Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.
En la USAC venden hasta calzones. Las ventas restringen el paso a los estudiantes
Las ventas informales en la universidad se adueñan de las plazas, aceras, los pasos peatonales y espacios de recreación.
Los estudiantes deberían circular por los espacios peatonales, pero esto no se cumple, ya que cada unidad académica genera ingresos al permitir las ventas en los pasillos.
Se entiende que se debe autorizar la venta de libros, comida, fotocopias, impresiones, útiles escolares, lo relacionado con la academia, pero en los pasillos de la USAC venden hasta calzones.
Tazas, cinchos, playeras, zapatos, bisutería, blusas y todo tipo de artilugios que nada tienen que ver con lo académico.
No deben venderse software, CD, DVD sin la licencia respectiva, pero se venden.
Aretes, discos piratas y ventas de comida. No necesitas ir al mercado de El Guarda.
Son más de 300 mil personas entre trabajadores administrativos, catedráticos y estudiantes de todas las USAC del país, los que provocan que esas ventas existan. Esto, porque mientras permanecen dentro de la institución, buscan satisfacer las distintas necesidades, ya sea alimenticias, de libros y personales.
Ninguno de los vendedores informales llenan los requisitos de tener una patente de comercio, registro del comercio en la SAT y tarjeta de salud, entre otros.
En 2013 entró en vigencia el Reglamento General para el Desarrollo de la Actividad Comercial, sin embargo, 6 años han pasado y nada ha cambiado dentro de las instalaciones universitarias que, más bien, ahora son comparadas con una pequeña terminal de la zona 4
Fotos: Google y Luis Fernando Alvarado, estudiante bloguero.
Fuente: El taller del todo. Soy Usac.