En 2015, mientras los guatemaltecos estaban en medio de las campañas electorales, en el Ministerio Público (MP) sucedía algo que cambiaría el país por los próximos cuatro años. Era el 16 de abril, los ciudadanos estaban pendientes por varias capturas realizadas a personal aduanero de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
La noticia aún no tenía el impacto necesario, pero fue el principio de la historia tal y como la conocemos ahora.
Había un nombre que resaltaba más, y a quien se le involucraba en la supuesta estructura de defraudación tributaria. Juan Carlos Monzón, secretario privado de la entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti, era el más buscado por las autoridades.
Tres días después, Baldetti regresó de Corea del Sur, donde se encontraba con Monzón, quien no llegó a Guatemala. Ante las críticas recibidas, el presidente en aquel entonces, Otto Pérez Molina, no tuvo otra opción y decidió el 23 de abril ampliar el mandato de la CICIG, que había sido clave en las investigaciones.
“Ni corrupto, ni ladrón”
El 25 de abril, se llevó a cabo la primera gran manifestación en la Plaza de la Constitución contra la corrupción y solicitando la renuncia de Baldetti. Fue hasta el 8 de mayo, que Pérez Molina informó que Roxana había dejado el cargo.
En ese momento, los guatemaltecos comenzaron a poner más atención a los personajes que estaban en la contienda presidencial. Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Manuel Baldizón de Libertad Democrática Renovada (LIDER), los candidatos a ganar.
Sin embargo, los guatemaltecos cansados de la corrupción, comenzaron a señalar a dichos candidatos como “más de lo mismo”.
Por ello, su nombre comenzó a sonar, Jimmy Morales, quien era conocido por sus películas y su programa de televisión, inició con el lema “ni corrupto, ni ladrón”. Algo que le gustó a las personas que veían en él, algo distinto al resto de candidatos, su partido el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación).
El 14 de mayo, Alejandro Maldonado Aguirre, es elegido por el Congreso como el nuevo vicepresidente. Después de 105 días de haber dejado el cargo, Roxana Baldetti es detenida el 21 de agosto de 2015, ese mismo día el MP solicita antejuicio contra Pérez Molina.
El Presidente perdió su inmunidad el 1 de septiembre, renunció al siguiente día y 24 horas después se entrega a la justicia. Alejandro Maldonado se convierte en el presidente de Guatemala.
Por su parte, Juan Carlos Monzón reaparece el 5 de octubre, convirtiéndose en colaborador eficaz en el caso La Línea y otros que salieron a la luz en los próximos años. Pérez Molina y Roxana Baldetti aún se encuentran en prisión, mientras que Monzón (pieza clave en la estructura) recuperó su libertad en junio de 2018.
Triunfo inesperado
Ante los acontecimientos, los guatemaltecos se volcaron a las urnas el 6 de septiembre, dejando para la segunda vuelta a Jimmy Morales y Sandra Torres. La sorpresa de todos fue el tercer lugar obtenido por Manuel Baldizón, quien lideraba las encuestas.
Debido a su popularidad, en la segunda vuelta, Jimmy Morales no tuvo rival, venciendo a Sandra Torres. Morales asumió el 14 de enero de 2016 como el Presidente Constitucional de la República.
Lamentablemente, la felicidad de Jimmy duró poco, las críticas por su falta de experiencia llegaron desde el inicio de su mandato, teniendo su punto de quiebre a finales del 2016. Las investigaciones por el caso Botín Registro de la Propiedad, llevarían a su hijo y a su hermano, a enfrentar un juicio penal y pasar varias semanas en prisión preventiva.
Esto, provocaría diferencias entre Jimmy Morales con Thelma Aldana e Iván Velásquez. Además, el Presidente enfrentó su primer antejuicio en agosto de 2017, ese mismo mes el mandatario declaró non grato a Velásquez.
Un año después, en agosto del año pasado, fue interpuesto un nuevo antejuicio contra Morales por el delito de Financiamiento Electoral Ilícito, el cual no avanzó en el Congreso. La reacción del Presidente fue anunciar el 31 de ese mismo mes, que no renovaría el mandato de la CICIG.
Su último año
Jimmy Morales está por iniciar su último año de presidencia, el cual tiene como tema principal las elecciones. En ellas, los guatemaltecos decidirán nuevamente su futuro para los próximos cuatro años, siendo el sucesor en la presidencia el más discutido.
Además, este año empezarán algunas prohibiciones para el mandatario establecidas en la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Se le prohíbe usar los recursos y bienes del Estado para propaganda electoral.
También se le prohíbe a los funcionarios dedicarse a actividades de carácter político electoral, así como emplear su autoridad a favor o en perjuicio de determinado candidato. Tampoco puede informar, dar a conocer o inaugurar públicamente obras realizadas.
Por otra parte, Morales enfrentará la situación de la CICIG en Guatemala, período que concluirá en septiembre y que según comunicó ya no renovará. Iván Velásquez, quien se encuentra fuera del país desde hace varios meses, podría regresar al país.
El posible regreso de Velásquez, será de mucha tensión entre la CICIG y el Estado. El Gobierno no quiere que vuelva, sin embargo, hay un amparo otorgado por la Corte de Constitucionalidad (CC) que permite su regreso. Sin duda alguna, serán los dos temas principales que se enfrentará Morales en su último año.
