Para el abogado Ignacio Andrade la situación política y jurídica que vive el país, es la confluencia de campos de acción de tres instituciones. Cada una legalmente acatando su mandato, pero complicando las cosas. Para Andrade vamos en un proceso plagado de desconfianza y enmarcado por la incertidumbre. Pero, lo rescatable, son las miles de personas que hicieron del sistema electoral uno fuerte y a prueba de los embates de estos tiempos recios.
¿Qué es lo que está sucediendo en Guatemala con este proceso electoral?
Este proceso electoral ha sido atípico en muchas formas, y no por que sea la primera vez que haya candidatos a los que nos le les permite participar. Aquí lo que ha ocurrido, es que el TSE no ha sido consistente, ni constante en la forma que ha resuelto situaciones particulares. Esto, a su vez, ha generado inquietud y ha sido un factor que nos tiene con más dudas sobre el resultado de las elecciones y del porvenir en la venidera segunda vuelta.
Por otro lado, hemos tenido una Corte de Constitucionalidad que, a diferencia de otras elecciones, ha resulto en recursos de amparo no basados en la situación específica del candidato, sino con miras mas amplias. Y es que lo más claro es que la propia CC ha dicho, en más de una oportunidad, que es guardiana del orden electoral. Aunque a lo largo de 20 años ha sido quien resuelve situaciones complicadas, ahora pareciera estar más involucrada.
¿Cómo afecta esta interferencia?
Pues ahora nos encontramos con un fallo de la corte que permite que la segunda vuelta se lleve a cabo, entre dos partidos y que el propio proceso fue cuestionado. Pero sobre todo con el tema que esta pendiente la investigación en contra de Semilla. Y es que el proceso electoral tiene garantías, y dentro de estas que no se viole la constitución.
Y la gran duda que no está resuelta, ni por el TSE ni la CC es si el MP tiene derecho a suspender la participación de un partido político. Esto nos tiene con incertidumbre, hace 15 días era si habría tiempo de segunda vuelta por la revisión. Pero esto ya esta claro y ahora queda pendiente la investigación del MP.
¿Cómo ve usted este incierto legal?
El MP, tiene la posibilidad de pedir la suspensión de personas jurídicas en casos donde se da aplicación de la ley contra la delincuencia organizada. El caso de una organización a cuya cuenta se depositan dineros productos de extorsiones, el MP tiene la posibilidad de suspender la personería jurídica de la organización. Y en el caso particular de Semilla, el MP alega q hay anomalías en la constitución del partido político como lo son la obtención de firmas de personas que habían fallecido.
Aquí es muy importante diferenciar dos cosas, una que el MP puede pedir medidas cautelares para que el delito no se pueda seguir consumando. Y en este caso el presunto delito ya quedo consumado. Por lo que la duda fue si la medida era o no adecuada, y el juez Orellana dijo que si. Luego está la extinción del partido, que no está clara en la ley, pero la ley electoral nos da una luz, pues da los requisitos para que se pueda conformar un partid. De no cumplirse con estos, el TSE debería ser el mismo que no permita que el partido exista.
¿Cómo se enreda este proceso tanto?
En principio hay que tener claro que aquí hay tres órganos actuando de forma independiente. Por un lado, el TSE que organiza y es la autoridad en materia electoral y política. Por otro esta el MP que tiene la autonomía en la investigación penal y como tal, si considera que hay un delito tiene derecho a ejercer la acción penal en el caso. Y el sistema de la ley de amparos, que permite que se involucre la Corte de Constitucionalidad en todo este tema.
Mire, la realidad es que cada uno tiene áreas de operación y en algunos puntos se cruzan y es allí donde se complica. Por ejemplo, en la constitución de un partido si se cometen delitos, la inspección electoral esta en la obligación de denunciar. Luego el MP en la obligación de investigar y son estos tiempos de acción los que no han favorecido la percepción de lo que el MP ha hecho. Habría que ver si cuando el TSE debió plantear denuncias o no sobre esta situación, estas fueron presentadas.
¿Qué refleja esto de la clase política y de la sociedad guatemalteca?
Lo que nos esta pasando, en términos generales, es que hay mucha desconfianza en los partidos políticos. Hay desconfianza en el TSE, en el MP y en las actuaciones que han tenido. Y esta surge por la falta de certeza en los motivos que las autoridades tienen para hacer las cosas. En lo personal, yo se lo atribuyo más a una crisis de confianza que a una de la mala utilización de la ley.
Lo cierto del caso es que el ganador de las elecciones fue el voto nulo, y eso da una llamada de atención a cualquier partido político. El aviso a los partidos es que la credibilidad en las ofertas electorales es muy baja, y esto incluye a partidos que se vendieron como nuevos. Tomemos el caso de la propuesta de Semilla, la cual, si se analiza contra el voto nulo, tampoco fue muy exitosa.
Hay recursos de amparo y denuncias de ambos bandos, ¿Cómo vislumbra usted que esto se pueda resolver?
Básicamente hay que regresar al tema de la judicialización del sistema electoral, esto nos va a representar que los resultados de la segunda vuelta tienen que oficializarse. Y cada acto hasta la segunda vuelta, puede ser sujeto de impugnaciones, y allí se vuelven a cruzar ciertas funciones de los tres órganos que están involucrados en este proceso.
Ahora es especular el resultado de todo esto, podemos plantear escenarios desde los más complejos, hasta sencillos donde todos los recursos se resuelven a favor del ganador de la segunda vuelta. Lo cierto es que el resultado dará lugar a muchas situaciones que habrá que ver en su momento, pues hay que resolver situaciones que están pendientes. La investigación del MP, me parece que va a seguir.
¿Cuál será el costo, social, político y económico de esta situación por la que atraviesa el país?
El efecto será, que hay una gran posibilidad de que el pueblo, que se presento a votar en la primera vuelta, se vea desmotivado. Tenemos 110 mil personas que trabajaron en las mesas, y lo dieron todo, y estas situaciones puede que generen desánimo. Lo valioso de todo esto, pienso yo, es que el sistema electoral demostró su resiliencia, los involucrados en el proceso demostraron que son capaces. Hoy debe deben sentirse orgullosos de haber llevado a cabo elecciones que lograron soportar embates del lado jurídico y social.
Hubo revisiones y dudas planteadas por los partidos y el resultado fue que la votación se sostuvo. El sistema electoral demostró su robustez y por que es centralizado logro soportar el embate más grande de los últimos 30 años. Una participación del 60 por ciento es motivo de orgullo.
Y aunque el proceso se judicializo, esto no afectó el sistema electoral y la logística de conteo de votos. Esto nos hace ver que hay que hacer reformas a la LEPP, pues algo que si hizo este proceso es que dejo ver sus debilidades en los procesos, inscripciones, supervisiones y hasta de sanciones electorales. Lo cierto es que hay que reconocer la labor de las personas que han llevado estas elecciones.