Martín Rodríguez Pellecer: nueve años de acoso sexual documentado imagen

Perdí la noción del tiempo. Empecé a hacer ruidos para que terminara y él terminó encima mío, me ensució; le dije que se quitara y luego me fui a limpiar.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Durante nueve años, sus víctimas guardaron silencio y sus conocidos nunca supieron de su lado oscuro; uno que abanderaba la lucha feminista, pero se valía de ese estandarte para cometer los actos más deleznables en contra de quienes decía defender. Algunos de estos ocurrieron fuera de Guatemala, durante foros internacionales y otros en territorio nacional. Hoy, 19 mujeres han alzado la voz y señalan a Martín Rodríguez Pellecer de acoso sexual.

Para los más incrédulos, la conducta que relatan las presuntas víctimas dista mucho del “Martín” que conocían. Uno serio y comprometido con su trabajo periodístico, como lo aseguró Carlos Cabarrús, ex vicerrector de la Universidad Rafael Landívar y exjefe directo de Rodríguez cuando este último estuvo a cargo del medio Plaza Pública, período en el que se registra el primero de los acosos.

“No me pega el Martín que describen en las publicaciones, pero nuevamente yo no sabía que eran tantas mujeres quienes lo acusaban de eso…… Pero uno nunca sabe”. Carlos Cabarrús, ex vicerrector de la URL.

Cabarrús reconoce que durante su gestión ninguna periodista de Plaza Pública le informó de conductas irregulares. “No me pega que Martín sea así, pero si ya son tantas las que se apuntan y como esto también puede ser muy discreto y que solo se dé en un aspecto”, aseguró.

La sorpresa de Cabarrús se da luego de que la periodista Catalina Ruíz-Navarro publicara la segunda parte de una investigación sobre denuncias de acoso sexual por parte de Rodríguez. Una donde ya suman un total de 19 mujeres las que lo señalan de haberse valido de su posición y prestigio para hacerles insinuaciones y hasta eyacular en sus cuerpos.

Otras como Alejandra Gutiérrez, quien fuera editora de Plaza Pública en 2012 y ahora es coordinadora de la Agencia Ocote, un grupo de profesionales dedicados a la investigación social, periodismo, producción multimedia y editorial, han roto relaciones con Nómada. “A partir de noviembre, previo a tu publicación, nosotros tuvimos información y decidimos, a partir de nuestro protocolo contra el acoso y para mantener la distancia periodística que nos obliga a investigar este tipo de temas, cancelar o romper la relación con Nómada y a partir de noviembre le informamos a Martín sobre esto porque el protocolo del medio nos exige tolerancia cero”, dijo a Ruíz-Navarro.

Rodríguez y su proyecto periodístico Nómada han sido beneficiarios de aportes financieros de organismos internacionales para luchar contra la conducta que hoy se le achaca a su exdirector. Entre los que destacan ONU Mujeres, que los incluyó en lo que ellos llaman el “marco para sociedades estratégicas con medios de comunicación para avanzar los derechos de las mujeres”, aseguró Luis Barreto, personero de ONU Mujeres.

A ONU Mujeres se suman la Ford Foundation, Free Press Unlimited, Hivos, Planned Parenthood y la Open Society Foundations del multimillonario George Soros. Además de OXFAM, la oenegé internacional señalada de abusos sexuales en Haití en 2010.

Relato buscó por llamadas y mensajes a Rodriguez Pellecer y de nuevo no obtuvimos una respuesta. 

Hoy, las denuncias en contra de Martín Rodríguez Pellecer serán investigadas de oficio por el Ministerio Público. Para la abogada Ana Lucía Alejos Botrán, la conducta de Rodríguez Pellecer debe ser investigada y sancionada. Nadie puede ni debe acosar mujeres y salir impune de estas acusaciones, aseguró la abogada.

“Independientemente de quiénes son los actores, el agresor o las víctimas, como guatemaltecos debemos ser empáticos ante el dolor y la tragedia ajena”. – Ana Lucía Alejos Botrán.

La Fiesta de Año Nuevo

Una publicación en Facebook llevó a la víctima y al acusado a quedarse a celebrar Año Nuevo en Atitlán y es allí donde “B” asegura que recibió acoso sexual. “Voy a tratar de ser lo más detallada posible de recordar ese momento. Todo pasó en un día, el 31 de diciembre del 2012. Yo estaba en Panajachel, en Guatemala. Yo conocía a Martín porque él era director de Plaza Pública y había hecho un trabajo con él; en ese entonces era un trabajo con un poco de amistad y yo confiaba en él, lo admiraba y nunca lo vi como un hombre malo”, comienza el relato.

“Estaba con dos amigas en Panajachel y publiqué en Facebook unas fotos de nosotras. Entonces Martín me contactó, no me acuerdo si por Messenger o WhatsApp, y me preguntó si había cuartos disponibles en el hotel. Yo le dije que sí porque nosotras ya nos íbamos de regreso a la capital y que también había cuartos disponibles, a pesar de la temporada. Me dijo que él iba para allá, que sería bueno que yo estuviera; me preguntó si me quería quedar para celebrar Año Nuevo”.

Una fiesta de fin de año eran los planes sugeridos por parte de Martín. “Me dijo que había una fiesta en la reserva de Atitlán. Yo no le pregunté si iba con su esposa, pero yo me imaginé que sí porque él es un hombre casado y en ese año tuvo a su bebé y me pareció un plan alegre, familiar”.

“Cuando llegó en su carro, venía solo y me pareció raro. Yo le dije: ¿Y tu esposa y tu bebé? Y él me dijo que iba solo y que su esposa estaba de acuerdo en que el celebrará solo el año nuevo. Una de las amigas que estaba conmigo me preguntó que si me quería ir sola con él y yo dije que sí, que yo lo conocía bien”.

Tragos en el cuarto del hotel, miradas e insinuaciones empezaron a salir en la plática. “Meses antes, Martín me había dicho que qué bien me miraba y esa tarde me dijo que yo le parecía bonita y que yo le gustaba. Me sentí incómoda porque yo jamás quise gustarle a él, ni por mucho que lo admiraba, porque él no me gustaba así en absoluto. Yo me reí, me puse nerviosa y él me empezó a decir que si le quería dar un beso. Yo le dije que no”.

La pose 69 de Martín

Luego de la primera plática, ambos individuos se alistaron para ir a una fiesta en San Pedro La Laguna y las propuestas subidas de tono seguían presentes. “Yo regresé al cuarto para cambiarme y entonces él entró a la habitación, cerró la puerta y comenzó a decirme que qué rico sería que hiciéramos un 69, que sería divertido, que era Año Nuevo. Yo le dije que no. Entonces me dijo que si me dejaba hacer sexo oral: ‘Te voy a dar besitos en tu vagina y vas a ver qué rico te vas a sentir, la vamos a pasar muy bien”.

Besos y sexo oral es parte de lo que sufrió “B” ese día. “Como él ya me había hecho sexo oral, me dijo que no fuera mala onda porque él también quería y que si yo podía hacerle sexo oral porque era el turno de él, que teníamos que estar empate. Otra vez le dije que no. Por momentos yo me reía porque pensaba que estaba bromeando conmigo”.

Un fin de año lleno de insinuaciones sexuales, acoso continuo e incomodidades fue lo que más marcó a “B” para toda la vida. “Yo traté de alejarme de él, hablar con otra gente, bailar con otras personas, pero yo me escondía y él me encontraba. Nos fuimos al hotel después de la fiesta, yo me acosté súper cansada y él se acostó conmigo. Yo le dije: ¡Pero hay dos camas!”

“Quería dormirme para no estar más ahí. Entonces me dijo que todavía teníamos pendiente que yo ‘le devolviera el favor’, y yo le dije que no. Solo de pensarlo me dio asco. Entonces me dijo que si por lo menos me dejaba tocar, que no iba a ser con la lengua, sino con las manos. Yo le dije que ‘ok’ porque ya estaba cansada, lo que quería era que me deja en paz”.

Martin empezó a tocarla sobre el calzón y el placer sexual nuevamente se hacía presente. “Yo le dije que no quería tener penetración; entonces él empezó a tocarme la vagina con su pene, ya no con sus dedos, y empezó a tratar de masturbarse conmigo. Perdí la noción del tiempo. Empecé a hacer ruidos para que terminara y él terminó encima mío”.

“B” comentó en la nueva investigación que después de esa noche Martín Rodríguez Pellecer la obligó a tomar una pastilla, de esas que se usan después de tener relaciones sexuales.

“Yo no recuerdo que hubiera penetración, pero por algo él quería que me tomara esa pastilla. Cuando yo le dije: ‘No, no me gustas’, él debió parar y no insistir de forma abrumadora”.

Otros casos

No solo “B” se suma a este caso. Más mujeres han decidido hablar sobre el supuesto acoso recibido por parte de Martín.

Tal son las versiones de “F”, “J”, “L”, “h”, “y”, “T”, “G”, “K” y “N”, quienes aseguran que en algún momento de su vida Martin les ofreció masajes tántricos e insinuaciones para tener relaciones sexuales.

Relato buscó información con el área de comunicación del Ministerio Público en torno a este caso, sin embargo no obtuvimos respuesta alguna. 

Lee los nuevos casos aquí: Martín Rodríguez, abusador y acosador sexual.

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