Está claro que el coronavirus COVID-19 o SARS-CoV-2 vino a revolucionar la forma en que los sistemas de salud atienden este tipo de situaciones. Efectivamente nadie estaba preparado para un brote de esta magnitud, por eso, el mundo seguramente no será igual a pesar de la posible llegada de una vacuna en el 2021.
Pero, ¿cómo se originó esta pandemia?
Diversas fuentes como The Washington Post, el médico que falleció y que alertó sobre este posible virus y hasta Bill Gates coinciden en que esto no se originó de un murciélago como hacía creer el gobierno chino, sino que existe una gran probabilidad de que se haya creado en un laboratorio de Wuhan, China.
En enero de 2018, la embajada de Estados Unidos en Pekín envió repetidas veces a científicos diplomáticos estadounidenses al Instituto de Virología de Wuhan, China, debido a que este desde el 2015 se había convertido en el primer laboratorio chino en conseguir el nivel más alto de seguridad en investigación biológica internacional.
En un cable difundido por el The Washington Post, el 27 de marzo de 2018, se realizó la última visita a este laboratorio, liderada por Jamison Fouss, el cónsul general de Wuhan y Rick Switzer, el consejero de Medioambiente, Ciencia, Salud y Tecnología de la embajada. En dicho documento constaba que los funcionarios estadounidenses habían mostrado durante sus visitas, cierta preocupación por la debilidad de seguridad y gestión en el laboratorio de Wuhan y propusieron prestarle más atención.
Los investigadores chinos estaban recibiendo asistencia del Laboratorio Nacional de Galveston, en la rama Médica de la Universidad de Texas; no obstante, solicitaron ayuda adicional, principalmente porque la investigación sobre el coronavirus de murciélago era importante, también peligrosa.
Según los hallazgos, el objetivo de la investigación era prevenir otra epidemia similar a la del SARS en 2003, pero no mostraban los mismos estándares de seguridad, algo que también advirtieron en 2015. Derivado de esto, en el 2014, el gobierno estadounidense había puesto una suspensión en el financiamiento de cualquier investigación que hiciera más letal o más contagioso a un virus.
Aunque no hay evidencias de que el virus que está actualmente haya sido diseñado por humanos, los científicos sí coinciden en que provino de los animales, pero no es lo mismo que afirmar que no salió de un laboratorio que pasó por muchos años analizando el coronavirus proveniente de un murciélago, dijo el investigador de la Escuela de Información en la Universidad de California en Berkeley, Xiao Qiang.
Según una investigación de John Robert de Fox News, dichos documentos detallan de los primeros esfuerzos de contención por parte de China, como haber culpado al mercado húmedo de Wuhan por la venta de murciélagos para el consumo humano era para desviar la atención del laboratorio. No obstante, una investigación de expertos chinos publicada en The Lancet reveló que el primer paciente que se identificó con coronavirus el 1 de diciembre no tuvo conexión con el mercado, además de señalar que no existía ninguna venta de murciélagos en el lugar.
Esta investigación también recalca que los estadounidenses originalmente estaban ayudando a capacitar a los chinos en un programa llamado PREVENIR, mucho antes de que comenzaran a trabajar en este virus, incluso Francia ayudó a establecer el laboratorio de Wuhan. Sin embargo, fuentes cercanas a Fox News señalaron que China suprimió y cambió los datos, además de borrar informes iniciales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China rechazó la sospecha de que el virus escapara de la instalación o proviniera de un laboratorio, respaldándose en declaraciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que afirmaban que no había evidencia de que el coronavirus viniera de un laboratorio.
Por el momento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió detener de inmediato todos los fondos para la OMS, siendo este país su mayor donante. La investigación con China sigue en curso.
Fuentes: Josh Rogin, columnista The Washington Post y analista político de CNN. Gregg Re, Breat Baier y John Robert, Fox News. The New York Times. “Clinical Features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China”, The Lancet.