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Pocas veces en la historia de la cadena de noticias Fox News, Guatemala figura en sus reportajes estelares. Inundaciones, erupciones o crímenes masivos han ocupado, por pocos segundos, un espacio en la transmisión. Pero recientemente un reportaje de la Fox expuso cómo la izquierda se ha enquistado en el Departamento de Estado, y sería el embajador Luis Arreaga su operador en Guatemala.

En el tiempo de la entrevista, que duró 6 minutos y medio, el periodista Lou Dobbs abordó a Tom Fitton, presidente de Judicial Watch, un grupo activista conservador que presenta solicitudes de información e investiga la mala conducta de funcionarios del gobierno estadounidense. Durante el diálogo, Dobbs cuestionó a Fitton sobre el fallido acuerdo y las causas que llevaron a que el mismo fuera firmado bajo medidas extremas de presión por parte de la administración de Trump.

Lo que Fitton reveló fue una traición y la existencia de personajes opositores a las políticas de Trump, dentro del mismo Departamento de Estado. Luego de la entrevista, en Guatemala se rumora que un cambio de embajador se vislumbra.

Arreaga, el traidor

Hizo falta que Guatemala se negara a firmar un acuerdo migratorio con los Estados Unidos, para que la administración de Donald Trump se diera cuenta de lo que aquí todos sabemos: “La agenda demócrata de Barack Obama sigue vigente”.

Los actores cambiaron, se fue Todd Robinson y llegó Luis Arreaga para dirigir la misión diplomática del gran país del norte. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y de Arreaga a Guatemala, se preveía un cambio en la agenda estadounidense.

Pero Arreaga tenía otras intenciones, las que quedaron al descubierto tras la negativa guatemalteca de firmar un acuerdo migratorio. Para la organización estadounidense Judicial Watch (Observatorio Judicial), la administración de Donald Trump no logró darse cuenta de que en su propia administración estaba la razón para la negativa. Esta tenía nombre y apellido, Luis Arreaga, sostiene la organización Judicial Watch.

Arreaga habría sido parte del plan para bloquear la firma del acuerdo migratorio, pues este contravenía los intereses de la agenda “izquierdista” que se había establecido en Guatemala.

Un acuerdo a empujones

El pasado 26 de julio, Donald Trump consiguió el acuerdo que buscaba: un acuerdo de Tercer País Seguro con Guatemala, por medio del cual los Estados Unidos podrán deportar a Guatemala cualquier migrante que llegue a los EE. UU. por vía de nuestra nación.

En la práctica sería cualquiera, exceptuando a mexicanos y guatemaltecos (y niños no acompañados). Pero el acuerdo solo pudo llegar luego de fuertes presiones del gobierno de los Estados Unidos, y sirvió para que la administración de Trump se percatara de lo que estaba mal en Guatemala con sus colaboradores.

A continuación, un extracto de lo publicado por Judicial Watch

El acuerdo, que habría sido pactado semanas antes, entre el gobierno de Jimmy Morales y Trump, había sido saboteado. El acuerdo buscaba aliviar los problemas que la “perversa corrupción” y la migración habían generado entre los dos estados, pero en su lugar expuso los grupos de izquierda enquistados en el Departamento de Estado, específicamente en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.

(Y esto viene a evidenciar)… Que poco han cambiado las cosas desde que la administración de Trump cambió a Robinson por Arreaga. Horas después de que la negativa de Guatemala se hiciera pública, Arreaga fue llamado a Washington para aclarar lo sucedido. 

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