La Basílica de Esquipulas, nostalgia, tristeza y lágrimas tras la pandemia. imagen

Feligreses asisten a la Basílica de Esquipulas para visitar al Cristo Negro, pedir su bendición y disfrutar del arte, la maravilla de esta iglesia y más. Pero la pandemia del COVID-19 ha cambiado todo.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Además de ser una de las más queridas por los guatemaltecos y extranjeros. Esta iglesia es la iglesia católica romana más grande de América Central y el sur de México y la única en América con cuatro campanarios. Tiene la condición de catedral, basílica menor y santuario católico. En un año normal, todos los días se acostumbraba a ver a miles de personas, guatemaltecos o extranjeros yendo a horas tempranas para poder ingresar a la iglesia, estar en una de las tantas misas que había y por último poder visitar la imagen del famoso Cristo Negro, ahora, todo eso cambió por un vacío que convierte todo en tristeza.

Así es con el COVID-19 en el ambiente en la Basílica de Esquipulas

“Desde que llegas, ya no sientes lo mismo en el ambiente. Es un sentimiento de tristeza combinado con nostalgia” visitantes del lugar.

Antes la entrada era en muchas puertas, ahora no, colocaron la entrada en el lateral derecho de la iglesia, para la seguridad habilitaron dos pasillos, uno para veneración y el otro es para la misa. Si quieres ingresar a la misa del día, debes llegar a las 4:30 P.M. para poder tener un número y si tienes suerte, podrás asistir a la misa de las 5:00 P.M. Esto porque la cantidad de personas es limitada.

La cola disminuyo mucho, esto debido a que no hay muchas personas. Puedes venerar al Cristo Negro tranquilamente y luego salir.

Antes, uno mismo podía encender las velas que desearas para poder colocarlas, ahora hay una persona que te las recibe y enciende por ti.

No puedes ingresar al interior de la iglesia, solo para la misa. Tampoco hay bendiciones con agua bendita ni nada por el estilo.

También algo que la pandemia a afectado, son los famosos puestos de ventas en los laterales de la iglesia, donde vendían gorritos, imágenes, esculturas, recuerdos y más de Esquipulas. Ahora, solo hay muy pocas tiendas, solo en una calle, pero por el temor de ser contagiado, los visitantes casi no compran nada.

“Es duro, antes podías caminar y entrar tranquilamente a la iglesia, disfrutar de una misa y poder estar en paz junto al Cristo Negro, pero ahora no es lo mismo, siento una tristeza enorme” visitante del lugar.

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