La sequía ha puesto en riesgo empleos, cultivos y energía eléctrica durante 2019 imagen

Aunque los consumidores no perciban el impacto negativo de la sequía, el sector agrícola y energético están “rezando” para que llueva.

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Las sequías son fenómenos en los cuales existe una disminución significativa de la disponibilidad de agua durante un largo período de tiempo y en un área grande.

Se pueden definir en términos meteorológicos o de cómo este fenómeno puede impactar a las personas, la agricultura, la generación de energía, el medioambiente y mercado, según el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

Desde que el país opera bajo la Ley General de Electricidad, este año se catalogó como el más seco en 20 años, según el Administrador del Mercado Mayorista (AMM).

La falta de lluvias en la región norte del país han causado problemas para distintos sectores, especialmente, el agrícola y energético.

Hidroeléctricas en problemas

Las pocas lluvias que se presentaron en el país, fueron en las áreas alejadas a las cuencas de ríos, en donde operan generadoras de energía hidráulica.

La mayoría de hidroeléctricas se encuentran en el nororiente y occidente del país, pero las lluvias se han dado en el centro del país, así como en el sur y suroccidente.

Por ello, las hidroeléctricas no han conseguido llenar su embalse anual durante la época lluviosa. En esta temporada, se generaron 425 gigavatios, mientras que en 2018, el mismo período generó 650 gigavatios.

“Es una caída de casi el 35 por ciento”, expresó Edgar Navarro, presidente del AMM a los medios.

La diferencia ha tenido que ser sustituida con generación con recursos no renovables como el carbón.

Por ejemplo, el caudal del río para la hidroeléctrica Chixoy se sitúa en menos del 25 por ciento del promedio histórico.

Las demás hidroeléctricas han generado el 50 por ciento menos de lo que se generó durante el 2018.

Esto ha provocado que el mayor porcentaje de energía total se genere con energía térmica durante junio y julio de 2019.

Precios más altos

Al haber una menor generación con opciones renovables, el precio de la energía ha aumentado, ya que esta debe ser generada con combustibles derivados del petróleo, los cuales son más costosos que el agua.

En promedio, los precios spot diarios han sido de US$65 y US$70, pero este año, ascendieron a US$100 en los últimos meses.

La tarifa vigente a agosto de 2019 de la Empresa Eléctrica de Guatemala, S.A. (EEGSA) presentó un leve aumento.

EEGSA argumentó que el aumento se debe a que recurrieron a utilizar “electricidad producida por otras tecnologías, cuyos precios son más altos que los de las fuentes hídricas”.

Cultivos y empleos en peligro

La sequía ocasiona graves desequilibrios hidrológicos que afectan de forma negativa los recursos en las tierras y los sistemas de producción, de acuerdo al Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

Además, del sector generador de energía, el sector agrícola y agropecuario también han sido impactados negativamente por la sequía.

Los cultivos más afectados han sido la palma africana (o aceitera) y el cardamomo, productos importantes para la exportación.

En el caso de la palma, la producción se ha reducido en un 80 por ciento. Esta sirve para producir aceite comestible, pero las empresas deben buscar alternativas para hacerlo.

“Además, de la pérdida económica para las empresas productoras, la sequía está causando desempleo en las zonas donde estas operan”, comentó Enrique Lacs, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB).

El cardamomo es una fuente importante de divisas para el país y el único producto agrícola que además de crecer en precio, aumenta en demanda.

“Tenemos reportes que la producción puede bajar en un 25 por ciento. Sucede lo mismo con productos de exportación y generadores de empleo”, agregó Lacs.

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El área del norte de Guatemala, así como los departamentos de Alta Verapaz y Petén, son los más afectados, según reportes de la CGAB.

La falta de lluvia afecta a estas regiones con altos índices de pobreza. Los pozos apenas comienzan a llenarse y las comunidades han sobrevivido sin agua.

El Corredor Seco comprende casi un 11 por ciento del territorio nacional con 46 municipios. En esta área, se ha presentado una canícula prolongada durante los últimos años que terminó con cifras alarmantes para el 2019.

Efectos de la sequía en el país

Además, de poner en riesgo miles de empleos, las exportaciones también se encuentran en peligro.

“Afecta a las exportaciones porque no podemos atender mercados internacionales. Las empresas que compran en el extranjero tratan de tener abastecedores seguros y al no ofrecerlo nosotros, buscan otras oportunidades”, agregó el directivo.

El ingreso de divisas comienza a bajar. Se registran bajas en el Producto Interno Bruto (PIB) y la economía inicia a desacelerarse, según reportes de la CGAB.

A pesar de ello, el consumidor final no sentirá el impacto ni escasez de los productos en los supermercados, ya que la economía es abierta y permite importar hasta cierto punto.

“Es la madre naturaleza. No nos queda más que orar para que llueva, ya que con ciertos cultivos no podemos implementar sistemas de riego por la naturaleza de ellos”, agregó Lacs.

Reducir consecuencias negativas

En el caso del sector agrícola, la CGAB ha evaluado la opción de implementar programas de seguros agrícolas para reducir el efecto negativo en las comunidades, en caso de desastres naturales.

“En otros países ya existen, es una solución, pero hay que conformar un fondo con participación del gobierno, empresas y organismos descentralizados”, mencionó Lacs.

Para el sector de energía, el AMM sugiere que es “indispensable” instalar más generadoras de energía, así como dar luz verde a los proyectos abandonados o en espera de consultas comunitarias por órdenes de la Corte de Constitucionalidad.

Estos proyectos podrían aportar unos 400 megavatios al país, para mejorar la situación a la que el sector se enfrenta.

Con la canícula prolongada de 2018, 312 mil familias resultaron afectadas con daños en diversos cultivos, principalmente el maíz. Los efectos se dieron en todo el país.

La región con mayor daño fue el oriente del país: Chiquimula, Zacapa, Jutiapa, el Progreso, parte de Santa Rosa y Baja Verapaz. Izabal fue el único departamento que no reportó daños durante 2018, según datos oficiales del MARN.

Fotos: Estrategia y negocios, YouTube/Peter Birkenmeier,

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