La ciudad que llora por Arzú imagen

Así se vivieron las últimas horas en las que el cuerpo de Álvaro Arzú permanecía en la Ciudad de Guatemala, “su ciudad”.

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Las campanas de la iglesia El Calvario, 21 cañonazos  y sirenas de bomberos resonaron en el viento. Rosas y llanto acompañaron al ataúd del alcalde Álvaro Arzú.

Desde tempranas horas de la mañana de este domingo, cientos de guatemaltecos se asomaron frente al Palacio Nacional de la Cultura para acompañar el ataúd de Arzú. Poco después de las 9 de la mañana, salió del Palacio Nacional para enfilarse por el paseo de la Sexta en el Centro Histórico rumbo hacia la Municipalidad, en donde se le rendirían los últimos homenajes antes de partir hacia Sacatepéquez.




“Viva Arzú” gritaba un grupo de señoras representantes de los mercados cantonales, mientras otras se acercaban al ataúd para dejarle rosas y besos como muestra de su afecto. El llanto se hizo presente al igual que los aplausos. Sentimientos de tristeza y nostalgia llenaron todo el recorrido.

 “Fue un Presidente y Alcalde inigualable, no existirá nadie como él”, señaló Dora Santizo, quien llevaba una flor blanca en su mano para despedirlo.Con las manos hacia arriba haciendo una oración, los vecinos, se acercaban para darle el último adiós entre lágrimas, mientras otros con una sonrisa de satisfacción decían “ya no va a sufrir”.




Vendedores del Mercado Sur No. 2, conocido como “La Placita“, lanzaron pétalos hacia el ataúd del alcalde como muestra del cariño, respeto y admiración que le tenían. “Hizo tanto por nosotros y estamos muy agradecidos con él. Dios lo va a recibir con los brazos abiertos”, mencionó Sandy Xitamul. 

Por su parte, Rita Aguilar una vecina del área comentaba: “Como alcalde, Arzú hizo por Guatemala lo que muchos no han realizado en su Gobierno, siempre será un ejemplo de líder”.

Tras el féretro de Arzú, cientos de guatemaltecos lamentaban el acontecimiento, sus rostros reflejaban tristeza y dolor. Al llegar al edificio de la Municipalidad capitalina, en donde laboró por muchos años, la emoción de los presentes se desbordó.




El primero en dirigirle unas palabras fue su hijo, Álvaro Arzú Escobar, actual Presidente del Congreso,  quien expresó que siempre recordaría a su padre como “un hombre que amaba la ciudad”. Ricardo Quiñónez dio su primer mensaje como nuevo alcalde de la ciudad. Expresó su cariño y “admiración por un hombre que nunca tuvo miedo y que amaba profundamente a Guatemala”.

Luego de varios homenajes y discursos sentidos, el cortejo fúnebre comenzó su camino en caravana hacia la aldea San Pedro, El Panorama, Sacatepéquez, en donde sus restos fueron exhumados en una ceremonia privada.




Arzú siempre estuvo con los pobres, no nos tenía miedo, fue el único que nos visitó cuando fue el huracán Mitch, nadie nunca le llegará a los talones”, dijo Ana Poloxic, quien lloraba como quien pierde un amigo.



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