. “Los vecinos vuelven a salir a las calles y el 4 de septiembre hubo una manifestación enfrente de la Municipalidad para exigir un servicio de agua potable más equitativo y con mayores horas”, apunta Zulma.

No pasaron ni 24 horas cuando el 5 de septiembre se regularizó el agua, pero no equitativamente. “Hubo 24 horas de agua para la parte alta y a la parte baja nos asignaron un horario de 2:00 a 11:00 p.m. que cae con poca presión, hasta las 5:00 p.m. se regula y a partir de las 6:00 p.m. ya se puede usar la lavadora, las duchas, etcétera”, menciona la vecina afectada.

“Hay días que hay buena presión y otros no”. 

Ahora, la parte baja se ha organizado ya que es la más afectada. “Nimajuyú es uno y no es posible que le quiten a uno para darle a otro”. “Ambas partes deberían de poseer servicio las 24 horas”. 

Antecedentes

En el pasado los dueños pagaban al BANVI Q7.50 por mantenimiento de red. La distribución del vital líquido fue diseñada para poseer sus propias cisternas y red de pozos, lo que genera que el mismo complejo habitacional produjera su misma agua potable. 

En el 2000 cuando el BANVI se estaba disolviendo, tuvieron problemas por las bombas. Desde el 2002 hasta la fecha, EMPAGUA es la entidad que tiene la administración de los pozos de Nimajuyú y la distribución de agua. 

EMPAGUA fijó una cuota de Q62.72, mientras en las escrituras, menciona que los dueños tienen derecho a media paja de agua. “En zona 15 nunca presentan problemas de agua y ellos pagan Q35 de cuota fija, mientras en zona 18, tienen la ventaja que son casas donde pueden tener su propia cisterna y pagar a otras empresas, ellos cancelan Q200 a EMPAGUA”, reitera Mónica Pereira.

Otro aspecto que está afectando a los vecinos actualmente es la calidad del agua. “Últimamente ha venido muy clorada y sucia, por lo mismo ha habido muchos perros que se han enfermado por la mala calidad que cae”, resalta Pereira.

Una organización a medias

Los vecinos de Nimajuyú carecen de una representación legal que pueda enfrentar los problemas. “Quedó estipulado de parte del BANVI que Nimajuyú se debería de organizar por puntos modulares, cada módulo debería tener una junta directiva”. “Dos representantes de cada junta modular formarían una asamblea de representantes modulares”, aduce Pereira, pero tal organización no ocurre.

Según los moradores el conflicto de organización se encuentra en la Municipalidad. “El problema que hemos tenido es la forma de trabajo piramidal que ha hecho la Municipalidad, ya que aquí a pesar que nos regimos de la Ley de Propiedad Horizontal que está en nuestras escrituras, se han empezado a poner Comités Únicos de Barrio”, destaca Mónica.

“Estos comités rompen el orden legal que se tiene para Nimajuyú”. 

Actualmente, Nimajuyú posee un COCODE y Comités Únicos de Barrio. “La Asociación de Vecinos de Nimajuyú I (Asven) está totalmente parado. Lo que debería ser nuestro orden para poder estar bien se ha ido rompiendo”. “Con la Alcaldía Auxiliar se ha convertido en una batalla. Se ataca a las personas que nos estamos organizando, etcétera”. 

“La Alcaldía Auxiliar menciona que por nuestra culpa (vecinos de la parte baja) ahora existen horarios”.  

Conflictividad: el agua no es el único problema

Otro de los problemas ha sido la lotificación de terrenos dentro del área. “Están apareciendo constructoras “supuestas” dueñas de las áreas verdes de Nimajuyú”. “La Municipalidad no está previendo la escasez de agua, cuando están autorizando a desmedida licencias de construcción, eliminando las pocas áreas verdes que quedan en la ciudad”. 

“Parece que el que tiene dinero puede hacer lo que quiere y nosotros nos tenemos que aguantar”.

Zulema Tobar y Mónica Pereira aseguran que han sido amenazadas con armas por seguridad de estas constructoras sin poder acercarse más a esas áreas. 

“La Municipalidad no apoya si uno no se convierte en un Comité Único de Barrio”.

“También se menciona que vecinos que conforman el COCODE quieren entregar los parqueos a la Municipalidad. Esto es ilegal porque los inquilinos no tienen el poder legal de entregar áreas comunes de copropiedad”.

La otra historia

RelatoGT buscó el otro lado de la historia. Carlos Flores Herrera, de Comunicación Social de EMPAGUA, explica que la institución se mantiene al margen de los problemas que los vecinos puedan sostener con la Alcaldía Auxiliar y que ellos se limitan a prestar el servicio de agua. Señala que “EMPAGUA se maneja completamente independiente (de la Alcaldía Auxiliar) y es la gerencia la que toma decisiones”. Agregan que ellos brindan el servicio a todos los vecinos y no lo pueden hacer ni de forma selectiva ni buscando dañar a ningún área o región, puesto que el vital líquido es un derecho humano.

Pozos

Sobre los problemas con el agua declara: “Aunque originalmente Nimajuyú I contaba con dos pozos propios, ambos terminaron su vida útil y actualmente se les abastece con agua de una de las plantas de zona 21 en general, la “Planta Ojo de Agua”. Aduce que EMPAGUA visitó con los mismos vecinos para demostrarles que los pozos de Nimajuyú ya están cerrados. Al parecer, algunos desconocen este hecho.

Video: Diputado Cristian Álvarez

Precio

Flores aclara que en Nimajuyú tiene una cuota fija que en efecto es de Q62.72 y niega enfáticamente que en zona 15 o aledañas existan cuotas fijas menores. Esclarece que los vecinos pagan por consumo y el gasto es individual. Así que podrá ser de Q30 si se consumió verdaderamente poco o Q100 o Q500, dependiendo del consumo, en metros cúbicos de cada casa. 

“Son figuras completamente diferentes, las cuotas de Nimajuyú y cualquier otro domicilio que tenga contador individual. No tiene ninguna relación el ejemplo de zona 15 con Nimajuyú. De hecho, son de los vecinos más beneficiados con esa cuota”.

Redes hidráulicas

Flores también esclarece que “las redes hidráulicas que distribuyen agua lo hacen con base en la gravedad”, por tanto, partes bajas tienen más presión que partes altas y eso se soluciona con bombas de agua. “En Nimajuyú II ese problema se resolvió con una bomba que lleva el agua a los terceros y cuartos niveles”.

Horarios

EMPAGUA hasta ahora explica haber acatado el mandato del juez. “Nosotros entendemos perfectamente bien la problemática de los vecinos, pero el problema no ocurre por mero capricho nuestro, este radica en la gravedad y se debe resolver con bombas internas”. Flores termina: “Ese problema está subsanado desde hace meses. La parte baja recibe agua de 2:00 a 11:00 p.m. y la parte alta, de 5 a.m. a 2:00 p.m., con eso subsanamos el problema de los horarios”.

Pero tener una bomba que solucione este problema ya deberían de resolverlo los mismos vecinos. “Como EMPAGUA tenemos la obligación de llevar el agua hasta la entrada del medidor o del complejo habitacional. Ya por dentro es responsabilidad del vecino”, tal como ocurre en todo el país.

¿Agua clorada en exceso?

“Nosotros nos regimos por las normas CONGUANOR y es el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social que vela que se cumplan las normas de calidad para distribuir agua para el consumo humano. Nosotros nos regimos a esa norma y nos monitorean constantemente plantas y pozos. No estamos ni sobreclorando ni subclorando el agua”. 

La Comisión Guatemalteca de Normas (COGUANOR) es el Organismo Nacional de Normalización, creada por el Decreto No. 1523 del Congreso de la República del 5 de mayo de 1962. 

Intentamos obtener la respuesta oficial sobre los problemas de parqueos y lotificación en áreas verdes por parte de la Alcaldía Auxiliar, pero tras cuatro días de espera fue imposible obtener su contraparte, tampoco respondieron por parte de Comunicación Social de la Municipalidad capitalina.

Manifestación de vecinos de Nimajuyú, sábado 7 de noviembre.

Los vecinos nuevamente han tomado las calles para seguir la lucha de tener agua las 24 horas al día, tanto para la parte baja y alta, ya que ellos aseguran que Nimajuyú es solo uno.

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