Mauricio necesita el trabajo, pero le teme a la enfermedad y arriesgar su vida imagen

Es maestro de educación primaria, que estuvo desempleado el año pasado. En la actualidad, se dedica a repartir productos.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Mauricio Cante es un maestro de educación primaria, quien laboró para un colegio por muchos años, pero el año pasado lo despidieron, porque no podían seguir pagándole el salario.

Él mantiene a su familia, tiene 3 hijos menores de 10 años y su esposa también se quedó sin empleo. Así que no podía quedarse de brazos cruzados. 

Desde hace 5 años compró una motocicleta que logró pagar a cuotas. Para sacarle provecho decidió emplearla para el trabajo de repartidor o mensajero. 

Un amigo le recomendó ingresar a una aplicación para conseguir trabajo y así poder subsistir. 

Mauricio no estaba acostumbrado a este trabajo, pero no podía dejar a su familia sin comer. Por ello, alistó los papeles que necesitaba para trabajar, antecedentes penales, policíacos, incluso cartas de recomendación.

Empezó a trabajar en Glovo

Los primeros días fueron difíciles relata Mauricio, porque no conocía bien las calles de la ciudad y tampoco los comercios de donde le pedían la comida, pero con el tiempo se acostumbró.

Cuando apareció el primer caso de una persona con COVID-19, Mauricio se alarmó porque no sabía cómo eso iba a afectar a su familia o trabajo.

“En ese momento tenía miedo porque uno de mis hijos tiene asma y no quiero que se enferme”.- Mauricio Cante, trabajador de Glovo.

Sin embargo, mientras ha ido pasando el tiempo la situación se ha puesto más complicada, porque la demanda ha crecido y los pagos siguen siendo los mismos.

“Muchos no toman las medidas de prevención, ya que he llegado a las casas y he encontrado algunas fiestas, tampoco utilizan mascarillas. Me da miedo, ya que en otras residencias se observan policías afuera y dicen es porque hay personas en cuarentena y temo enfermarme”.- Mauricio Cante, trabajador de Glovo.

Dice temer que la situación se compliquen más, pues ha tenido bastante trabajo, ha llevado cosas del supermercado, comida, medicina y hasta aparatos pequeños que las personas necesitan.

Cante asegura que el miedo no lo detendrá porque con ese trabajo mantiene a sus hijos, pero reconoce que sí hay preocupación por los recientes accidentes y señalamientos de robo que se han incrementado. 

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