Castraciones baratas ya no, el Colegio de Veterinarios ata de manos a médicos animalistas
Y si no hay más jornadas de castración, la ciudad, los departamentos y municipios, se llenarán de perros callejeros que nadie podrá controlar.
La pugna entre las ONG y asociaciones que se dedican al rescate, adopciones y castraciones de perros, y el Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas, avizora un final no muy feliz.
Extraoficialmente se supo que un documento emitido por el colegio, va a obligar a los médicos veterinarios del país que trabajan o trabajen para las asociaciones de animales que realizan jornadas de castración, a que ya no operen a los caninos por un precio menor de Q1,500.
Quien no haga caso a la orden, será sancionado con Q7 mil de multa, y si cae en desobediencia, correrá el riesgo de ser suspendido de sus funciones como médico veterinario.
El profesional deberá cobrar adecuadamente para darle valor al trabajo realizado. No se deberá caer en competencias desleales de precios, aduce la guía de cobros por servicios profesionales establecida en el reglamento del colegio.
Las ONG animalistas en su conjunto lo ven como una medida drástica, ya que existen lugares muy pobres donde las personas no pueden pagar más que Q250 o menos, por una operación de ese tipo.
Aseguran que una sola perra de esos municipios y aldeas alejadas a donde ellos van con sus jornadas, suele tener hasta 12 cachorros por parto. Lo que se quiere evitar con las castraciones a bajo costo es que haya una superpoblación de caninos que después se convierten en perros callejeros, porque sus dueños no pueden darles de comer.
En 2017, Pilar de Naranjo, de la asociación Paz Animal, aseguró que por cada hembra no esterilizada podrían nacer hasta 60 mil cachorros en intervalos de siete años.
El extinto alcalde, Álvaro Arzú, aseguró que al menos había 4 millones de perros en la ciudad que no tenían un hogar permanente.
Naranjo agregó que las causas posibles de la sobrepoblación de perros era el abandono de los cachorros en la calle y los perros adultos no esterilizados.
Pero que no es solo ese el problema, sino las consecuencias porque los perros pueden ser transmisores de afecciones debido a la cantidad de desechos fecales que producen.
Es difícil cobrar más de Q250 en jornadas de castración, dice Karla Chacón de Asociación Entiende mi Silencio, porque las personas a donde vamos no tienen dinero, son pobres. Agrega que muchas veces donan lo poco de sus bolsillos, porque ya no quieren que sus perras sigan procreándose.
El Colegio de Veterinarios tiene dentro de su tabla de costo por castraciones, además, el cobro de pruebas médicas previo a la operación.
Y hace un llamado a los veterinarios a que también tomen en cuenta en sus precios, los costos de operación del establecimiento, como energía eléctrica, limpieza y desinfección del quirófano, salario de los empleados, depreciación de equipo, agua.
Y de los materiales médico quirúrgicos tales como sueros, suturas, sondas, catéteres, material ortopédico, desinfectantes, esterilización del equipo, entre otros.
Costos de fármacos entre los que están los anestésicos, antibióticos, analgésicos y cualquier otro medicamento necesario para el desarrollo del procedimiento de castración.
