Estados Unidos e Irán, más que la muerte de un militar una riña de décadas imagen

La historia entre Irán y Estados Unidos, marcada por el petróleo, la guerra y sus gobernantes.

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Los últimos acontecimientos han puesto los ojos de todo el mundo en Estados Unidos e Irán. Algunos temen por el inicio de una tercera guerra mundial, otros bromean en redes sociales respecto a la situación y muchos más, no entienden cuál es el conflicto entre ambas naciones.

Para saber por qué es el conflicto hay que irse décadas atrás, cuando inició una relación de “amistad” entre los dos países.

Todo inició en 1953, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña colaboraron para el derrocamiento en agosto de ese año del ministro iraní, Mohammad Mosaddeq. El objetivo fue evitar la nacionalización de la industria petrolera, que consiste en que un Estado se reserva el derecho de explotar y obtener el control total de sus ganancias.

La importancia del tema petrolero en Irán es que posee una de las principales reservas de hidrocarburos del mundo, tanto de crudo como de gas. Sin embargo, distintas sanciones y la falta de inversiones extranjeras le dificultan el pleno desarrollo de este sector.

Durante los años siguientes del derrocamiento de Mohammad Mosaddeq, algunos países occidentales apoyaron al Shah Reza Pahlavi. Más de 20 años después, el 16 de enero de 1979 se dio la Revolución Islámica, que lo obligó a abandonar Irán y tomó el poder el ayatolá, Ruhollah Jomeini.

El rompimiento

El 4 de noviembre de 1979, se dio el rompimiento por completo de las relaciones entre ambos países. Aquel día, alrededor de 400 estudiantes islamistas asaltaron la embajada de EE. UU. y tomaron de rehenes a más de 60 trabajadores y diplomáticos, quienes fueron liberados hasta 1981.

El ataque fue justificado al señalar a la embajada como un centro de espionaje imperialista que conspiraba contra la revolución.

Estas acciones llevaron a Estados Unidos a romper las relaciones diplomáticas con Irán el 4 de abril de 1980. Ese mismo año, tropas del presidente iraquí, Sadam Husein, invadieron el suroeste de Irán con el apoyo de los gobiernos occidentales al considerarlo como una amenaza.

El miedo del Gobierno de Estados Unidos a que la revolución islámica se extendiese por toda la zona, hizo que el presidente norteamericano, Jimmy Carter, apoyara a Hussein. Algunos informes y artículos de prensa, señalaron que la CIA entregaba secretamente armas a Sadam y le daba información a través de sus satélites sobre los avances iraníes.

La guerra entre Irán e Irak duró hasta 1988, durante ese tiempo algunos ataques iraníes contra petroleros provocaron riñas entre sus tropas y las estadounidenses.

Un hecho que aumentó más la pelea entre ambos países, fue que en julio de 1988 un avión de pasajeros iraní fue derribado por un buque de guerra estadounidense. El ataque fue justificado como un error al confundir el avión comercial con uno militar, 290 personas a bordo murieron aquel día.

Bombas nucleares

El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos recibió un duro golpe con el ataque a las Torres Gemelas. Por ello, el 29 de enero de 2002 el presidente estadounidense, George W. Bush, describió a Irán, Irak y Corea del Norte como el “eje del mal”, preparándose para una invasión estadounidense a Irak.

Mientras estos preparativos estaban en marcha, el gobierno en Washington sospechó que Irán podría desarrollar armas nucleares. Lo que Irán confirmó en 2006 con el anuncio de la reanudación del enriquecimiento de uranio para su programa nuclear, con lo cual temían que pudieran desarrollar bombas atómicas.

Según medios en aquel entonces, Bush habría considerando usar armas nucleares contra Irán. En mayo de 2006, Irán amenazó con terminar con el Tratado de No Proliferación (TNP), el cual es para prevenir la propagación de armas nucleares, fomentar los usos pacíficos de la energía nuclear y promover el objetivo del desarme nuclear.

El tratado se firmó en julio de 1968 y entró en vigor en 1970 por parte de Estados que ya habían detonado un ensayo nuclear hasta la fecha. Dichos países fueron: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China y Rusia.

Según la ONU, son signatarios del tratado la mayor parte del mundo, ya que 191 países han firmado el TNP, los países que no han firmado son: India, Pakistán, Israel y Sudán del Sur. Corea del Norte se retiró del tratado en 2003, ese mismo año Irán suscribió en Viena el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

En marzo de 2003 se unieron momentáneamente en una coalición para invadir Irak y destruir supuestas armas de destrucción masiva que tenía ISIS. Luego, los estadounidenses entraron en Bagdad donde uno de sus blindados y un centenar de iraquíes, derribaron la estatua del dictador Sadam Husein.

Diez años después, en 2013, Hasan Rohani, nuevo presidente iraní, quiso poner fin a las sanciones económicas y respondió a las demandas de la comunidad internacional para reducir drásticamente su programa nuclear. En 2015, en Viena, se firmó el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).

En mayo de 2018, el presidente Donald Trump, decidió retirar del PAIC a Estados Unidos. Esto afectó a los países que continuaban importando petróleo de Irán, al ser amenazados con drásticas sanciones, por lo que Rohani amenazó con bloquear las rutas de exportación de petróleo en el golfo Pérsico.

La crisis en la actualidad

El 2018 marcó un rumbo sin retorno para ambas naciones, en julio de dicho año, Rohani acusó a Trump de intentar destruir a Irán con sanciones y se tocó por primera vez el tema de una guerra entre los dos países. EE. UU. reactivó las sanciones contra Irán y congeló todos sus fondos en bancos estadounidenses, además de prohibir el comercio de materias primas.

Es hasta en abril de 2019, que el gobierno de Trump declaró a la Guardia Revolucionaria Iraní como una organización terrorista. Siendo la respuesta de Teherán, al declarar a Estados Unidos como un “patrocinador estatal del terrorismo”, en los próximos meses entraron en confrontaciones por tomas de petroleras.

El 27 de diciembre, un contratista civil estadounidense murió y cuatro militares resultaron heridos en un ataque con misiles a una base militar de EE. UU. cerca de Kirkuk, en Irak. El gobierno estadounidense responsabilizó el ataque a las milicias chiítas iraquíes, respaldadas por la Guardia Revolucionaria iraní.

Dos días después, las fuerzas estadounidenses bombardearon en Irak y Siria cinco bases de la milicia chiita Kataib Hezbolá, la cual se considera como la mayor de las organizaciones que integran la coalición proiraní Fuerzas de Movilización Popular. El saldo de fallecidos fue de 25 personas.

Tras los ataques aéreos estadounidenses, el gobierno de Irán advirtió a Estados Unidos de posibles consecuencias”. Además, un grupo de manifestantes irrumpió en las instalaciones de la Embajada de Estados Unidos, que provocó el despliegue de militares a la región.

El 2 de enero del presente año, Irán recibió un duro golpe, un dron especial disparó varios misiles en el aeropuerto internacional de Bagdad, donde varias personas, entre ellas el mayor general iraní, Qassem Soleimani, fallecieron. Pocas horas después, el Pentágono se atribuyó la responsabilidad del ataque.

Soleimani fue una figura clave y popular en la dirección de las acciones militares de Irán en la región.

El presidente Rohani aseguró que Teherán y otras naciones de la región “vengarán el martirio de Soleimani”, también decidieron anunciar tres días de duelo nacional por la muerte del general. Desde entonces, la tensión ha ido en aumento, dejó la interrogante de cuáles serán las siguientes acciones y si estas provocarán una tercera guerra mundial.

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