La pandemia vino de sorpresa y provocó que todos los planes que se pudieran tener para el 2020 cambiaran de forma drástica. Bodas canceladas, cumpleaños por Zoom, incluso matrimonios a distancia, han sido algunos de los resultados por la emergencia. Asimismo, con el objetivo de disminuir los contagios, muchos gobiernos cerraron sus fronteras, lo que ocasionó que miles de personas se quedaran varadas en otros países.
Muchos guatemaltecos que se encontraban en el extranjero no han podido salir del país en donde se encuentran. Al principio, porque Guatemala mantuvo fronteras cerradas durante 6 meses y ahora que ya se está comenzando la reapertura del aeropuerto y fronteras, muchos países están considerando cerrar de nuevo por miedo a un repunte de los casos.
Para varios connacionales que no han podido regresar al país las dificultades se han complicado, ya que estar lejos de sus familias ha sido un reto, al igual que sobrevivir en el extranjero.
Una guatemalteca en Lisboa
Andrea estudia en Guatemala Administración y como parte de su pénsum viajó a Lisboa para estudiar un semestre. Llegó a Portugal en febrero y pensaba regresar en mayo, pero las fronteras se cerraron, así que no pudo regresar al país.
De acuerdo con Andrea, pasar la cuarentena lejos de Guatemala ha sido muy difícil. En especial porque se encuentra sola en Lisboa. Al principio vivía junto con una compañera de cuarto de México, pero debido a que su país no cerró la frontera le fue más fácil regresar, luego de únicamente 2 meses en aquella nación europea.
Mientras tanto, Andrea se quedó sola esperando regresar. Pensó viajar a México y así poder entrar a Guatemala. Pero, para ello, debía comprar un boleto que la llevara a Madrid, luego a la Ciudad de México, viajar a Tapachula y luego entrar a Guatemala. Todo este trayecto sería muy costoso y ella ya tiene poco dinero para poder vivir en Lisboa
Se mantiene al pendiente y ansiosa al estar sola en medio de tanta incertidumbre. Intenta estar en contacto al menos una vez al día con alguno de sus familiares para estar más tranquila, pero la angustia continúa.
La espera eterna
Lucía viajo a Inglaterra a principios de marzo por trabajo. Ella es asesora de mercadeo, por lo que su viaje tenía como objetivo ayudar a una empresa con su imagen. Pero, luego de realizar su trabajo durante un mes no fue posible regresar a Guatemala por el cierre de las fronteras en Guatemala.
De igual forma, sabía que era muy complicado poder conseguir un vuelo que la trajera a Guatemala o la llevara a México. Esto la obligó a quedarse en Inglaterra hasta que las fronteras vuelvan a funcionar de forma natural.
Lo más difícil que ha tenido que afrontar fue el nacimiento de su primer sobrino. Lucía esperaba poder regresar a Guatemala a tiempo para conocer al bebé, quien nació en junio, pero únicamente lo ha podido ver por videollamada.
Lucía está esperando los protocolos oficiales que se manejarán en Guatemala para tomar un vuelo que la traiga de vuelta a su país.
