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La oferta de vacunas contra el COVID-19, para personas, que aún no son elegibles para acceder a la vacunación gratuita, ha despertado la alarma entre autoridades de salud y médicos. Se anuncian como grupos de empresarios con acceso a la compra de excedentes de vacunas en países como Estados Unidos y que las traen a Guatemala para facilitar la vacunación de interesados que aun no entran en los rangos de edad autorizados para recibir la vacuna de forma gratuita.

“Estas dosis son probablemente falsificadas o robadas de centros sanitarios que no fueron almacenadas adecuadamente, que la aparición de este mercado no solo representa un problema para las autoridades sanitarias sino para la policía que ha de identificar esta actividad criminal”. Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

Desde principios de enero, las advertencias sobre la posibilidad de la creación de un mercado negro para la distribución y venta de vacunas contra el COVID-19, se dejo ver. Las autoridades de salud comenzaron una campaña para advertir a los usuarios sobre los riesgos de comprar supuestas vacunas a terceros, pues nadie esta autorizado para vender o distribuir la vacuna fuera del sistema nacional de salud.

En junio del presente año, las ofertas para la venta de las vacunas comenzaron a circular en redes sociales y grupos de chats en todo el país. Para entonces y con la incertidumbre sobre el arribo de vacunas a Guatemala, muchas personas comenzaron a inquietarse y buscar opciones para vacunarse o vacunar a sus familiares. Algunos como Rodolfo Urías, tomaron un avión con destino a los Estados Unidos para recibir la única dosis de la vacuna de Johnson & Johnson. Otros comenzaron a planificar viajes al sur de México para acceder a lo que el gobierno guatemalteco no les podía dar en ese momento.

Otros, sin poder costearse un viaje, optaron por buscar alternativas a nivel local. Y fue así como los mensajes de WhatsApp, posts en redes sociales y comunicaciones de boca en boca los llevaron son supuestos proveedores de dosis de la vacuna. Edgar Mendizábal, padre de tres jóvenes veinteañeros, comenzó a entrar en pánico. “No sabia si algún día vendrían las vacunas, y quería que mis hijos estuvieran protegidos”, recuerda. Fue así como una compañera del trabajo le dio el contacto de una conocida que tenia acceso a las vacunas.

“Llame a la señora que me dijo mi compañera, le pregunte que cómo funcionaba la cosa y me dijo que eran Q800 por dosis y que tenia que pagarle antes de que me las llevara, ya sabe por el asunto de que tienen que estar refrigeradas”, recuerda Edgar.

Mientras tanto el Ministerio de Salud Púbica aclaró que nadie esta autorizado para comercializar las vacunas, las dosis son gratuitas y que comprar estos productos pone en riesgo la salud de as personas. Y es este riesgo el que preocupa a médicos como la Dra. Iris Cazali, infectóloga del Hospital Roosevelt. “Me impresionan noticias como estas, la verdad es preocupante”, dijo.

Y es esta preocupación la que lleva a Cazali hacer algunas recomendaciones a quienes se aventuran a comprar este tipo de dosis que se venden en el mercado negro. Según Cazali hay muchos factores que están en juego al momento de recibir una vacuna, para la enfermedad que sea. Primero no es solo de revisar que el frasquito este cerrado, es también la manera en que el medicamento ha sido manejado.

  1. Las vacunas son sustancias biológicas, cuya preparación requiere de un manejo delicado y esto, en este caso, abarca hasta la cadena de frío que la mantiene.
  2. Antes de ponerse una vacuna es importante saber que esta cadena de frío se ha cumplido, de lo contrario la vacuna se inactiva.
  3. Si una persona no esta segura de lo que se esta inyectando, corre el riesgo de asumir que esta protegida, y perder su oportunidad de vacunarse debidamente.
  4. Inyectarse el brazo no es nada extraño, lo grave es que se inyecte algo que no sirva para los efectos que se buscan y que este producto pueda estar adulterado.
  5. Nunca es recomendable inyectarse, ni hacerlo en un lugar o con un producto que genere dudas.
  6. Y para los viajantes, inyectarse en un lugar con un producto que no tiene certificación, no garantiza que se pueda viajar. Es necesario que el lugar donde uno se vacuna genere un certificado oficial para cumplir bien con los requisitos.

La experiencia de México

En abril del presente año, un lucrativo mercado negro de venta de vacunas contra el COVID-19 surgió en la metrópolis más grande de américa latina. Cuidad de México, se convirtió en el epicentro de venta de vacunas falsificadas o contrabandeadas. Con la etiqueta de las grandes casas farmacéuticas, las ofertas de vacuna en las redes sociales inundaron el mercado. Los precios oscilaban entre los US$10 y US$50 por dosis.

Y aunque una gran mayoría de marcas de vacunas se aplican en México, las autoridades del país detectaron que hasta se vendían algunas que nunca se han distribuido allí. Un análisis de las propias casas farmacéuticas, que esperaban que su producto llegara a una parte de los 114 millones de mexicanos, detecto que unas 80 personas habían recibido una dosis falsa en una clínica de Monterrey, Nuevo León. En Monterrey, incluso se ofrecían paquetes de vacunación por 25 mil pesos (Q9 mil 700) por dos dosis de las vacunas. Y aunque el local fue clausurado, no se logro detectar la cantidad de estafados por dicha clínica.

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